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Orfa Muñoz recuerda la tragedia de su hijo Héctor, víctima de los hechos que rodearon el plagio de los diputados. | Foto: Foto: Elmer Agudelo / El País

FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN

15 años después del crimen de los diputados, habla una víctima 'invisible'

Orfa Muñoz recuerda la tragedia de su hijo Héctor, víctima de los hechos que rodearon el plagio de los diputados.

12 de abril de 2017 Por: Olga Lucía Criollo / Reportera de El País 

El secuestro de los diputados del Valle. Ese es el rótulo que utilizan las Farc, el Gobierno, los medios de comunicación y la sociedad en general para referirse a los trágicos hechos que sacudieron a Cali el 11 de abril del 2002.

Sin embargo, pocas personas recuerdan que el luto también llegó ese día a los hogares del subintendente de la Policía Carlos Alberto Cendales, al del conductor Walter López y al del camarógrafo Héctor Sandoval Muñoz.

Tres familias que durante quince años, y en silencio, también han llorado a sus seres queridos y para las que la vida tampoco volvió a ser la misma desde que la guerrilla sacó con engaños a varias personas que ese día, a las 10:45 de la mañana, se encontraban en la sede de la Asamblea y tenían ‘pinta’ de diputados.

En la puerta del Edificio de San Luis cayó acribillado el uniformado que logró percatarse de que no había tal amenaza de bomba, mientras que los otros dos fueron víctimas del fuego cruzado en inmediaciones de Peñas Blancas, zona rural de Cali, hacia donde las Farc se llevaron a los políticos, siendo perseguidos por el Ejército.

Allí murió Walter, el conductor del vehículo de RCN, y quedó herido su compañero Héctor, quien alcanzó a ser trasladado al Hospital Universitario del Valle, donde murió al amanecer del día siguiente, el viernes 12 de abril, cuando todavía todo era confusión e incertidumbre para los secuestrados, sus familias, las autoridades y los demás vallecaucanos.

Un capítulo de intenso dolor que desde ayer de nuevo es revivido por doña Orfa Muñoz, quien como desde hace quince años acudió a la parroquia de Santa Teresita, en Palmira, para orar y llorar la ausencia del menor de sus hijos, el camarógrafo, el que le regalaba ropa, el que no revivirá -dice ella- porque alguien le pida perdón.

¿Qué viene a su mente cuando escucha hablar del secuestro de los diputados?

Me desespero mucho. Me da mucha angustia y tristeza. No quisiera escuchar nada de eso, porque todo el mundo habla de los diputados y no mencionan a nadie más de los cayeron, sino solo a los diputados.

¿Cómo se dio cuenta de lo que estaba pasando con su hijo ese día?

Yo estaba viendo las noticias, cuando en esas pasaron que ellos iban con los diputados por ahí para arriba y comenzaron a echar tiros y de allá arriba dijeron: ‘Vienen los bonitos de RCN’. Se oyó, muy clarito se oyó. Entonces yo dije entre mí: ¿pero por qué dicen eso? Y ya les dispararon, entonces Héctor y los otros comenzaron a decir: ‘No disparen, somos prensa, no disparen…’ y fue cuando cayó el motorista y luego mi hijo.

Entonces se fue para Cali...

Inmediatamente vieron eso los vecinos, plantaron un taxi y le dijeron que me llevara para Cali, pagaron la carrera que costó 40 mil pesos.

¿Alcanzó a verlo con vida en el hospital?

Sí, cuando llegué al Departamental ahí ya estaba mi hijo en la cama, y me dio mucha tristeza ver que iba quedar con la pierna amputada. Como yo fui auxiliar de enfermería y trabajé allá, los médicos me conocían, y uno me dijo: ‘Plántate allá afuera mientras nosotros atendemos a tu hijo’, y cuando ya me dijeron: ‘Pasá’, mi hijo acababa de morir.

¿Siempre había trabajado como camarógrafo, le había tocado ir a muchos cubrimientos peligrosos?

