Con una movilización, despiden restos mortales de médico fallecido en Argelia, Cauca

Con una movilización para demostrar su agradecimiento despidieron los campesinos de Argelia, Cauca, a Sebastián Reina Narváez, el médico cuyo cadáver fue hallado en las aguas del río Micay, este martes.

En poco tiempo, este profesional de la medicina atendió con carisma y alegría a los pobladores de una región de por sí olvidada, apartada y carente, en una buena parte, de un buen sistema de salud.

Mientras a veces el Estado llega solo con sus programas militares de erradicación o de seguridad, Sebastián Reina arribó a esta poblado a servir, a ayudar, a sanar enfermedades y a aportar su cariño, sus conocimientos como estudiante de la Universidad San Martín, cumpliendo su año rural como aspirante a obtener el título de medicina.

Por eso el campesinado no dudó: primero, salió a buscarlo cuando familiares confirmaron su desaparición entre la noche del pasado jueves y la madrugada del viernes. Luego, cuando había que despedirlo en una camioneta que trasladó sus restos por carretera hasta Popayán.

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"Ese joven hizo en un poco menos de un año un trabajo que se ganó el corazón de la gente, no solo del casco urbano, sino de las veredas y corregimientos. Los pobladores se encariñaron con él porque atendía con mucho calor humano, se solidarizaba con los pacientes, atendiéndolos bien, escuchándolos y aportando, así fuera con consejos, para que superaran sus dolencias o problemas, eso hizo que los campesinos tomaran aprecio hacia él", relata Diego Aguilar, alcalde de esta población.

El funcionario agregó que la llegada de Sebastián coincidió con el entusiasmo de los argelianos por firma de la paz con las Farc.

Si el fin de conflicto significó para la Argelia la llegada de Fiscalía a su cabecera municipal tras años y años de ausencia, también permitió que profesionales como Sebastián Reina optaran por servir en este poblado, ya que estaban las condiciones de seguridad para ejercer esta y muchas otras labores que los ciudadanos de municipio solicitan insistentemente.

"Además de un buen médico, él era muy querido por los compañeros de trabajo, porque generaba un espíritu de unión que permitió atender esa demanda de trabajo que hay en el hospital local, de ahí que muchos de los profesionales se desmoralizaron al no tener noticias de él, ahora, con la noticia de este hallazgo, pues quedamos destrozados porque se perdió un gran profesional, la gente pierde una mano amiga", dice por su parte César Sarria, gerente de la Ese Suroccidente.

Durante su búsqueda, la gente se unió con los organismos de socorro y a la fuerza pública, para buscar por la ribera de este afluente luego que algunos testigos confirmaran que habían visto al médico esa madrugada de viernes cantar, con la celular en la mano, entre unos cafetales.

Tenían esperanza de encontrarle con vida, de ayudarlo si estaba perdido en esta zona hecha para campesinos, un poco selvática. Primero encontraron, el sábado siguiente a su desaparición un maletín tipo canguro, luego en la tarde de domingo su teléfono celular, a orillas de este río, por eso la búsqueda se concentró aguas abajo.

“Ya en la mañana del lunes encontraron su cadáver a tres kilómetros donde fue visto cantando, su restos estaban en este río, tenía un hematoma en la parte frontal de la cabeza, con ayuda de nosotros, la comunidad y del Ejército, el CTI lo extrajo del afluente, ahora serán los especialistas de Medicina Legal quienes den más pistas sobre cómo fue el final de este médico, para nosotros, la hipótesis que cobra más fuerza, es que se trató de un accidente, posiblemente cayó al río”, explica el comandante de la Policía en el Cauca, coronel Fabio Rojas.

Ahora, y en medio en una escena silenciosa, los familiares está en la sede de Medicina Legal en Popayán para reclamar el cuerpo sin vida para luego llevarlo a Cali, a su ciudad natal para brindarle un último adiós.

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