Con estas estrategias mantienen la cárcel de Villahermosa sin casos de Covid-19

Así como lo es la galería Santa Elena o la Terminal de Transportes de Cali, la cárcel Villahermosa es uno de esos sitios estratégicos de la ciudad que pueden presentar un potencial impacto de Covid-19 si no se toman las medidas adecuadas.

Al menos así lo considera Rodrigo Zamorano, secretario de Gestión del Riesgo, Emergencias y Desastres de Cali, quien afirmó que, para prevenir un foco de coronavirus en el reclusorio caleño, que presenta altos niveles de hacinamiento, ya se han tomado medidas.

Una de ellas fue la jornada de limpieza y desinfección que se realizó el sábado 9 de mayo por parte de un equipo de 30 personas de dicho despacho, pero también de la Secretaría de Salud Municipal.

“Luego de que se llevara a cabo un proceso de barrer y recoger los residuos tanto dentro como en los alrededores de la penitenciaría, se hizo la desinfección con amonio cuaternario de quinta generación e hipoclorito de sodio. Dentro de las celdas se hizo lo mismo, pero con una sustancia conocida como malatión, para evitar el crecimiento del dengue o chikungunya”, afirmó Zamorano.

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Actualmente, Villahermosa es uno de los 137 penales de Colombia que está libre de coronavirus, tanto entre los presidiarios como entre los 290 guardianes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, con los que cuenta en estos momentos.

Sin embargo, la cárcel de Cali afronta una gran problemática que permite muy poco o nada cumplir con el distanciamiento social como medida de prevención: su hacinamiento, que llega al 190 %. Es decir, Villahermosa alberga actualmente a 5643 internos, pero su capacidad real es para 2046.

“Estar privado de la libertad es una condición regresiva, hasta podríamos decir coercitiva, por lo que estas personas están más vulnerables a la hora de contagiarse. Por eso estas actividades son tan reconfortantes, porque ayudan a blindar a la población carcelaria de la capital del Valle”, aseveró el Secretario de Gestión del Riesgo.

Indicó que en su momento se invirtieron más de 8000 galones de químicos para dicha actividad, que fue adelantada por un personal vestido con trajes antifluidos, botas plásticas, doble guantes, máscaras especiales, tapabocas profesionales, entre otros elementos.

Además, la jornada también se llevó a cabo en las inmediaciones de las más de 50 casas que rodean la cárcel, al igual que en la estación del MÍO Villanueva, todo en el oriente de Cali.

De acuerdo con el coronel Juan Carlos Navia, director regional del Inpec en Valle, Cauca y Nariño, por el momento no hay traslado de presos ni desde estaciones de Policía de la ciudad ni desde otras cárceles, en especial porque hay siete de ellas ubicadas en otros lugares del país que presentan 962 infectados por Covid-19 dentro de sus instalaciones.

Pero agregó que hasta la fecha nueve presos de Villahermosa han sido excarcelados en el marco del decreto nacional que beneficia a los privados de la libertad en condiciones más vulnerables, como ser mayor de 60 años o tener alguna enfermedad que aumente los riesgos de mortalidad a la hora de contraer el coronavirus.

En consecuencia, esas nueve personas recibieron arresto domiciliario, libertad condicional o libertad por el tiempo cumplido. Por el momento, los jueces analizan otorgar o no la misma ayuda a otros 81 presos.

“A los dragoneantes se les hace tamizaje todos los días, se trata de un protocolo en el que participan médicos del Inpec para tomarle la temperatura a los trabajadores una vez inician su jornada y verificar que no esté por encima de los 38 grados Celsius. Si hay una mínima sospecha de que un guardián tenga coronavirus, bien sea por algún síntoma asociado o un nexo epidemiológico, aquel deberá guardar cuarentena en casa durante catorce días”, afirmó el funcionario.

A esto se suma que en la cárcel Villahermosa, según las autoridades responsables de la misma, hay dos personas que esparcen diariamente amonio cuaternario en celdas, baños, pasillos, oficinas y en las suelas de los zapatos de los trabajadores.

También se cuenta con una buena disposición de desinfectante, en parte porque dentro reciben la ayuda de un químico privado de la libertad que ayuda en la producción de entre cinco y diez galones de dicha sustancia. Esto es esencial ante un producto que, como otros, se ha encarecido en las últimas semanas.

Por otro lado, desde el 7 de marzo no se reciben visitas por parte de familiares a la penitenciaría, por lo que los contactos entre presos y sus parientes solo se están llevando a cabo por teléfono o videollamadas, las cuales son autorizadas por la administración del establecimiento.

“Por ahora ignoramos cuándo podrán retomarse las visitas. Estamos a disposición de los ministerios de Salud y de Justicia para saber cómo proceder en las futuras semanas, de acuerdo con qué tanto se contiene el coronavirus en el país”, explicó Navia.

Sin embargo, este diario logró contactar a un interno que se encuentra en el Patio 4 de la cárcel para conocer más acerca de las condiciones de hacinamiento en las que se encuentra el establecimiento. De acuerdo con quien prefirió reservar su nombre por seguridad, “en mi celda dormimos tres personas, pero a la entrada, justo en el pasillo, al menos duermen alrededor de cinco compañeros. En este patio debería de haber un límite hasta para 300 presos, pero lo habitan cerca de 750”.

El recluso aseguró que, pese a que hace unos días realizaron labores de fumigación por parte de las secretarías de Gestión del Riesgo y Salud, “por aquí no se han vuelto a asomar, es decir que la desinfección de los pasillos no es llevada a cabo diariamente”.

“Las dos semanas siguientes, luego de que prohibieran las visitas, el Inpec recogió unos videos de nuestros familiares deseándonos buena salud en medio todo lo que está pasando, pero desde entonces no hemos vuelto a recibir más mensajes de esos, por lo que le toca a uno contactarse con sus seres queridos por sus propios medios”, explicó el hombre.

No obstante, rescató que la administración de la cárcel Villahermosa ha sabido evitar la entrada del coronavirus, además de describir como “calmado” el ambiente que se vive en estos momentos en el lugar.