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Ejército pidió perdón a las víctimas de masacre de El Naya

El acto se llevó a cabo en la plaza principal de Buenos Aires, Cauca, frente a siete familias. Una sentencia de 2013 ordenó al Ejército un acto público de perdón por haber facilitado el ingreso de los paramilitares a la zona de la masacre.

17 de junio de 2015 Por: Redacción de El País

El acto se llevó a cabo en la plaza principal de Buenos Aires, Cauca, frente a siete familias. Una sentencia de 2013 ordenó al Ejército un acto público de perdón por haber facilitado el ingreso de los paramilitares a la zona de la masacre.

En una ceremonia llevada a cabo en el parque principal del municipio de Buenos Aires, Cauca, el Ejército pidió perdón a siete familias víctimas de la masacre de El Naya, luego de que el Juzgado 7 Administrativo de Popayán así lo ordenara. 

De acuerdo con la sentencia proferida el 4 de septiembre de 2013, el juzgado encontró que el Ejército había participado en la masacre facilitándole el acceso a los paramilitares a la región de El Naya, zona en la que durante los días 10, 11 y 12 de abril de 2001, más de 400 paramilitares del Bloque Calima de las AUC, asesinaron a 24 personas identificadas y siete desaparecidas (cifra de Justicia y Paz).

En el acto de petición de perdón se hizo presente el teniente coronel William Suárez Correa, comandante del Batallón Pichincha de la Tercera División, delegados de la Defensoría del Pueblo, la Asociación Minga que representa a las siete familias de las víctimas y miembros de éstas.  

Según aclaró Juan Carlos Niño, abogado de las familias, la sentencia del juzgados aplica solo para las siete familias que entablaron la demanda contra el Estado. “Este acto de perdón se hace exclusivamente para estas familias que interpusieron las demandas, no para la totalidad de las víctimas. Actualmente hay otros procesos en curso que aún no se han fallado”, afirmó Niño. 

 En el discurso  el coronel William Suárez le pidió perdón a los cerca de 20 familiares de víctimas que se hicieron presentes y manifestó la necesidad de que la comunidad de El Naya retome la confianza en las FF. MM. 

“Pueden estar seguros que hechos como los que tuvieron lugar en abril de 2001 y que tanto dolor les ha causado y siguen causándoles, no se repetirán por parte de las FF. MM.”, afirmó el oficial en el acto.

 Por su parte, Alberto Guetio Guejia, hermano de Evelyo Guetio, asesinado en la masacre cuando tenía 16 años, dijo que lo más importante en aquel acto era el reconocimiento del Estado de su parte en los asesinatos y la limpieza del nombre de las víctimas, que fueron tildados de colaboradores de la guerrilla. 

“Quiero dejar claro en este acto que ni mi hermano ni ninguno de los campesinos e indígenas que asesinaron eran guerrilleros. El dolor ya lo tenemos todos, pero al menos queremos que la honra de la memoria de nuestros familiares quede limpia”, declaró Alberto.

 Por su parte Lisina Collazos, indígena víctima de la masacre, manifestó su descontento de que el acto hubiera sido organizado con prisa y en él no hubieran participado la totalidad de las víctimas de la masacre. 

[[nid:433716;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/06/foto-home-galeria_2.jpg;full;{Ejército pidió perdón a las víctimas de la masacre del Naya ocurrida en el año 2001. La ceremonia fue en la plaza de Buenos Aires, Cauca y contó con la presencia de familiares de las personas fallecidas en el conflicto.Bernardo Peña / El País}]]

“Cómo es posible que, como lo dijeron los paramilitares, el Ejército le hubiera prestado carros y hasta armas a esa gente para que cometiera la masacre. Pero para este acto de perdón, en cambio, no le ayudaron  a nadie, no trajeron a nadie, ni siquiera fueron capaces de ir hasta el territorio en donde ocurrieron las muertes a hablar con la gente. Eso es un sinsabor que le queda a uno”, dijo la mujer.

 

Los asistentes a la ceremonia realizaron una siembra de acacias en las cercanías del cementerio del pueblo, como un acto de memoria por cada una de las siete víctimas.    Además del acto de perdón, la sentencia obligó al Ministerio de Defensa a indemnizar a los familiares por los daños morales causados.

Denuncian amenazas

Varios de los líderes de víctimas de la masacre denunciaron que la región de El Naya sigue siendo blanco de ataques de grupos armados y que, actualmente, muchos de las familiares de las víctimas se encuentran amenazados.

“El Estado no ha hecho presencia efectiva en esa zona, eso se nota en el hecho de que no hay ni agua potable ni energía eléctrica. Ese abandono ha hecho que los grupos armados sigan haciendo presencia y en estos momentos amenacen a la población que quiere liderar proyectos de reparación”, afirmó uno de los líderes que prefirió omitir su nombre.

Según comentó el líder, aún se siguen presentando casos de homicidios selectivos que vienen atemorizando a los habitantes del Alto Naya, situación que ha causado nuevos desplazamientos y que muchas de las personas que habían regresado luego de la masacre, abandonaran de nuevo sus tierras.

El Naya es una región del nororiente del Cauca y suroriente del Valle en las riberas del río Naya y que comprende desde la vereda El Ceral, Buenos Aires, Cauca, hasta la costa pacífica de ese departamento.

Así fue la masacre

La incursión militar  fue ordenada por Vicente Castaño, que buscaba establecer una base de operaciones en la salida al pacífico de El Naya y atacar al Frente 30 de las Farc que operaba en la zona.  El 10 de abril se inició la travesía de los paramilitares desde El Ceral,  entrada a El Naya en zona rural de Buenos Aires, Cauca. Participaron paramilitares como alias HH, El Cura, Sancocho y Sisas.  A medida que avanzaban por la región,  los paramilitares iban asesinando campesinos por sospechas de colaborar con la guerrilla.

El Ejército iniciará una serie de jornadas de promoción de los Derechos Humanos en El Naya, como parte de las obligaciones de la sentencia del Juez.

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