Sí, le tocaba ir a muchos programas, pero a mí no me daba miedo porque solo me daba cuenta cuando él llegaba y me contaba ‘estuve en tal parte’.

Ha tenido algún contacto con la familia de Walter, el conductor?
No, no lo conozco, sé que era el motorista, pero nunca tuve ningún contacto con su familia ni tampoco con la periodista (Luz Stella Arrovaye, exiliada en Canadá).

Para entonces Héctor ya tenía un hijo...

Sí, se llama Juan Sebastián y quedó de cinco años. Como hacía dos años su mamá se había separado de Hernán, ese día se lo llevó para donde ella trabajaba... pero él no habla de ese tema ni de nada, es muy silencioso. Ya tiene 18 años.

¿Usted le guarda algún rencor a las Farc por lo sucedido?

A la guerrilla, no. Con los militares sí. Los odio porque ellos fueron los que mataron a mi hijo y ellos fueron los que les dispararon a los de RCN. Uno de los guerrilleros cogió a mi hijo y se lo entregó a RCN.

¿Pero es consciente de que la guerrilla fue la que cometió el delito que obligó a la persecución?

No sé nada, no sé porque ellos entraron allá ni porque entraron al Palacio (sede de la Asamblea), solo me di cuenta cuando hubo el tiroteo.
¿Alguna vez los familiares de los diputados la han contactado?
No y no quiero que nadie se arrime donde mí, porque con eso no voy a salvar a mi hijo.

¿Y del Ejército tampoco la han buscado?

Tampoco y nunca pensé en demandarlos. Lo único que he pensado es que algún día les debe llegar el turno a ellos.

¿Se dio cuenta que las Farc pidieron perdón por lo sucedido en el secuestro de los diputados?

¿Para qué se ponen a pedir perdón, si no van a perdonar? Es como yo, qué voy a decir: perdono, si yo a esos militares que los voy a perdonar... Para qué voy a decir: ay sí, me pidió perdón, si con eso no me van a devolver a mi hijo.

¿O sea que si la guerilla la busca para pedirle perdón, no lo acepta?

¿Y por qué ellos van venir a pedirme perdón si no fueron ellos los que mataron a mi hijo, sino los militares?

Usted conserva intacta la habitación de su hijo, ¿qué guarda allí?

Los carros que traía, los juguetes que me regalaba y las fotos que le hice tomar cuando estudiaba, los periódicos donde salió lo de su muerte ya no los tengo porque los hijos me quitaron todo eso, porque decían que era un martirio para mí.

¿Cómo era Héctor?

Muy buena gente conmigo, con los hermanos y con el hijo. A mí me traía mucha ropa; ahí tengo un poco de pijamas que no me he estrenado y vestidos, porque me traía muchos. También gafas y me compraba cachuchas para que no aguantara sol porque yo camino mucho... era el menor.

¿Qué opina del proceso de paz que firmaron el Gobierno y las Farc?

Esos se están haciendo los pendejos. Se entregan y ahí vuelven y se arman. En eso no creo yo...¿no ve toda la gente que están matando en el Cauca? Y que están entregados, dicen.

Pero no le parece que es bueno dejar atrás todos esos años de guerra..
Eso de perdonar y de pedir perdón es una hipocresía porque no lo están haciendo como debe ser.

Quiénes eran

Los diputados secuestrados el 11 de abril de 2002 fueron Rufino Varela, Carlos Barragán, Jairo Javier Hoyos Salcedo, Alberto Quintero Herrera, Juan Carlos Narváez, Édinson Pérez, Nacianceno Orozco, Carlos Charry, Francisco Giraldo, Ramiro Echeverry, Héctor Arismendi y Sigifredo López.

Los primeros once fueron asesinados el 18 de junio de 2007, lo que este año se conmemorará un década de su fallecimiento.

Carlos Alberto Cendales era caleño y tenía 27 años. Su hermana Luz Marina viajó a Cuba el año pasado para entrevistarse con Pablo Catatumbo, jefe de las Farc, quien en nombre de la guerrilla le pidió perdón por la muerte del policía.

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