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¿Entretenimiento o maltrato? Franklin Ramos habla sobre las críticas a Next Top Model

El famoso asesor de las celebridades accedió a analizar con El País las fuertes críticas que le llueven al programa en redes sociales.

21 de febrero de 2017 Por: Por Alda Mera - Reportera de El País

¿Quién es este personaje que  les dicta a las modelos lo que   tienen que hacer para triunfar?, se preguntan muchos  espectadores indignados ante el papel del tutor estricto que  hace Franklin Ramos en  el reality  ‘Colombia’s Next Top Model’, de Caracol.

Pues no se cree, sino que es un  artista plástico que ve en cada mujer el lienzo donde él puede plasmar su obra. Artista que se desvió hacia ese campo cuando empezó a maquillar amigas,  con tal perfección, que otras empezaron a llamarlo y a pagarle por ello. 

Crear esas obras de arte vivas y ambulantes  se volvió el medio para ser él y vivir a su manera de  este  carismático  momposino,  asesor de imagen de celebridades que lo adoran y  piden a  FR, una marca reconocida en el mundo del entretenimiento. 

El País lo entrevistó y con algunas preguntas, se ‘despeinó’ un poco.  

¿Quién era Franklin Ramos antes de ser el  conocido asesor de imagen?

Un chico que soñaba con todo lo que hace hoy, tuve una infancia inmensamente feliz en Mompox. Crecí  rodeado de mujeres trabajadoras –mi  familia es  un matriarcado– donde aprendí a valorar y a respetar a la mujer y a admirar la estética femenina.   Y como en Mompox se rodaban muchos cortometrajes, videos, tuve la dicha de disfrutarlo,  conocer a Ornella Muti y otros artistas, e inclinarme por el arte.

¿Por qué se fue de su casa a Medellín?

Queriendo vivir experiencias diferentes me fui a Medellín a estudiar artes plásticas, que fue lo que me sirvió y me hizo desviar hacia el maquillaje, plasmar todo el color en la mujer era lo que me llamaba la atención y luego empecé a verlo como un sustento de vida. Esa fue mi tabla de salvación para hacer mi vida, hacer lo que yo quería realmente.

¿Cómo llegó a trabajar en el Concurso Nacional de Belleza?

Me devolví de Medellín a Cartagena y empecé a hacer mis pinitos, porque no tenía la experiencia. Empecé a estudiar asesoría de imagen y luego a trabajar y a conocer gente del Reinado Nacional de  Belleza, como el peluquero   Germán Palomino,  que me trae a trabajar a Bogotá y no lo pienso: era el paso  que tenía que dar para que  mi carrera llegara más lejos algún día.

¿Y cómo saltó luego a  Hollywood?

Por personas que me recomiendan,  ese  voz a voz que se genera por mi trabajo, es la referencia más importante en mi carrera. Y por las artistas como Sofía Vergara, Paola Turbay –cuando vivía en Los Ángeles–, Carolina Gómez, he tenido la oportunidad de ir a trabajar para comerciales con agencias internacionales que tienen alianzas con colombianos. Con ellas,    que han logrado entrar en ese mercado, he podido estar en los MTV, en  American Music 

Awards, en todas estas alfombras rojas; tengo la bendición y el privilegio, desde Colombia, de poder llegar allá.

 Ahora todas quieren con Franklin, ¿pero alguna vez alguien le dijo, yo con este señor no me arreglo?

Mi mamá (risas). Decía, ‘ni loca te pongo la cabeza. No estás ni tibio’. Increíble, pero cierto. (Risas).

¿Qué tanto tiene en su clóset?

No, eso me parece un poco presumido... Me gusta la moda, la disfruto, pero no guardo tanto porque siempre estoy haciendo unas ventas de garaje, siempre sacando del armario, porque a pesar de que tengo una línea del hilo conductor en mi estilo, siempre estoy innovando. Tengo grandes cantidades de ropa, sí, me gusta la moda,  pero no soy ‘fashion victim’,  solo conservo piezas icónicas o muy puntuales. 

¿Como cuáles piezas conserva?

Una camisa blanca que me bordó mi mamá, con sus  manos y con mucho amor, con mis iniciales. Esa para mí es sagrada. Un abrigo ‘vintage’ que compré en un mercado de pulgas en México;  joyas, los  anillos de compromiso y de matrimonio de mi mamá, son piezas que atesoro. De mis hermanas, conservo un blazer en seda, es  una pieza única porque lo confeccionó con una tela que trajo de un viaje que hizo   a Asia, ese no puede faltar en mi clóset.

