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Así es la radiografía de las Farc, el ELN y las bacrim en 2013

La Fundación Paz y Reconciliación hace un análisis del estado del conflicto armado y de sus actores.

18 de diciembre de 2013 Por: Colprensa

La Fundación Paz y Reconciliación hace un análisis del estado del conflicto armado y de sus actores.

Al terminar el 2013 y en la víspera de un nuevo año en el que seguramente seguirán las negociaciones del Gobierno Nacional con la guerrilla de las Farc en La Habana (Cuba), este grupo subversivo ha mantenido su accionar de forma constante, aunque con cambios significativos en la estrategia militar. Colprensa revela el informe 2013 sobre el estado del conflicto armado en Colombia, preparado por la Fundación Paz y Reconciliación que dirige el analista León Valencia, y que asimismo da cuenta de lo que podría venir sobre un proceso de negociación alterno con la guerrilla del ELN, señalando los puntos en los que giraría la agenda.El reporte hace un análisis detallado de cómo las bandas criminales no se han debilitado de fondo con el constante cambio de cabecillas, a propósito de las capturas y bajas producidas por las Fuerzas Armadas. La alerta de la Fundación hacia las autoridades indica que si no se controlan los activos de estas organizaciones remanentes, incluso de las AUC, no se podrá frenar su actividad ilegal.Farc, cambio de estrategia El informe revela cambios en el accionar de las Farc durante el 2013. Estos están representados en la voluntad de decretar treguas o hacer ofensivas de acuerdo al ritmo en La Habana, la utilización del sabotaje a la infraestructura energética como una táctica militar y la promoción de la protesta social y la movilización política en sus zonas de influencia. Las Farc operan en 11 regiones y 242 municipios del país y en este 2013 se le contabilizaron, hasta noviembre, 2.003 hechos violentos, mientras que en todo el 2012 se registraron 1.944 acciones. No obstante, su accionar ya no trata de combates abiertos ni de emboscadas, sino de ataques sorpresa y una gran ofensiva contra la infraestructura energética, con 200 hechos entre enero y noviembre de este año.La Fundación reveló que en zonas de actividad petroleras como Putumayo, Nariño, Arauca y Norte de Santander se crearon “comisiones de mineros” para enterrar los explosivos cerca a dichas estructuras”.También hay microextorsión en Caquetá, Nariño y Meta a empresas medianas como las de transporte público o contratistas petroleros y a grandes compañías a las que se les exige hasta el 10 % del valor del barril de petróleo como cuota.Pero lo más relevante en el cambio de estrategia fue utilizar como táctica militar los atentados a la infraestructura energética y petrolera que ha llevado incluso a atacar zonas rurales con las consecuencias que esto tiene.ELN, acciones políticasA 30 de noviembre de 2013, el ELN había realizado 304 acciones violentas especialmente en Chocó y Bolívar, con el propósito de buscar aumentar sus recursos en aspectos como la minería ilegal. Especialmente se dedican a atentados contra la estructura petrolera, que llevaron incluso a que la multinacional canadiense Braeval Mining devolviera los títulos mineros tras el secuestro de varios de sus funcionario.No obstante, para la Fundación, el ELN se ha volcado a un trabajo más político que se evidencia también en las alianzas o en la “coordinación militar” con las Farc para “recomponer su relación con la población civil y el trabajo de masas con miras a promover la participación ciudadana con el propósito de generar un ambiente favorable en torno al proceso de paz y la implementación de los acuerdos que se puedan alcanzar en el mismo”.Según el informe, los acercamientos entre el Gobierno Nacional y el ELN se vienen dando hace un año y dado que el fin del secuestro se ha entendido con un acto de voluntad, esa guerrilla empezará a buscar rentas nuevas en extorsiones en Arauca, Norte de Santander y Nariño; con la minería ilegal en el Sur de Bolívar, Chocó, Nariño y Cauca y con amenazas a multinacionales.En una negociación se hablaría de las garantías de movilización, el reconocimiento del delito político, la responsabilidad del Estado en el fenómeno paramilitar y la defensa de los recursos naturales, entre otros temas.Bacrim, un retoUn panorama distinto es el que ofrece la situación actual de las bacrim, pues a pesar de haber perdido sus principales cabezas a manos de la Policía y las Fuerzas Militares, los constantes relevos no han debilitado del todo a las organizaciones internas.Según la Fundación, es absolutamente necesario empezar a afectar el control y acceso que tienen estas estructuras a los activos que fueron acumulados en el pasado por las autodefensas. Se trata de las rentas de apuestas, de la administración de recursos públicos incluso por vía de colaboradores en el estado y acceso a la contratación, así como por negocios como el contrabando, los cultivos ilícitos, entre otros, que se suman a su actividad actual como lo es la minería ilegal y el despliegue en las ciudades por el control del microtráfico, el tráfico de armas, de dinero y el contrabando. Las bacrim tienen presencia en, al menos, 409 municipios en 31 departamentos del país y contarían con cerca de 2.900 integrantes tan solo en las estructuras más grandes: ‘Urabeños’, ‘Rastrojos’ y dos bandas disidentes del ‘Erpac’: el Bloque Meta y Libertadores del Vichada. Su actividades en ciudades como Medellín, Barranquilla, Cúcuta y Cali incluyen distribución de panfletos, homicidios selectivos, desalojos forzados y extorsiones, al igual que acciones dirigidas a aterrorizar y amedrentar a quienes ejercen la labor de denuncia.

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