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Anuncios del ELN son aún "tibios" indicios de dejar las armas, según analistas

Aunque la guerrilla “tendría” disposición de dejar las armas, analistas afirman que el grupo no quiere mostrarse débil. ELN dice que su plan A es la salida política, pero que también tiene plan B.

8 de enero de 2015 Por: Redacción de El País y agencias.

Aunque la guerrilla “tendría” disposición de dejar las armas, analistas afirman que el grupo no quiere mostrarse débil. ELN dice que su plan A es la salida política, pero que también tiene plan B.

“El ELN está como la novia que sí se quiere casar, pero que necesita o quiere que el novio le ruege más”. Con estas palabras el analista Ancízar Marroquín definió la posición del Ejército de Liberación Nacional, ELN, frente a la posibilidad de iniciar un diálogo de paz con el Gobierno Nacional. Lo cierto es que, según los expertos, luego de anunciar semanas atrás que el miércoles haría un gran anuncio sobre el tema, esa guerrilla solo dio “tibios” indicios sobre “la posibilidad de dejar las armas” que incluso resultaron contradictorios para algunos.En horas de la mañana se dio a conocer un comunicado desde el V congreso de la organización en el que se anunciaba que el gobierno de Juan Manuel Santos había planteado su disposición de poner fin al conflicto armado en el país. “Asistimos a este diálogo para examinar la voluntad real del Gobierno y del Estado colombiano; si en este examen concluimos que no son necesarias las armas, tendríamos la disposición de considerar si dejamos de usarlas”, se leyó en el texto que para analistas como Álvaro Sierra tenía el real propósito de divulgar la conmemoración de los 50 años de existencia del grupo subversivo.En su comunicado, el grupo subversivo agregó que “el gobierno de Santos tiene la disyuntiva de persistir en su política de guerra y pacificación o atreverse a un verdadero camino de paz deseado por todos los colombianos”.Ya en horas de la tarde, la emisora del ELN divulgó declaraciones de Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, e Israel Ramírez Pineda, alias Pablo Beltrán, quienes afirmaron estar dispuestos a avanzar en las conversaciones para ponerle fin al conflicto armado. “(...) Tenemos un plan A que es con alma, vida y sombrero impulsar la solución política. Pero también tenemos un plan B, que es pensar que no salga y nos preparamos para ambos”, aseguró ‘Beltrán’, antes de explicar que durante el congreso se llevó a cabo una planificación de lo que sería la guerra pensada a diez años.No obstante, manifestó que el ELN reitera su idea de salir del conflicto armado pero por la vía política, para lo cual indicó que en esta ocasión le creen al Gobierno en esa propuesta, siempre y cuando se demuestre “que no es una jugada militar para doblegar a la insurgencia”. Para el analista Marroquín, ambos anuncios buscan demostrarle al Gobierno y a la opinión pública que el ELN “no es una guerrilla chiquita ni está acabada. Que tiene capacidad de movilización y que logró reunir a miembros de todo el país para el congreso que realizaron -en algún lugar de Colombia-, pese a la acción de las Fuerzas Militares”.Sin embargo, explica el experto, esa posición no es ajena tampoco al deseo de sumarse al proceso de negociación que se adelanta en La Habana.“Ellos están reconociendo que el proceso con las Farc va muy adelantado y no quieren quedarse por fuera, lo que sucede es que los acercamientos que han tenido con el Gobierno parece que no han dado los frutos esperados y por eso no se ha podido acordar una agenda”, agrega Marroquín. De ahí que voces como la del senador liberal Guillermo García Realpe pidieran el miércoles el pronto inicio de un diálogo formal con el ELN.“Los contenidos de la agenda que se están revisando con las Farc son muy parecidos a los que se deben discutir con el ELN, así que se puede hacer una unión de temas, aunque también somos conscientes de que puede haber otros temas importantes, como el de la minería”.Por su parte, el presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro, Acore, general (r) Jaime Ruiz Barrera, aseguró que es necesario que esa guerrilla no solo “deje” las armas, sino que las entregue, se desmovilice y pague por los crímenes cometidos de acuerdo al Marco Jurídico para la Paz. Añadió que el anuncio del ELN “no es nada nuevo” porque desde que se iniciaron las aproximaciones para negociar el objetivo es que haya desmovilización, desarme y cese el fuego. “Tiene que haber entrega de las armas y no la dejación. Dejar las armas no es garantía que no las vuelvan a utilizar”, señaló.El general Ruiz Barrera sostuvo que le preocupa que “quieran ganar tiempo, al igual que las Farc, y no llegar a hechos concretos y precisos. Ya hay un modelo en el cual se cometieron muchísimos errores que han sido reconocidos”.Sin hombresInformes de las autoridades indican que actualmente el ELN tiene entre 2500 y 3000 hombres/fusil distribuidos en cinco frentes de guerra y que todavía cuenta con una red importante de milicianos y presencia sobre todo en movimientos sociales.También indican que cuenta con tres frentes muy activos, siendo el más importante el ‘Domingo Laín’, que opera en Arauca y que constituye su columna vertebral en lo militar y lo económico. Sin embargo, varios informes indican que la cifra de integrantes es menor. Por ejemplo, el informe ‘Auge y Declive del ELN’, realizado por Camilo Echandía, investigador de la Universidad Externado de Colombia en 2013, apunta que a comienzos del 2000 esa organización tenía un total de 4700 integrantes distribuidos en siete frentes de guerra con 38 frentes rurales, siete regionales en escenarios urbanos y 38 compañías móviles. Pero “en el presente reúne 1330 guerrilleros, 26 frentes rurales, un frente urbano y 13 compañías móviles”.Por su parte, un informe de la Fundación Ideas para la Paz sostiene que el mando de esta guerrilla ha logrado tener continuidad “porque desde hace más de una década los principales mandos de la organización decidieron refugiarse fuera del país, para evitar golpes contundentes como los que han sufrido las Farc”.La entidad académica advierte también que, pese a la desaparición de una decena de frentes rurales, no cabe duda que el ELN tiene la capacidad para generar perturbación como acciones armadas en contra de la infraestructura petrolera y empresas multinacionales en el nororiente del país, así como en la regulación de la minería ilegal en Cauca, Nariño, Chocó, Sur de Bolívar y el bajo Cauca antioqueño, donde todavía tiene presencia.

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