El ‘reality’ ha despertado polémica,  comentarios en redes sociales y de usuarios de medios de comunicación: lo tildan de abusivo y humillante con la mujer, que las pruebas no son tales sino trampas, etc. ¿Qué opina?

Nada. Nada porque cada quien es libre de opinar lo que quiere. Estoy haciendo las cosas bien hechas, estoy contento con lo que realizo,  pero me encanta que haya esta polémica, que cada quien dé su punto de vista porque para eso estamos,  es válido, hay que respetarlo,  no tengo nada qué objetar,  siempre que  la gente es exitosa va a dar qué hablar.

¿Pero no le parece muy arriesgado la pasarela giratoria donde una modelo se puede luxar o fracturar?

El Canal Caracol tiene este programa acompañado de gente especializada en este tipo de ‘realities’: un grupo de paramédicos y profesionales en  teatro, expresión corporal, en fin, para que las niñas puedan realizar este tipo de retos. Y Colombia es un país al que nunca se va a tener  contento, pero de eso se trata,  esto es entretenimiento y hay que entenderlo: si todo pasara normal no lo viera la gente.

Usted tiene posicionamiento mediático, pero hay una lapidación social al ‘reality’ y a Ud. lo están odiando por lo cruel de sus comentarios con las modelos, que les sobra peso, etc.

No, no me parece, las redes sociales se han prestado para que la gente ataque a la misma gente. No lo siento así, el odio no existe en mi vocabulario y nunca va a existir, solo me baso en los balances reales porque no son las redes sociales las que miden y hemos sido equilibrados. Cuando tú te expones en Tv.,  habrá gente en contra y gente a favor, así mismo, hay gente que ve el ‘reality’ de forma positiva, que dice que le gusta y  que la vida real es así, hay cosas mucho más graves en la vida real.

Un usuario denuncia que ahora, además de la violencia de los machos heterosexuales contra la mujer, tenemos que soportar la violencia de un gay contra ellas...

No. No, eso viene de una persona que es más agresiva y violenta con su comentario. No quiero ni siquiera entrar en discusión, una persona con  ese tipo de vocabulario tiene más violencia que nosotros que estamos entreteniendo al pueblo colombiano. Quienes me conocen saben que soy lleno de carisma, de cosas positivas, de felicidad, donde llego siempre hay una sonrisa. Si me expongo a  salir en un ‘prime time’,  siento mucha felicidad y alegría, porque mucha gente sueña con llegar allí.

Por eso mismo, lo ven como una contradicción entre una persona que dice que ama y respeta a la mujer y que su carrera se la debe a ella, pero que participa en este juego donde la agreden física y mentalmente...

No, no, yo no estoy causando ningún trauma ni físico ni mental, estamos llevando las chicas a que logren  lo mejor, no entiendo porqué la gente tiene en su cabeza eso: si  ustedes ven el resultado en las distintas temporadas,  ven que las que han ganado se han vuelto ¡exi-to-sas! Eso habla de lo que estamos haciendo. Esa es mi filosofía, amo, respeto y valoro a la mujer, pero la gente confunde la disciplina, la constancia y  el esfuerzo para estar en el ‘reality’, con violencia, pero no lo es. Ojo, que esa palabra es bien delicada.

Justamente cuestionan que el Canal Caracol, con tantos programas emitidos lamentando el crimen de Yuliana Samboní, a los 5 minutos pone el ‘reality’ donde se agrede a la mujer...

Ese no es mi problema, te estás metiendo con cosas más delicadas, yo no soy el presidente de noticias, no soy quien maneja a la gente en Colombia. No es mi responsabilidad.

Hasta lo comparan a usted con Donald Trump y dicen que porqué si Trump agrede a la mujer, todos lo rechazan, pero si lo hace Franklin Ramos, entonces está bien...

Bueno, la misma gente responde, me defiende y te das cuenta de lo que me quieren. Es difícil que a uno lo quiera todo el mundo. No lo siento así y no lo he vivido, salgo a la calle y lo único que siento es que la gente me quiere, me respeta y jamás ha habido una agresión ni física ni verbal. Solo recibo manifestaciones de cariño y más de la mujer. La gente se escuda en un seudónimo en redes sociales para decirte lo que es capaz de decirme a mí, no es lo que me incumbe ni  me preocupa. Solo estoy pendiente de las cosas positivas y bonitas de la gente.Entre famosos

[[nid:611863;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2017/01/vec4ene22n1-17photo01.jpg;left;{Franklin Ramos, asesor y estilista de moda.Especial para El País}]]No siempre un colombiano puede decir que ha atendido a personalidades como Fergie, Steven Tyler, Sofía Vergara, Hillary Duff, Eva Longoria, entre otras. 

