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Una larga exposición al sol puede resultar mortal. Las oleadas de calor que atraviesa Cali no solo afectan al medio ambiente sino que puede comprometer nuestra salud. Tome medidas de prevención como cuidar la piel, beber suficiente agua y procurar las actividades bajo la sombra. | Foto: Foto El País

Consejos para prevenir los riesgos de una oleada de calor

Ante las altas temperaturas de calor debemos cuidar nuestro organismo de una deshidratación. Proteger la piel, consumir agua y reducir el consumo de sales, algunas de las recomendaciones.

6 de agosto de 2017 Por: Wendi López Duque / Especial para El País

Cali ha llegado durante esta semana a los 33 grados centígrados, a pesar de que su promedio es de 24°C. La Secretaría de Salud Municipal y entidades médicas han advertido del riesgo de padecer un ‘Golpe de calor’, trastorno que consiste en el aumento de la temperatura corporal y el fallo de los mecanismos de termorregulación (sudor, vasodilatación, respiración, orina, etc.) encargados de ‘refrigerar’ el organismo y evitar su deshidratación, tras un prolongado tiempo de exposición al sol.
Debe diferenciarse de la fiebre, ya que esta es la respuesta del organismo a un agente interno como la inflación o la infección y no externo, como lo es en este caso.

Algunos de los síntomas más frecuentes son dolor de cabeza, mareos, somnolencia, sentir la piel caliente, dificultad visual e incluso, puede generar desmayos.

El responsable del grupo de salud pública y epidemiología de la Secretaría de Salud, Fredy Agredo, puntualizó que las altas temperaturas pueden generar apatía, dejadez, falta de ánimo e irritabilidad. “Por estos días, a algunas personas se les sale más rápido el mal genio. A otras, puede darles cierta alteración o pérdida de la conciencia, dada la deshidratación que a veces ocurre al perder agua y electrolitos como el potasio y el sodio”, explicó.


Para los especialistas, si una persona llega a sentir alguno de los síntomas mencionados debe acudir de inmediato al médico, ya que un golpe de calor puede ser mortal. En épocas de temperaturas altas es usual que, en las unidades de emergencia de los centros médicos, aumente el número de pacientes por esta complicación.

Según el doctor Carlos Eduardo Vargas, coordinador de urgencias del Centro Médico Imbanaco, el golpe de calor tiene varias etapas. Inicialmente se da la hipertermia( aumento de la temperatura del cuerpo, que puede ocasionar irritabilidad y cansancio); luego viene el síndrome de fatiga por calor (donde hay una alteración del nivel de consciencia y afectación del sistema nervioso central) y finalmente, sucede el golpe de calor, como estadio más tardío de la exposición sostenida a una alta temperatura.

Para Vargas, un golpe de calor es cuando a un paciente se le compromete su estado hemodinámico y entra en ‘shock’ o en coma, lo cual es muy usual en deportistas de alto rendimiento. “En nuestro medio es menos probable ver un golpe de calor. Lo usual es la hipertermia y el síndrome de fatiga, ya que en términos generales la gente se refresca”, afirmó.

Hay que diferenciar una oleada de calor de un ‘golpe de calor’. Una oleada de calor se define como un estado climático de temperaturas elevadas y humedad extrema que afecta al medio ambiente, deja de forma secundaria impactos en la economía y por supuesto, al cuerpo humano.

Afectaciones renales

La ola de calor también guarda relación directa con la formación de cálculos renales. Es decir, con la producción de una especie de ‘piedritas’ en el riñón, compuestas por sales que no se eliminan a través de la orina.

Cali es una de las ciudades con mayor incidencia en esta complicación, siendo las mujeres las que más la padecen, en una relación de 3 a 2 con los hombres, según un informe del Centro Médico Imbanaco. Aumentar la ingesta de agua es una de las recomendaciones de los especialistas.
Para Alejandro Mendoza, urólogo del Centro Médico Imbanaco, es importante resaltar que la producción de cálculos no toma mucho tiempo. “Hay personas que con solo deshidratarse unas horas, dos o tres días seguidos, pueden empezar a formarlos”, explicó el especialista.

La mayoría de las personas se da cuenta de esta enfermedad cuando los cálculos descienden por el uréter y producen un cólico que muchas mujeres afirman, es mayor al del parto, según Mendoza. Sin embargo, no todos los cálculos descienden y pasan inadvertidos en el riñón. Cuando una persona presenta infecciones urinarias seguido, se debe descartar que tenga cálculos, con exámenes de orina y ecografías.

Para el urólogo hay dos maneras de prevenir la formación de cálculos y las denomina como “la fórmula Mucho, Mucho, Poco, Poco”:

-Mucho consumo de líquidos. Ingesta de dos  litros de agua al día.

