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El 2015 tendrá que ser el año para la paz, según analistas

Negociar en medio de la guerra puede ser peligroso en la recta final de los diálogos. Habría que aprovechar las elecciones para refrendar el acuerdo, dicen analistas.

14 de diciembre de 2014 Por: Jessica Villamil Muñoz | Reportera de El País.

Negociar en medio de la guerra puede ser peligroso en la recta final de los diálogos. Habría que aprovechar las elecciones para refrendar el acuerdo, dicen analistas.

El 2015 debería ser el año en el que se firmen los acuerdos definitivos que permitan la terminación del conflicto armado en Colombia. No se trata de un capricho de la oposición ni de un anhelo de las víctimas, es casi que una necesidad del país. Lea también: Mayoría de colombianos son pesimistas frente a proceso de paz, según encuesta. Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para Refugiados y reconocido experto en resolución de conflictos, asegura que los diálogos no se pueden prolongar porque las condiciones en las que fueron concebidos —negociar en medio del conflicto— ponen en riesgo el proceso.Su apreciación no está lejos de la realidad. En noviembre, las conversaciones se suspendieron durante 24 días porque las Farc secuestraron a un general, tres soldados y una civil.El presidente Juan Manuel Santos, dicen, no aguantó la presión de los sectores políticos y tuvo que parar de la mesa a sus negociadores. Y entonces el riesgo, agregan los expertos, es que un hecho de guerra termine con dos años de conversaciones que, hasta ahora y por primera vez, han dado frutos. Lea aquí: Los que ganaron y perdieron con la suspensión del proceso de paz.El sociólogo de la Universidad del Valle, Alberto Valencia, insiste en que el “tiempo puede arruinar el proceso”. Explica que aunque estas conversaciones tienen mucha más aceptación que las realizadas en el Caguán, la opinión pública se puede cansar, por eso “la firma debe darse lo más pronto posible”.Agrega que en otra época las Farc eran las que se beneficiaban con el alargamiento de los procesos porque les servía para reacomodarse y fortalecerse, pero hoy no. “Ahora el paso del tiempo las perjudica”, al igual que al Gobierno Nacional, porque los deja sin argumentos de paz.Para Camilo González, exministro y analista político, el 2015 es un año “ideal” para lograr los acuerdos finales, aunque considera que si no se llega a la firma, por lo menos se debe dejar listo un pronunciamiento que muestre que la paz es irreversible.Comenta que por cada uno de los preacuerdos firmados a la fecha, los grupos negociadores del Gobierno y las Farc se tomaron, en promedio, seis meses. Sin embargo, no podría hacerse la misma operación matemática para asegurar que los dos puntos restantes quedarán listos en un año.El exministro dice que, en teoría, faltarían tres aspectos por acordar: la dejación de armas, el posconflicto y el mecanismo de refrendación, que incluye garantías y verificación, aspectos que, a su juicio, son más complicados que debatir sobre el uso de la tierra (punto ya firmado).González Posso está de acuerdo en que las condiciones actuales de los diálogos son peligrosas porque si ocurre un nuevo “impasse” que genere una crisis, los tiempos de las conversaciones van a ser mucho más largos o se pueden romper del todo.Pero no todos los analistas piensan así. El internacionalista Enrique Serrano sostiene que ese argumento no es tan cierto. Precisa que la voluntad de paz existe y está vigente y que las partes han demostrado que tienen una actitud flexible frente a los incidentes y la manera cómo reparar los daños en el proceso.“La práctica ha demostrado que, a pesar de los incidentes, ninguno de los actores tiene real voluntad de levantarse de la mesa para terminar definitivamente el proceso”, asegura.El especialista comenta que, por supuesto, para todos los colombianos sería mejor que se firme la paz, pero asevera que el 2015 tampoco se perfila con un año de resoluciones, primero, porque las Farc ligan la paz con las decisiones político electorales del próximo año y no lo ven conveniente; segundo, porque están aprovechando las condiciones “favorables” que tienen en Cuba y, tercero, porque su situación jurídica es incierta.Precisamente el senador del Centro Democrático, José Obdulio Gaviria, dice que el 2015 tampoco será el año de la paz. “No porque estemos empeñados en la guerra o por testarudez, sino por lo hecho hasta el momento, que es inaceptable por afectar a la población civil”.El político, quien es mano derecha del expresidente Álvaro Uribe, explica que el documento presentado el pasado miércoles por las Farc en el que se determina que los guerrilleros no están dispuestos a ir a la cárcel permite entender que los últimos puntos de la agenda van a ser de difícil resolución.