El camino fue largo, porque, como  él mismo dice,  llegó a Bogotá a “hacer patio”, cuando Germán Palomino lo contrató en Cartagena. 

Comenzó a relacionarse con  asesoras de moda, directoras de revistas, presentadoras de televisión y a  plasmar su   trabajo  en personalidades con un reconocimiento como Paola Turbay, entre  otras.

“Así empiezo a trabajar más en producciones para televisión, para publicidad y comienzo a diversificar más mi trabajo, a posicionarme más en el mercado y comienzo a hacer nombre, a hacer marca: Franklin Ramos”, evoca.

Esas reinas y modelos son sus grandes amigas ahora: Paola Turbay, Paula Andrea Betancurt y muchas más. “Les agradezco muchísimo porque gracias a ellas les debo el reconocimiento”, confiesa. 

La ex modelo y diseñadora de modas Adriana Arboleda es una de las celebridades que aprecia la calidad humana y profesional de Franklin Ramos. Lo  conoció desde cuando ella  iniciaba su carrera en el modelaje.

“Siempre ha sido una persona muy inquieta por estar al tanto de la moda,  muy actualizado en estilismo,  él  siempre va más allá, se ha enfocado, no  solo en maquillaje y peinado, sino en estilismo de moda”, lo describe Adriana.

La ex modelo caleña lo  destaca como “un gran profesional y un gran ser humano, un personaje muy alegre,  especial, que en este nuevo proyecto del Canal Caracol tiene que tomar  un papel más fuerte, porque el programa lo exige así, pero  es muy buen amigo de sus clientas”. Él admite que a ellas las consiente y chocholea y por eso no tiene problemas con ninguna. 

Franklin reconoce  que gracias a sus buenas  relaciones con las colombianas, ha atendido a estrellas como Fergie, Steven Tyler, Sofía Vergara, Hillary Duff  y se ha paseado por las alfombras rojas de Hollywood. Pero si de algo se ufana es de tomar lo positivo de ellos y aprender. “Por ejemplo, Steven,  un tipo loco, con  esa vida tan agitada”,  pero el estilista momposino halló  en él a una persona con una cordura, una disciplina,  una armonía en todo lo que le rodea, que no creía: “esa serenidad  me pareció increíble y aprendí eso”.

Igual aprendió la disciplina para los negocios de Heavy London,  cuya dueña se levantaba y lo primero que miraba eran las finanzas. “A ella  la tildan de tonta y  niña boba, y es  una empresaria impresionante, pero lo más interesante es que entre más grandes son, más humildes se sienten, y eso me resulta increíble”, confiesa.

Sobre su polémico rol en   ‘Colombia’s Next Top Model’, Margarita Peralta, una participante ya eliminada del reality en esta temporada, admite que el rol de Franklin es  ser el tutor y ejercer presión ante  ellas, simulando  el medio del modelaje. 

La joven revela que   “es bastante difícil confrontar una persona que está ejerciendo ese tipo de presión en una sesión de fotos o la grabación de un video, porque uno puede pasar por muchos altibajos según los comentarios, y de eso depende mucho la actitud de uno, pero  él  sí es fuerte en su carácter en el momento en que opina”.

Incluso, Margarita cree que los comentarios de Franklin sí influyen en la decisión del jurado, “porque lo que él dice en la prueba es bastante fuerte y puede llegar a disminuirlo a uno para desempeñarse completamente, entonces  sí afecta. ¿Qué nos dijo? Qué no nos dijo: que no parecíamos modelos, que estábamos muertas, que dormidas..., en dos minutos, tiene esa habilidad. Ese es su papel, de eso  trata la competencia, pero sé que es un gran profesional con muchísimo reconocimiento en el medio porque con mucho esfuerzo ha llegado a ser uno de los mejores estilistas del país”.

Para otra modelo eliminada de la actual versión, Catherine Peña,  “él es superprofesional, nos ayudó mucho con sus consejos, siempre tiene una frase o  consejos para darnos, porque tiene muchísima experiencia en el medio y es   reconocido entre reinas, modelos, actrices”.

Catherine comenta que fuera de cámaras es  superalegre, chistoso, muy espontáneo, las hacía reír muchísimo, les daba consejos, en las fotos las trataba de ayudar, a la hora del almuerzo tenía un tema de conversación.

