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Así fue la 'pesadilla' que vivió Pradera por la explosión que dejó dos muertos y 35 heridos

En ese municipio, el ‘Halloween’ se convirtió en una noche de terror. El atentado pudo haber afectado a cerca de mil personas. Crónica.

2 de noviembre de 2012 Por: Andrés Felipe Becerra Ibáñez | Reportero de El País

En ese municipio, el ‘Halloween’ se convirtió en una noche de terror. El atentado pudo haber afectado a cerca de mil personas. Crónica.

En el barrio El Bolito, en Pradera, ayer todo era confusión. Sus habitantes aún no se explican cómo en la noche de ‘Halloween’ un atentado con explosivo, perpetrado por dos hombres identificados por la Policía como ‘Chiqui’ y ‘Luisito’, dejó dos muertos y 35 heridos, 14 de ellos menores de edad. Un día después, las calles todavía tienen olor a sangre. Tal vez se deba a que uno de los hombres, que transportaba el artefacto explosivo en una bicicleta, voló en pedazos y sus partes quedaron por ahí, en antejardines, terrazas, a mitad de cuadra, en la esquina del billar ‘El Mundial’. El otro hombre simplemente cayó al suelo y murió. El explosivo que llevaban se les habría activado accidentalmente.Este jueves los Bomberos limpiaban las calles, los vecinos lavaban las fachadas, recogían los vidrios rotos; la Policía inspeccionaba nuevamente el lugar de la explosión. La gente limpiaba en medio del temor. En el pueblo hay miedo porque en menos de dos semanas se ha convertido en blanco del terrorismo: El pasado 19 de octubre dos petardos explotaron en una carretera que comunica a Pradera, dejando diez personas lesionadas, entre ellas dos policías. Ese atentado y el del 31 de octubre en el barrio El Bolito, fueron atribuidos a la guerrilla de las Farc.***Huberley Pérez, un joven de 19 años que resultó herido en el atentado, pensó que el estruendo que escuchó ese día era un ‘tumbarrancho’, de esos que en el pueblo se oyen en diciembre. Él, su hermano, y otros tres amigos corrieron sin parar al sentir la onda explosiva. Pero cuando pararon todos estaban sangrando: las piernas, los brazos, la espalda. Fueron llevados al Hospital San Roque de Pradera, al igual que todos los heridos. Allí los atendieron y les sacaron las esquirlas que tenían.Otro de los heridos, un menor de 14 años, habla desde su cama de la noche de terror que fue el ‘Halloween’. Entonces recuerda a los dos hombres que, él cree, llevaban los explosivos: “Uno en bicicleta, de camisa blanca y gorra; y otro de pie, camisa roja y la cara pintada como la del Guasón”. Según el chico, los hombres eran de Pradera, del pueblo. “Nunca me imaginé que minutos después esas mismas personas iban a morir allí”. Los recuerdos del muchacho fueron confirmados por Adolfo Escobar, alcalde de Pradera: “Las dos personas que llevaban el explosivo y que murieron son de un barrio marginal del municipio. La Policía los tiene identificados y sus acciones son materia de investigación. El ataque, de haberse concretado, dijo Escobar, tenía dos objetivos posibles: La estación de Policía o la tarima que estaba instalada en el parque central, donde se tenía una actividad preparada para más de mil personas. Estos dos puntos estaban a una cuadra de donde se activó accidentalmente el artefacto.***La noche del miércoles, el Hospital San Roque de Pradera casi colapsó. Llegaban y llegaban heridos. “El primero que entró por urgencias fue un pequeño de 7 años con una herida en la cabeza. Su padre gritó que alguien había atentado contra el pueblo”, recordaba ayer una de las enfermeras. Luz Ospina, auxiliar de enfermería, atendió a varios de los menores heridos, incluyendo a su propio hijo: “Estaba desesperada porque la noche se nos convirtió en una pesadilla. Ver a tantos heridos, personas llorando, a mi propio hijo sangrando, fue algo que no había pasado”. Este jueves, varios de los heridos habían sido dados de alta. Otros, más graves, remitidos a clínicas de Cali y Palmira. En el Hospital San Roque, en El Bolito, en varias partes de Pradera, en la calle, ayer era posible toparse con bolsas de dulces enteras, sin destapar. Los violentos tienen esa capacidad: convertir celebraciones en pesadillas.

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