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Confirman que un robo fue el móvil del asesinato de los dos sacerdotes en Roldanillo

Las autoridades no descartan que por lo menos otras dos personas hayan participado del crimen de los religiosos. A los detenidos, entre tanto, se les dictó medida de aseguramiento.

1 de abril de 2014 Por: Redacción de El País Roldanillo y Cali

Las autoridades no descartan que por lo menos otras dos personas hayan participado del crimen de los religiosos. A los detenidos, entre tanto, se les dictó medida de aseguramiento.

La Policía confirmó este martes que un hurto fue el móvil del asesinato de los sacerdotes de Roldanillo Bernardo Echeverry y Héctor Fabio Cabrera, ocurrido el 27 de septiembre del año pasado. El coronel Leonardo Mejía, subdirector de la Dijín, explicó que luego de seis meses de investigación, que culminaron con la captura de dos de los presuntos agresores , se estableció que la idea inicial de los detenidos era hurtar las pertenencias que tenían los religiosos en la Casa Cural. Entre los elementos robados por los agresores están dos computadores portátiles, así como relojes y otras pertenencias personales de valor. Sin embargo, los implicados no se llevaron una caja fuerte que había en la Casa Cural y que contenía cerca de $120 millones.El oficial agregó que para capturar a estas personas se hizo un trabajo que incluyó "diligencias de allanamiento y registro, vigilancia y seguimiento, controles técnicos, entrevistas y el manejo especializado que se hizo al lugar de los hechos". Según la investigación, estas dos personas frecuentaban la Casa Cural, pues el sacerdote Bernardo Echeverry, de 69 años, les ayudaba con dinero y comida. "Aún no hemos establecido un vínculo de consanguinidad o civil entre los detenidos, pero sí que tuvieron un contacto o comunicación con los sacerdotes", afirmó el coronel Mejía. Otra de las hipótesis de la investigación es que el crimen fue cometido en compañía de otras dos personas, según se ha recogido en algunos testimonios. Por el momento, para las autoridades quien planeó el robo fue el adulto, un hombre que en ese momento estaba desempleado y que había salido de la cárcel en junio del 2013, tras pagar una condena por tentativa de homicidio. "Tiene una condena por un delito cometido en enero del 2008 en Roldanillo. Fue sentenciado en el 2010 y sale libre en el 2013", afirmó un investigador del caso. Agregó que desde su salida de prisión, el hombre comenzó a frecuentar a los sacerdotes en busca de ayuda. Sobre el joven, quien fue capturado en Roldanillo, se sabe que tiene problemas de drogadicción, por lo que habría accedido a hurtar las pertenencias de los párrocos. Al momento de su captura, las autoridades indicaron que se encontraba "ocasionando estragos al frente de su lugar de residencia, rompiendo vidrios y discutiendo con un familiar, ya que este último impidió que ingresara a la casa por temor a ser agredido". La Policía afirma que los testimonios de la comunidad -en total 45- fueron claves para identificar a estas dos personas como los presuntos agresores. De esta forma, dicen, se encontró que los capturados frecuentaban la iglesia San Sebastián, donde se cometió el crimen, a pesar de que durante los interrogatorios iniciales lo negaron. De hecho, según los testimonios, los detenidos fueron vistos cerca del sitio el mismo día del asesinato. La reconstrucción de los hechos realizada por las autoridades indica que los agresores se escondieron en la parroquia después de la misa y que luego de la medianoche se trasladaron a la Casa Cural para cometer el hurto. En este lugar requisaron los armarios y cajones de la mesa de noche, pues se hallaron "varias huellas de calzado impresas, al parecer de sangre, y rastros de la misma sustancia en las paredes, lo que permite inferir que estuvieron en la búsqueda de objetos de valor y dinero". Algunos de los objetos que iban a ser robados fueron encontrados días después por obreros que reparaban el techo de la Casa Cural. Se trata de dinero, un celular, un reloj, un control para video bean y un protector para una tableta electrónica. "Así mismo, se halló un cuchillo partido en dos partes y otro doblado, los cuales fueron utilizados para agredir a los sacerdotes".Otra prueba recolectada por las autoridades es una interceptación telefónica en la que uno de los dos detenidos habla con otra persona sobre el caso y, al parecer, cuenta detalles que lo podrían incriminar. En total, fueron 24 interceptaciones telefónicas, cinco diligencias de allanamiento y 42 evidencias físicas las presentadas por las autoridades ante el juez que dictó medida de aseguramiento contra los dos presuntos implicados. Tensión durante la audiencia a los capturadosLas audiencias preliminares en contra de los presuntos responsables del homicidio de los dos sacerdotes de Roldanillo se llevaron a cabo en medio de un ambiente de tensión, pues los habitantes del municipio se concentraron en las afueras de la casa de justicia, donde pedían ver a los capturados. El ánimo de los asistentes se fue caldeando con el paso de las horas y algunos comenzaron a tirar piedras contra la edificación y establecimientos comerciales de los alrededores, por lo que la Policía tuvo que dispersar a la multitud. Por esta razón, hacia las 7:00 p.m. se tomó la decisión de no realizar la audiencia del adulto capturado en la casa de justicia, sino en el Cuarto Distrito de la Policía. Cabe recordar que este hombre, de 44 años, fue detenido en Zarzal en la tarde del domingo. La diligencia judicial inició a las 7:40 p.m. y se extendió hasta las 10:30 p.m., tiempo en el cual se legalizó la captura y se dictó la medida de aseguramiento contra el hombre, quien fue enviado a la cárcel de Palmira mientras se realiza el juicio en su contra por homicidio y hurto calificado y agravado. Durante la imputación de cargos, el capturado no aceptó los cargos en su contra, como ya lo había hecho el menor de edad horas antes. El joven fue trasladado al Centro de Reclusión Valle del Lili, en Cali.

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