“Si lo que el Gobierno quiere es un acuerdo de impunidad, aceptará las condiciones que están planteando las Farc y firmará el próximo año; pero si considera inaceptable dejar las acciones de la guerrilla en la impunidad, entonces no podrá firmar ni ahora ni nunca”, dice.¿Si no es el 2015?Por las condiciones electorales del próximo año es que tiene que firmarse cuanto antes la paz. Así lo sostiene Camilo Fajardo, especialista en política y conflicto armado del Politécnico Grancolombiano.Explica que hay que tener en cuenta variables como el aumento en la falta de credibilidad en el proceso, pero lo más importante es que la Corte Constitucional autorizó que durante las elecciones regionales se pueda abordar el referendo para preguntarle a los colombianos si están o no de acuerdo con los puntos aprobados en La Habana. “Y ese aspecto no se puede desaprovechar”.Para ello, asegura, el Gobierno tiene que recomponer la estrategia de comunicaciones porque “las conversaciones en Cuba van muy bien, pero en Colombia los diálogos van muy mal. Es más grande la campaña en contra y el desconocimiento de la gente del común”.Insiste que la refrendación de la paz debe darse en octubre, porque si se adelanta este proceso en otro mes, técnicamente no será viable porque la gente no sale a votar tan fácil.“En Colombia no hay una costumbre de votar en periodos extemporáneos. Por ejemplo, las elecciones internas de los partidos han sido un fracaso, por lo que el referendo puede estar condenado al fracaso”, dice el analista.De otro lado, los expertos aseguran que los colombianos serían los grandes perdedores en caso de que el proceso de paz no se consolide el próximo año. Expresan que esta es la mesa de conversaciones que más resultados ha arrojado y, en caso de no llegar a un final feliz, el país estaría “condenado a, mínimo, otro par de décadas en guerra”.Para el analista Enrique Serrano, el perjudicado con una posible extensión de los diálogos es, en primera escala, la economía. También los territorios que viven bajo el yugo del terrorismo, como Cauca, Chocó y Putumayo. “Entre más se demoren en dar el sí a la paz, más se recrudecerá la guerra”, sostiene.La imagen del presidente Juan Manuel Santos, que se afecta con cada traspiés de las conversaciones, también se iría por la borda y “entre más se demore en lograr un acuerdo con las Farc, más mal se pondrá”.Lo que falta por acordarPese a que hay acuerdos en lo relacionado con el desarrollo rural, cultivos ilícitos y participación en política, hay aspectos de estos puntos que no han logrado consenso. En lo rural: el establecimiento de programas especiales de desarrollo con enfoque territorial; los planes nacionales que deberán lograr una reducción radical de la pobreza y la eliminación de la pobreza extrema y un sistema especial de seguridad alimentaria y nutricional.Cultivos ilícitos: el condicionamiento de las Farc al funcionamiento del nuevo Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos, que se aplicaría “donde sea necesario y según la concepción con que se elabore este acuerdo”, es decir no en todo el territorio. Se aplazaron los mecanismos de esclarecimiento de la relación entre producción y comercialización, así como la relación de los paramilitares y el narcotráfico.Participación política: No se han acordado Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz en las regiones golpeadas por el conflicto. No se determinó el número de regiones, curules en el Congreso y periodos electorales; tampoco la creación de la Comisión para definir los lineamientos del Estatuto de Garantías a la Oposición.El pedido de KerryEn la reciente visita a Colombia, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, aseguró que el presidente Barack Obama “apoya fuertemente el proceso de paz en Colombia” y dijo que aunque “reconciliar a dos partes que han estado en conflicto durante 50 años no es fácil”, la decisión de un acuerdo final deberá ser lo más pronto posible. “Entre más tiempo tome llevar a feliz término este proceso, más difícil será para Colombia lograr la paz”, sostuvo el funcionario norteamericano.Kerry aseguró que “la firma del acuerdo de paz con las Farc traerá un futuro más próspero y mejor, no solo para Colombia, sino para toda la región”, por lo que “espera- mos que el 2015 sea el año de la paz para Colombia”.

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