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Colombia se enfrenta a un segundo cese al fuego, tras medio siglo en guerra

Anuncio de las Farc ha generado todo tipo de reacciones entre el Gobierno, la oposición y los ciudadanos.

17 de diciembre de 2014 Por: Elpais.com.co | Colprensa

Anuncio de las Farc ha generado todo tipo de reacciones entre el Gobierno, la oposición y los ciudadanos.

Las Farc declararon este miércoles un cese el fuego unilateral por tiempo indefinido que entrará en vigor a las 00.01 horas del 20 de diciembre próximo, en el marco de los diálogos de paz que mantienen desde hace dos años con el Gobierno colombiano en La Habana, Cuba. Al respecto, Colombia ha hecho solo una vez el intento de un cese al fuego dentro de una negociación para un acuerdo de paz, por tiempo indefinido. Esta se dio en el inicio del gobierno de Belisario Betancur, quien planteó la necesidad de iniciar un proceso de paz y de ejecutar una reforma política que facilitara la realización de diálogos entre las guerrillas, con el fin de llegar a la solución negociada del conflicto. Fue así, como en noviembre de 1982 se aprobó la Ley General de Amnistía y la derogación del Estatuto de Seguridad, cuyo amparo se dio en el gobierno de Turbay Ayala durante 1978 y 1982, ya que este había adelantado una represión contra las organizaciones populares y democráticas, creando con ello un momento favorable para los diálogos entre la guerrilla y el gobierno Betancur. En el proceso de diálogo de la época participaron las Farc, el ELN, el Movimiento 19 de Abril (M-19) y la Autodefensa Obrera. El proceso se cristalizó con la firma de los acuerdos de cese al fuego y tregua, el 28 de marzo de 1984, en los cuales las partes firmantes, entre ellas la Comisión de Paz, Diálogo y Verificación, en representación del Gobierno, asumieron el compromiso de un cese bilateral del fuego, con las Farc, en el municipio de La Uribe, Meta, sin que esto significara la entrega de armas por parte de este grupo. En aquel entonces, las Farc ordenaron cese al fuego a sus 27 frentes guerrilleros, mientras que el presidente Betancur determinó lo mismo a todas las autoridades civiles y militares del país. A su vez, se acordó que cuando hubiesen cesado los enfrentamientos armados, se abriría un período de prueba de un año para que los miembros de las Farc se organizaran política, económica y socialmente, teniendo en cuenta su libre decisión de acogerse a los beneficios de la ley 35 de 1982 y decretos complementarios. Pese a la firma del acuerdo, a los pocos meses de este acto, en el país se siguieron presentando permanentemente actos delincuenciales y de violencia; por lo que comenzó un rifirafe entre el Gobierno el cual acusaba a las Farc de violar la tregua y estos se defendían con el argumento de que era una provocación de los enemigos de la paz, con el fin de que se terminara el proceso. Tras los atentados que cobraron la muerte de varios militantes y pese a los permanentes hostigamientos militares contra los diferentes frentes, las Farc-Ep mantuvieron la tregua y anunciaron la decisión de encabezar en unión con otros partidos, la lucha de las masas por el retorno a la normalidad, a la controversia civilizada. Por eso se creó la Unión Patriótica (UP). Los diálogos que comenzaron con la Unión Patriótica (UP), integrada por varios desmovilizados, no duraron mucho, ya que los máximos líderes de la época, Manuel Marulanda y Jacobo Arenas, no retornaron plenamente a la vida civil y pronto se reorganizaron, ya que la mayoría de los miembros de la UP fueron asesinados. Por su parte, los acercamientos que se realizaron con el M-19, no tuvieron éxito en este cese de fuego bilateral, debido al asesinato de Iván Marino Ospina, miembro de la cúpula militar de ese grupo, lo que terminó definitivamente las negociaciones. A partir de allí se recrudecieron las acciones de ese grupo, incluidos los hechos de noviembre de 1985, cuando un comando del M-19 se tomó el Palacio de Justicia, ubicado en el centro de Bogotá.

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