Cartas de sus hijas pusieron al descubierto a padre violador

Alexander González, de 34 años, natural de Tuluá Valle, fue capturado por Grupo de Delitos Sexuales de la Sijín, al comprobar que abusaba sexualmente de su esposa y de sus dos pequeñas hijas de 9 y 7 años de edad. En audiencia preliminar el hombre aceptó los cargos que se le imputaban.

En un caso que fue resuelto por las autoridades en solo una semana, un hombre aceptó ante un juez haber abusado sexualmente de sus dos hijas, de 9 y 6 años, y de acceder violentamente a su esposa. A diferencia de los 1.802 casos que están activos en la Fiscalía, algunos desde el 2008, en esta ocasión un fiscal del Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual, Caivas, pidió la captura del abusador, con la denuncia instaurada el 25 de agosto pasado por la madre de las niñas.El hecho, calificado por la Policía Judicial como aberrante, ocurrió en el barrio Las Ceibas, en el oriente de Cali. Cartas de una hija violada “Tengo miedo por mi hermana. Quiero que la Policía se lo lleve”. Las palabras fueron escritas por una niña de 9 años, que contó en tres hojas de cuaderno su drama. Escondió las cartas en su cajita de los colores, esperando que alguien las encontrara. El 25 de agosto pasado la niña se sentó a hacer sus tareas en compañía de su mamá. Ese día la mujer encontró tres cartas entre los útiles escolares de su hija en las que narraba las aberraciones a que era sometida. “Decía que las metía a ambas a un cuarto...”, le dijo la madre a los investigadores. La angustiada mujer no sólo denunció a su marido por el abuso sexual contra sus hijas, sino que también contó que ella misma era obligada por él a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad. Según la denuncia, Alexánder González, de 34 años, intimidaba a sus hijas y maltrataba físicamente a su mujer. Tras conocer el caso, miembros del Grupo de Delitos Sexuales de la Sijín de Cali comenzaron a recolectar las pruebas. Lo que encontraron los investigadores los dejó desconcertados. Las cartas escritas por la niña mayor describían las violaciones. “Quiero que cuando yo crezca mi papá esté muerto”, decía en una de las hojas.“La mayor, según determinó Medicina Legal, tiene abuso crónico. Era abusada desde hacía unos cinco años. Esto significa no sólo daños sicológicos sino físicos en la infante. A la menor la obligaba a presenciar lo que hacía con la grande”, reveló el comandante operativo de la Policía, coronel Milton Castrillón. Las pruebas del Instituto de Medicina Legal determinaron la veracidad de las versiones de las niñas. “El equipo de sicólogos forenses conoció los casos y entregó su dictamen, que es importante a la hora de que la justicia emita sus fallos”, explicó el director regional de Medicina Legal, Jairo Silva. El pasado 2 de septiembre, con todas las pruebas y la orden de captura, dos investigadores llegaron hasta la casa donde González vivía con su mujer y las niñas. “La casa olía a humo y el hombre estaba viendo un película sangrienta, donde se veía desmembramiento humano. Le preguntamos por qué las veía y dijo que era para aprender cosas de la vida. Luego se mostró agresivo, pero lo conducimos a la URI”, dijo uno de los investigadores. Una vez ante el juez Alexánder González aceptó los cargos y se declaró culpable. Asimismo, cuando El País le preguntó por qué le había hecho eso a sus hijas, contestó que: “tengo un trauma, a mí me pasó lo mismo”. Y remató sin levantar la cabeza mientras era reseñado: “Me merezco todos los años que me quieran dar en la cárcel”.La senadora Gilma Giménez, quien conoció el caso, dijo que la sociedad no debe fijarse en estos “arrepentimientos” y que la justicia debe castigar severamente este tipo de actos.Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, de las 4.444 denuncias de menores en situación de riesgo registradas en Cali durante 2009, 415 fueron por abuso sexual. Este año, según la Policía, 124 niños han sido abusados.