Comercio de Buenaventura cierra sus puertas como protesta contra la violencia

La manifestación fue convocada por el gremio de comerciantes para mostrar al país las condiciones sociales del puerto.

La gran mayoría de propietarios de establecimientos comerciales de Buenaventura iniciaron una 'jornada de plantón' que consiste en cerrar las puertas al público, como una protesta por la violencia que vive el puerto y que ellos vienen padeciendo también a través de las extorsiones. La idea de los organizadores es que los empleados se ubiquen en las afueras de los establecimientos comerciales durante todo el día y que se genere un ambiente de fiesta con pitos, ruido de cacerolas, tarros y el ondear de banderas de Buenaventura y Colombia."Es una fecha histórica no solo para el comercio sino para toda la población que comienza a reaccionar organizadamente en sus reclamos por eliminar la violencia, el 'boleteo' y todo lo que afecta a Buenaventura", dijo Miguel Aya, uno de los comerciantes.Igualmente, el alcalde del puerto, Bartolo Valencia, señaló que están dadas todas las garantías para la protesta mientras ésta no genere bloqueos de vías o violencia.Según el director de la Cámara de Comercio, Alexander Micolta, este plantón es un llamado a la reflexión en busca de soluciones definitivas."Esta es una suma de responsabilidades que no se cumplieron por muchos sectores locales, incluidos nosotros los comerciantes, pero llegó la hora del cambio", dijo Micolta.Decenas de personas, en sus recorridos por las calles del puerto, se han detenido por minutos frente a las dependencias de Olímpica reclamando su no participación en el plantón con arengas de protesta que no han pasado a mayores.Igualmente el sector estatal nacional como los trabajadores de la Dian se han unido a la protesta contra la violencia y la inseguridad.Por su parte, las autoridades policiales han indicado que no se ha presentado ninguna situación que lamentar.Sobre las doce del día se realizará una misa en la plazoleta de la Alcaldía y se tendrán intervenciones de diferentes sectores de la comunidad, incluido el obispo Héctor Epalza, quien ha señalado que "es un mensaje al la Nación y el mundo de la gravedad de la situación de violencia que está viviendo Buenaventura".