Así se planeó la operación en la que murieron 36 guerrilleros de las Farc

La inteligencia militar habría sido vital para la Operación 'Armagedón', realizada en Vistahermosa, Meta.

Muriel* se tomaba unos tragos y hablaba de más. Contaba que trabajaba llevando víveres para los jefes del Frente 27. El hombre sentado frente a él lo iba engatusando para que le diera más información. Un mes se demoró ese hombre en ganarse la confianza del guerrillero. En realidad era un agente de Policía encubierto que había llegado a Vistahermosa, Meta, a finales del año pasado para montar un negocio fachada y hacerle seguimiento a las redes de apoyo de las Farc. Analizaba cada frase que el guerrillero le decía: cómo eran los jefes del grupo, por dónde se desplazaban... Un dato en particular llamó la atención del agente. Muriel le habló de Leonel*, un mando medio del Frente 27, que trabajaba en la seguridad de los cabecillas de este grupo. Le relató que Leonel tenía problemas personales: una esposa enferma, una amante embarazada y un hijo en líos. Además, necesitaba dinero. Uno de esos días, en los que Muriel se emborrachaba, descuidó el celular y una agenda de teléfonos. Copió todos los datos, entre ellos el número de Leonel. Otro agente de la Policía lo abordó por teléfono. La primera vez no se identificó, pero poco a poco lo fue convenciendo para que les revelara la ubicación de Arcesio Niño, quien iba a asumir el liderazgo del Frente 27. La ‘cacería’ contra Arcesio Niño había iniciado dos años atrás, cuando éste era el jefe del Frente 10 de las Farc, que delinque en Arauca. Allí, los agentes encubiertos habían logrado penetrar (lograr que miembros de una organización revelen datos de ésta) la estructura de seguridad. Un grupo de agentes encubiertos había llegado a Tame. Sabían que muchos comerciantes de la zona eran extorsionados. Instalaron negocios de fachada para tentar a los guerrilleros a que les pidieran la ‘vacuna’. Cayeron en la trampa. Los lobos no sabían que iban a ser cazados. Los policías lograron convencer a un guerrillero que les pasara información. Empezaron a seguirle los pasos a Arcesio, pero tras la muerte del ‘Mono Jojoy’, en el Bloque Oriental se dieron una serie de cambios. Arcesio debía asumir como comandante del Frente 27 -cuya área de injerencia es Meta-, mientras ‘Efrén Arboleda’, antiguo cabecilla de ese grupo, recibía el 10. El informante le revelaba a los uniformados todo lo que ocurría en el grupo. Precisamente, ese guerrillero del Frente 10 fue el encargado de escoltar a Arcesio Niño en parte de su viaje a asumir como comandante del Frente 27. En noviembre pasado, lo llevó hacia la frontera con Venezuela, en un recorrido que hicieron a caballo. Reveló que antes del desplazamiento, el jefe guerrillero envió a alias Yaritsa, su radista y compañera sentimental, para que le informaba de los movimientos de la Fuerza Pública.Con los datos que entregó este primer informante, la Policía realizó una operación a diez kilómetros de la frontera con Venezuela. Arcesio alcanzó a escapar.La llegada al MetaLos policías enfilaron sus esfuerzos en la inteligencia que realizaban en Vista Hermosa. Sabían que Arcesio estaba llegando para recibir su nuevo grupo. En enero pasado ya habían convencido a Leonel de que les colaborara. Era su informante. Había sido un proceso lento, en el que usaban buzones muertos (le dejaban cartas y notas, y viceversa, en lugares establecidos o mensajes que eran entregados por los agentes encubiertos que estaban en esta población). Leonel les contó que, a finales de febrero, acompañó a su nuevo jefe en un recorrido a un campamento conocido como La Arenosa, en el cual éste recibió el Frente 27. Entonces, el guerrillero les advirtió a los policías que iba a tener problemas de movilidad pues “van a venir unos patrones acá porque se va a reabrir la escuela de mandos Isaías Pardo”, les contó. Por otras fuentes e interceptaciones de comunicaciones, el grupo de inteligencia de la Policía sabía que el Secretariado de las Farc había ordenado que se realizara un curso con algunos de los jefes del Bloque Oriental.“Este bloque estaba muy golpeado y las Farc sabían que muchos de los cabecillas de los frentes tenían muy poco perfil en la ideología y algunos problemas”, reveló uno de los investigadores de la Policía.Además, en una comunicación interceptada a ‘Mauricio El Médico’, quien reemplazó al ‘Mono Jojoy’ como jefe del Bloque Oriental, éste aseguraba que reiniciar la escuela de comandos era un riesgo que debían asumir para recomponer esta estructura y el Bloque Sur.El sábado 24 de marzo, Leonel logró contactarse con los agentes de inteligencia. Les reveló que Arcesio Niño llegaría en la noche del domingo a la escuela. Él mismo lo iba a acompañar y luego regresaría a otro campamento cercano. Les entregó las coordenadas.Fue así como en la madrugada del lunes 26 de marzo doce aviones y helicópteros partieron de la base militar de Apiay, Meta, y bombardearon la escuela de comandos Isaías Pardo, en una operación conjunta entre el Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía. Treinta y seis insurgentes murieron en la Operación Armagedón. Doce eran jefes guerrilleros, seis de ellos de primera línea. Arcesio Niño estaba entre los muertos, su compañera Yaritsa fue arrestada. El Bloque Oriental sufrió el golpe más grande en su historia, después de la muerte de su máximo cabecilla ‘El Mono Jojoy’.*Nombres cambiados