El pais
SUSCRÍBETE

"Cuando me dijeron que me detenían creí que era una broma": Ariel Martínez

Ariel Martínez, el carpintero y campesino que estuvo a punto de ser extraditado señalado de lavador de activos, cuenta su historia.

11 de septiembre de 2014 Por: Miguel André Garrido | Colprensa

Ariel Martínez, el carpintero y campesino que estuvo a punto de ser extraditado señalado de lavador de activos, cuenta su historia.

Ariel Martínez, el carpintero y campesino de San Vicente del Caguán, que estuvo a punto de ser extraditado, no ha dejado de hablar con la prensa, y aunque apenas ha dormido un par de horas, no se le nota ofuscado, todo lo contrario se le ve dispuesto, tranquilo y hasta sonriente.Es la sonrisa que nadie entiende de dónde le salió cuando agentes del CTI y del Gaula del Guaviare lo mostraban como un lavador de dinero que era pedido en extradición por una corte de la Florida, Estados Unidos.Cuando lo detuvieron estaba en una carpintería…Sí. Cada año compraba unas novillas y las vendía y así hice unos ahorros. Como ya tenía una platica ahorrada, pues la sume a otra que tenía mi compañero para hacerme socio.Cuando conseguí a mi esposa vendí las novillas que tenía en ese momento e hice una casa en madera, y como me quedaron 3 millones 600 mil pesos y se los di al socio para que trabajara. Prácticamente él era el de la plata, pero me lleva en el negocio. Toda la platica que he conseguido por ventas de animales… esas son las acciones que tengo en el negocio. ¿Por qué cree que lo señalaban de haber lavado dinero?Humm, no sé. Yo soy quien administro el negocio porque mi socio conoce mi honradez y seriedad. ¿Cómo recuerda la captura el 18 de marzo?Yo estaba en el depósito cuando me empezaron a llamar, y me llamaban una y otra vez. Me decían que no sabían dónde era, que estaban perdidos, hasta que les dije que los esperaba en el portón. Cuando los vi llegar les dije con la mano que siguieran para atenderlos. Ese día llegaron unos hombres de civil en camionetas y detrás unas camionetas. ¿Qué pensó en ese momento?A mí no se me hizo nada raro porque como también le vendemos al Ejército y cuando van oficiales llegan escoltados. Por eso no se me hizo raro. Lo que sí fue cierto es que el Ejército se regó en el depósito y se regó por todo lado. Me preguntaron mi nombre y me informaron que era pedido en extradición por lavado de activos.¿Qué se le pasó por la cabeza?Yo pensé que era una broma.¿Cuándo se dio cuenta de que era en serio?Cuando me dijeron que me subiera al carro por las buenas o que me esposaban. Y como seguí preguntando, a la tercera vez se bajaron de la camioneta y me esposaron. Ahí me di cuenta que era en serio. (sonríe) Yo pensé que como soy inocente, pues en unos 8 días o 15 estaba otra vez en la casa. Cuando me iba a ir les dije a todos: vuelvo ligero.Pero pasaron varios meses, ¿cómo cambiaron las cosas?Desde que llegue al búnker las otras personas me dijeron que como mi caso era de extradición, que eso no iban a investigar nada. ¿Cuándo entró a la celda qué pasó?Yo llegué, el 18 por la noche, el 19 llegó otra persona, y en la tarde otra, el 20 llegó otra, que supuestamente eran del mismo grupo. Decían que éramos cuatro los del grupo de lavado de activos, y yo estaba como jefe porque supuestamente era el que había lavado más plata, dizque 800 mil dólares. En el búnker nos conocimos y me dijeron que querían que yo me fuera porque ellos sabían que yo no tenía nada que ver. “Usted no debe nada”, me decían.¿Y cuándo llegó a la Picota, qué pasó?Allá había más personas con conocimientos en eso (extradición), y me decían que no me hiciera ilusiones de irme para la casa.Cuando me estaban reseñando se me vinieron las lágrimas. Yo le dije a una señora que me estaba entregando lo útiles de aseo que me hiciera el favor de no echarme para un patio donde hubiera gente mala, y me dijeron que yo iba para un patio bueno. Y sí la verdad, para que… en el patio de los extraditables es donde hay mas orden y hay gente buena que le colabora a uno. ¿Oraba?Nunca perdí la fe en Dios, yo les decía que me iba a ir para la casa. La Iglesia Católica, de la iglesia Cristiana, de los abogados, de todo el mundo. Todos oraban por mi caso. Eso fue bueno.¿Cómo hizo para no derrumbarse? Cuando llegué la gente gritaba, al otro día me ofrecieron ayuda, y me preguntaban que qué quería. Hay mucha gente que le colabora a uno. Nunca sentí que estuviera con gente mala. Salí con buenas amistades; para mi esa gente es buena. Ellos tendrán sus problemas pero yo no vi gente mala.¿Cómo se sintió entre los policías que los están mostrando como culpable?No me sentí humillado… a mi me salió una sonrisa porque pensé que ellos estaban equivocados. Pensé que más temprano que tarde iba a salir de eso.¿Qué llamado le hace al Gobierno?Yo recomendaría que como dicen que hay gente que hace inteligencia, que le pongan más cuidado, que el Gobierno esté pendiente, que las cosas se hagan justas, que sean legales. Además, en los patios hay mucha gente que quiere una oportunidad, para que los investiguen, muchos quizás cometieron errores mínimos, han sido mandaderos, han estado en reuniones, han sido utilizados, hay gente que paga arriendo y han hecho mandados para ayudar a la casa, lo mejor sería que los investiguen. Se habla de una petición de excusas de la embajada de Estados Unidos, ¿está de acuerdo? Habrá que escucharlos, por ahora no tengo nada en mi cabeza.¿Piensa demandar al Estado? Por lo pronto no, por ahora quiero limpiar mi hoja de vida.

AHORA EN Judicial