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¡Que entre lo nuevo! Claves para ordenar su clóset

Aproveche la primera semana del año para limpiar y ordenar su clóset. Mueva lo estancado y abra espacio para recibir lo que este nuevo ciclo de vida quiere traerle. Aquí, 7 claves para poner fin a la acumulación que obstruye la energía.

3 de enero de 2017 Por: Redacción de El País

Aproveche la primera semana del año para limpiar y ordenar su clóset. Mueva lo estancado y abra espacio para recibir lo que este nuevo ciclo de vida quiere traerle. Aquí, 7 claves para poner fin a la acumulación que obstruye la energía.

1. Primer paso: más limpio sí se puede

El primer paso, aunque suene obvio, es limpiar a profundidad el área del clóset. Es importante recordarlo, porque hay quienes creen que doblar toda la ropa y ubicar bien los zapatos es suficiente, pero no es así. Para el feng shui, que estudia a profundidad la relación armónica o inarmónica entre los objetos y la energía que de ellos se desprende en un espacio, es muy importante tener fundamentos claros antes de levantar las paredes. Es decir, es importante limpiar a profundidad los cajones, el piso, las paredes del clóset o del  vestier, dejar que entre el aire fresco, que entre la luz, que los espacios respiren, que el buen olor sea la base para el orden que vendrá.

2. Abra espacio para lo nuevo Si su forma de ordenar consiste en volver a ubicar todo lo que ha acumulado en los pasados 10 años, no  logrará gran cosa. Abra espacio para que entre lo nuevo. Si usted pide que lleguen bendiciones para este año, pero retiene todo lo viejo, no se sorprenda si las transformaciones en su vida no se dan con la velocidad deseada. Los objetos que llevan mucho tiempo estancados, inutilizados, olvidados, agonizando de olvido o deteriorándose día a día en cajones, crean confusión mental, peso psicológico, carga, estrés, y hacen que la energía fluya más lenta o que no fluya para nada. Disponga un espacio para los objetos  que este año va a dejar “fluir”. 3. Hora de desechar A la hora de ordenar su clóset o vestier, disponga cuatro pilas de objetos: para desechar, regalar, reparar y conservar. Debe desechar  lo que ya no tiene forma de ser reparado, lo que es basura (papeles viejos, documentos inservibles o vencidos, recibos, aretes nonos), lo que definitivamente no le sirve a usted ni le servirá a nadie excepto a los expertos en reciclaje. Pero también debe deshacerse de esos objetos-recuerdo que no le aportan nada y que sí le atan a imposibles o a tiempos difíciles. No, las mil  bolsas y cajas que guarda “por si llego a necesitarlas un día” no son esenciales para su 2017. 5. Reparar

Cuando usted desmonta los objetos que tiene en su clóset, descubre no solo lo que le sobra y lo que tiene, sino que descubre el deterioro de ciertas prendas y accesorios. Aproveche este momento para llevar  a la remontadora de calzado todos esos zapatos en mal estado. Lleve a la lavandería esas prendas que, a pesar de estar limpias, han recibido humedad, polvo, residuos de madera y hasta telarañas. También, lleve a la modistería esos pantalones que no ha mandado a recortar, los sacos que perdieron botones, la ropa descosida que dejó olvidada, y todo lo que pueda salvarse ya sea para regalar o para quedarse.

6. Conservar Cuando haya decidido qué prendas le acompañarán este año, ordénelas según el color, de más oscuro a más claro, sin discriminar según el tipo de prenda. Así lo aconseja la personal shopper Consuelo Guzmán, quien sugiere no separar las cosas entre elegantes y de diario sino mezclarlo todo para  armar looks más versátiles y darle uso a esas joyas del armario que no tienen por qué quedarse reservadas solo para la visita de la Reina Isabel. Empiece a colgar  todo lo negro, pantalones, camisas, camisillas; luego pase a lo gris, luego a lo azul oscuro, y así vaya descendiendo en la escala cómática hasta llegar a las prendas blancas. Lo de temporada, guárdelo aparte. 7. Cuatro principios Tenga en mente  cuatro palabras: vacío, limpieza, belleza y orden.  Trate cada prenda con respeto y consideración, pues cada objeto necesita ocupar un  espacio justo, necesita reposar, necesita ser cuidado, conservado y querido porque las cosas no son solo cosas sino energía. Este orden del clóset no debe hacerse solo una vez al año. Consuelo Guzmán recomienda hacerlo cada tres o cuatro meses como mínimo, para ser consciente de lo que tiene, de lo que le falta, de lo que ya no le queda, de lo que no ha usado, de lo que usó tanto que ya se desgastó, etc. Y aconseja, por último, “ir de compras a su propio clóset”, sentir la emoción de entrar y decir: “¿Qué me podré hoy?”.

 

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