-Mucho ejercicio. En una primera instancia para aumentar la absorción de calcio en los huesos y en una segunda, para que a través de los movimientos bruscos las sales no se adhieran fácilmente al riñón.

-Poco consumo de sales en la dieta.

-Poco consumo de proteína animal.

Los cálculos de 7mm en adelante deben ser tratados, incluso, pueden llevar a procedimientos quirúrgicos, en un 10 % de la población. El otro 90 % suele expulsar los cálculos de manera natural, de ahí que se crea, erróneamente, que algunos remedios caseros como la ‘Chancapiedra’ y el aceite de recino los hacen salir, pero no hay evidencia científica que demuestre esto.  “Muchas veces no hay quien le quite al paciente la idea de que estos remedios caseros fueron la solución”, afirmó el médico del Centro Médico Imbanaco.

El golpe de calor sucede cuando el organismo no es capaz de regular su temperatura corporal, la cual es estable en los 36ºC, sin importar si en el medio ambiente hace frío
o calor.

“La piel nuestro medio de defensa

La piel es un órgano muy importante en la regulación térmica. Es la primera barrera contra los rayos UV y la luz infrarroja. “Es nuestro medio de defensa”, indicó el médico Gustavo Adolfo Espinosa, dermatólogo adscrito a Coomeva Medicina Prepagada, quien además explica cómo los rayos UV penetran la piel 0,6 mm, en tanto que la luz infrarroja la traspasa totalmente.

La piel durante una oleada de calor se hace vulnerable, especialmente en una ciudad como Cali, en donde la presencia de la luz ultravioleta aumenta un 4 %, debido a que está ubicada a más de 1000 m s.n.m (metros sobre el nivel del mar), apuntó el doctor Espinosa.
Los tres tipos de luz ultravioleta son: UVA, que produce el enrojecimiento previo al bronceado; UVV, responsable de la quemadura solar y el cáncer de piel a largo plazo, y los UVC, que son absorbidos por la atmósfera. 

Según los expertos, el cáncer de piel es de los que más se ha incrementado en los últimos años, debido al daño en la capa de ozono. Es por esta razón que ante las oleadas de calor es importante protegerse con prendas especiales, bloqueadores solares y cremas extra humectantes.  

Andrade recomienda una dieta amarilla: frutas como la papaya, el mango, la zanahoria, ricas en betacarotenos (principal precursor de la vitamina A y antioxidante). Asimismo, el consumo de vitamina C, ya sea a través de frutas cítricas o en medicamento.

Según el médico Fredy Agredo, un estudio realizado en 2013 por el Instituto Nacional de Cancerología evidencia como el cáncer de piel ha aumentado en el país y en este se hace una proyección en la que se presume que por cada mil habitantes, habrá 102 casos nuevos de esta enfermedad, en el 2020. Siendo los más comunes el carcinoma basocelular y el carcinoma escamocelular.

Otra de las afectaciones más usuales durante la oleada de calor es el sarpullido, especialmente en los niños pequeños, a quienes se debe vigilar el tiempo de exposición al sol e hidratarlos bien.
Los dermatólogos coinciden en afirmar que la protección solar es muy importante y que ante episodios de severa exposición se acuda de urgencia a centros médicos donde puedan ser atendidos los casos acorde con cada tipo de piel, edad y complicación

Consejos


* Disminuir el tiempo de exposición directa al sol. Especialmente entre las 11:00 a.m. y las 3:00 p.m. Evitar eventos deportivos durante ese mismo horario y procurar hacer actividad física en horas de la noche.

* No dejar niños ni mascotas dentro de vehículos o espacios cerrados.
Mantenerse hidratado. Especialmente los bebés, ancianos e hipertensos, ya que son quienes se deshidratan con mayor facilidad.

* Vestirse con ropa suelta, ligera y de colores claros, ideal el blanco. Evitar los colores oscuros porque absorben más los rayos solares.
Refrescarse frecuentemente: buscar la sombra, usar sombrillas, abrir las ventanas, encender el aire acondicionado o ventilador. Ducharse o ponerse compresas frías.

* Aumentar el consumo de líquidos en el día, sin esperar a que nos dé sed (consumir por lo menos 8 vasos de agua diarios).

* Evitar las bebidas calientes.

*Evitar las bebidas alcohólicas.

* Consumir frutas. Especialmente sandía, mandarina y naranja.
Velar porque los adultos mayores, niños con discapacidad y bebés permanezcan en la sombra.

*Usar gorras o sombreros y lentes de sol con protección UV.

* Indispensable el uso de protectores solares con protección UV superior al 50 %.

Si un niño llora y no bota lágri-
mas, si dejamos de sudar, si la boca se nos pone seca, sentimos cansancio y la orina se nos torna más oscu-
ra, debemos advertir una deshidra-
tación.

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