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El drama de 830 indígenas que llegaron a Buenaventura por amenazas de grupos ilegales

Los indígenas llegaron en grupos. Primero tomaron lanchas hasta el Bajo Calima y de allí una chiva que los trasladó a Buenaventura.

10 de diciembre de 2014 Por: Redacción de El País

Los indígenas llegaron en grupos. Primero tomaron lanchas hasta el Bajo Calima y de allí una chiva que los trasladó a Buenaventura.

El coliseo del barrio El Cristal en Buenaventura parece haberse convertido en un refugio de desplazados. Ropa colgada en las graderías, colchones en los rincones. Niños corriendo desnudos. Mujeres amamantando a sus hijos. Cuatrocientas treinta integrantes de la comunidad indígena Wounaan han llegado en los últimos días procedentes del Río San Juan, huyendo de la guerra. Y en barrios del Puerto, en casas de familia, se encuentran otras 400 personas de esta etnia. Los desplazamientos iniciaron, según la Defensoría, desde el 25 de septiembre pasado. Estas personas “están siendo expulsadas de su territorio debido a la confrontación armada y el confinamiento dada la fuerte presencia de la guerrilla y organizaciones post desmovilización”. Mayolo Chamapuro, líder de la comunidad de Unión Balsalito, asegura que tuvieron que dejar sus tierras por presión de los actores armados. Primero, debido a las amenazas, tuvieron que estar confinados en sus poblaciones. “Se querían quedar en nuestro territorio, pero nosotros les dijimos que no, resistimos y preferimos dejar todo y venirnos a buscar ayuda”, dijo Chamapuro.Los indígenas llegaron en grupos. Primero tomaron lanchas hasta el Bajo Calima y de allí una chiva que los trasladó a Buenaventura. Los ‘kits’-con colchonetas y comida- solo llegaron para los primeros grupos. Ahora tienen problemas de agua y comida. Frigeria Quiró, otra de las indígenas, ayuda a otras mujeres a conseguir agua que escasea en el coliseo.En una reunión realizada la semana pasada, la Alcaldía del Puerto aseguró que no tenía recursos para atender a los indígenas. La Alcaldía de Docordó, en Chocó dijo los mismo. Los desplazados pertenecen a las margenes del río San Juan, unos viven del lado del Valle y otros del lado chocoano; son de la comunidad de Agua Clara en Buenaventura y de Balsalito en el Litoral del San Juan Chocó.“No sabemos por qué el alcalde Óscar Rosero (de Docordó), dice que no hay motivos para habernos venido, cuando el sabe lo que pasa en el río, hasta el mismo fue baleado el año pasado”, dijo uno de los líderes indígenas.Manuel Moña, Gobernador del cabildo indígena, está temeroso de volver, aunque sabe que en el Resguardo se quedaron más de 150 personas.“No se han venido porque no tienen para el pasaje, pero tienen mucho miedo”, aseguró.Chamapurro asegura que quieren volver a sus pueblos, pero que sea un regreso digno. “No regresar por regresar, queremos todas las garantías y el acompañamiento humanitario”.La Arquidiócesis de Buenaventura explicó que la situación que se vive en esta zona es de tensión, debido a que es un corredor del narcotráfico disputado por grupos ilegales. Las denuncias de los indígenas sobre las amenazas y los confinamientos de los que son víctimas empezaron desde abril pasado. Los líderes enviaron cartas a las autoridades solicitando ayuda. Defensoría hace un llamadoEl Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora Gómez, indicó en un comunicado que se “corroboró de primera mano la situación crítica que enfrentan cerca de 430 personas desplazadas”.Otálora hizo un nuevo llamado a los gobiernos Nacional, Departamental y Municipal para que intensifiquen la ayuda humanitaria de urgencia.“Las familias, que se encuentran alojadas de manera provisional en el Coliseo el Cristal, le han informado a la Defensoría del Pueblo dificultades en materia de alimentación, acceso al agua potable y acceso a la atención en salud, particularmente de los niños y niñas que han registrado enfermedades respiratorias y digestivas”.Y agregó que “ya son nueve casos de desplazamientos masivos registrados durante 2014 (con un total de 2.007 personas afectadas), generados particularmente por el acoso de que son objeto las comunidades afrodescendientes e indígenas que habitan las riveras del río San Juan en el sur del Chocó y noroccidente del Valle, lo cual les ha generado estar en permanente confinamiento”.Las amenazas son por parte de grupos ilegales (particularmente Farc, ELN y Los Rastrojos) que mantienen en confinamiento a 19 comunidades indígenas y afrocolombianas en la zona baja del río San Juan en límites entre Buenaventura (Valle del Cauca) y el municipio de El litoral del San Juan (Chocó).

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