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¿Armarse o desarmarse? Tras masacre de Newtown, Estados Unidos se divide

Aunque tras la masacre de Newtown, muchos siguen apoyando las armas, por primera vez se oyen tantas voces en contra de estas.

18 de diciembre de 2012 Por: Resumen de agencias

Aunque tras la masacre de Newtown, muchos siguen apoyando las armas, por primera vez se oyen tantas voces en contra de estas.

Tras la masacre de Newtown, Estados Unidos se divide. Armarse o desarmarse, esa es la cuestión. Porque por un lado está la venta de armas que después de este fin de semana se ha disparado: de hecho está encaminada a alcanzar una cifra histórica.Si bien no hay registros oficiales sobre la venta anual de armas, en Estados Unidos ya es posible hacerse una idea: La compra legal (la realizada en armerías con licencia) requiere una verificación de los antecedentes del comprador efectuada por el FBI. Hasta finales de noviembre, el FBI había hecho 16.808.538 trámites, lo cual ya sumaba 350.000 trámites más que en todo 2011. Los expertos calculan que este mes habrá casi dos millones más de trámites y esa sería la cifra más alta desde que la policía federal empezó a publicar el dato en 1998.En EE.UU. hay más de 129.817 armerías con licencia para la venta de armas. A esto debe añadírsele todo el comercio de armas no reglamentado y el tráfico ilegal. Si a la ecuación se le se suman las armas que tienen los militares y las fuerzas policiales, es probable que el total de armas en Norteamérica supere los 300 millones.Aunque las motivaciones para la adquisición de estas siguen siendo muy variadas, tras sucesos como el del viernes pasado en la escuela primaria Sandy Hooks, de Newtown (Connecticut), uno de los más comunes es la defensa personal.Muchos ciudadanos llegan a la conclusión de que si hubiese alguien con un arma de fuego instruido en su uso, cuando comienza uno de estos episodios violentos el atacante podría ser contrarrestado. Pocas horas después de la masacre, por ejemplo, la comentarista conservadora Ann Coulter afirmó en un twitter: “Más armas, menos matanzas”.Pero hay otros motivos: millones de personas en EE.UU. creen que se avecina un colapso económico y se arman para protegerse en medio del caos social; otros creen que la reelección de Barack Obama, llevará a la confiscación de armas para implantar una dictadura.Y mientras eso pasa, cada año unas 100.000 personas son heridas o muertas a balazos. Desde 1968, cuando fueron asesinados el dirigente de los derechos civiles Martin Luther King, y el senador Robert Kennedy, más de un millón de personas han muerto en los Estados Unidos por heridas de bala.Y ahí es donde aparece la otra cara de la moneda: hoy, más de la mitad de los estadounidenses está pidiendo mayores restricciones a la venta de armas; y cerca de seis de cada diez apoyan prohibir los cargadores de alta capacidad, según encuesta divulgada por la cadena ABC y The Washington Post.Según la encuesta, el 54 % de la gente respalda mayores restricciones sobre las armas y la mayoría cree que el tiroteo en Newtown (Connecticut), es síntoma de “problemas más amplios en la sociedad estadounidense”.Por ello, una clara mayoría está pidiendo la prohibición a la venta de cargadores de armas de alta capacidad -como el rifle de asalto utilizado en la masacre-, y poco más de la mitad, el 52 %, apoya la prohibición de armas semiautomáticas.Pero la cultura de las armas está tan arraigada que, pese a todo, el 71 % de los estadounidenses se opone a una prohibición total de la venta de pistolas, mientras que el 56 % dice que se opone “firmemente” a cualquier medida que prohíba del todo la venta de esas armas.Por primera vez desde 2007, cuando ocurrió la matanza de 32 personas en la universidad Virginia Tech, un mayor porcentaje de personas apoya firmemente leyes más estrictas.Buscando en la mente de AdamDe otra parte, especialistas trabajaban ayer para recuperar información de los ordenadores del autor del tiroteo, Adam Lanza, e intentar acercarse al motivo que le llevó a perpetrarlo.Las autoridades encontraron en la casa de los Lanza dos ordenadores con los discos duros rotos, por lo que los investigadores intentan ahora recuperar la información. Adam Lanza no dejó notas ni diarios, ni era activo en redes sociales, por lo que las autoridades siguen sin saber qué le llevó a disparar contra su madre antes de cometer una de las peores matanzas escolares de la historia de los Estados Unidos.El portavoz de la policía de Connecticut, teniente Paul Vance, detalló que se están examinando todos los aspectos de la vida del homicida. Así se espera que los correos electrónicos y las páginas web que visitó desde sus ordenadores ayuden a saber qué y por qué ocurrió.Los conocidos de Lanza lo han definido como un joven “callado y tímido” y “muy antisocial” pero muy inteligente, especialmente en temas informáticos, por lo que la Policía espera que la información de sus ordenadores pueda arrojar luz a la investigación.CNN informó que Adam Lanza, quien padecía una forma de autismo, seguía cursos universitarios desde los 16 años.

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