Ella justifica en que  el rol de Franklin  tiene que ver con el reality: “Los comentarios son agresivos para nosotras, pero él  lo hace para mostrar a Colombia que ser modelo no es nada fácil, es de retos grandes, debemos adecuarnos al clima, al fotógrafo, al vestuario, a todo, es su papel como presentador y como ayudante y consejero de nosotras”.Vive a su manera

[[nid:611862;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2017/01/vec5ene22n2-17photo01.jpg;left;{Tildado de excéntrico o esnobista, Franklin viste y vive a su estilo.Especial para El País}]]Como buen momposino, Franklin Ramos tiene entre sus innumerables amigos a otro momposino famoso como es el diseñador de modas,  Hernán Zajar. 

“A él  le debo mucho porque en mis inicios, gracias a que la familia de él conocía a mi familia y era muy cercano a ella, me apoyó muchísimo para entrar en la industria de la moda, para que la gente confiara en mí. Tengo  una relación tanto de amistad como de trabajo, la cual valoro y respeto mucho”, comenta el estilista de moda.

Con su estilo extrovertido que grita a metros que es del Caribe, este costeño triunfó en el reino de los cachacos, en Bogotá. Atrás quedaron sus años de infancia y adolescencia en Mompox, donde pudo ser  casi que un genio incomprendido.

“¿Qué si era buen estudiante? Era malo, malo, malo”, dice entre risas,  “pasé por todos los colegios, porque era muy inquieto, no tanto indisciplinado, sino hiperactivo;   terminaba un año y  luego no me recibían en ninguna parte. Era porque  tenía muchas inquietudes y   quería hacer muchas cosas”, complementa luego con tono más serio.

Franklin es todo un personaje y casi que nació así. Al punto que en una sociedad tan machista como la colombiana, y más la caribeña, él dice que nunca  salió del clóset porque sencillamente nunca estuvo en él. “Nunca he estado, nunca he estado dentro ni fuera, siempre he vivido mi vida, no he tenido ningún tipo de juzgamiento con mi familia, fue un proceso natural, que fluye porque crecí en una familia llena de amor y el amor supera cualquier cosa y no he tenido ningún tipo de dificultades ni de traumas con esto”, confiesa  sin complejos.

Hernán Zajar que, aunque no coincidieron porque son de generaciones distintas, cuenta que cuando Franklin llegó a Bogotá, abrió la peluquería al frente de su casa de modas.

“Es un pelado muy trabajador, con mucho talento, muy bueno en lo que hace, como éramos vecinos y nuestras familias eran conocidas en Mompox, cuando llegó a la capital trabajamos, con mucho gusto y mucho cariño. Cuando hacíamos  editoriales, catálogos, él estaba pendiente del maquillaje y los  peinados de mis colecciones;  siempre le he admirado que sabía mucho de estilismo de moda”, dice Zajar.

Su coterráneo recuerda anecdóticamente, que la máxima complicación de Franklin era la comida.  “Siempre exigente con la comida, pedía que fuera bien light – toda su comida es dietética–, y ¡ay! de que no le llevaran ese refrigerio  a tiempo y como él lo exige, pero como yo le digo: Franklin es más dietético que las modelos”, evoca.

También habla de su personalidad. “Él siempre supo qué quería, siempre se dio su importancia, pero también siempre estuvo dispuesto al trabajo, siempre todo terreno, con muy buen sentido del humor”, lo describe  Zajar.

El humorista Nelson Polanía, ‘Polilla’ hace una parodia de él en Sábados Felices. Imitación que lejos de molestarle, lo halaga. “Me encanta, me divierte, no hay nada más satisfactorio que reírse de sí mismo. Es gracioso”, dice Franklin.

“Como él (el humorista) es del Canal Caracol, nos cruzamos en los pasillos y lo comentamos, qué te pareció, qué te gusta, qué no,    hace parte de lo que ha sido mi exposición en televisión. Y me llena de mucha satisfacción, porque si alguien te hace una parodia o te imita, es porque algo  pasa contigo”, agrega.

Es que Franklin es toda una personalidad y quien lo ve, así sea una sola vez en su vida, no lo olvida nunca.

La diseñadora de modas Adriana Arboleda recuerda que “todo trabajo con él era  divertido porque siempre estaba con el comentario  ágil, rápido, picante, esa faceta que no se conoce del todo de él, que es extrovertido y muy inquieto”, señala la caleña.

Pese a que la competencia en su  gremio es muy fuerte, el ahora tutor de modelos en el  ‘reality’, dice que tiene muchos amigos, pero no enemigos. “Yo no lo veo de esa forma. Siempre lo veo de forma positiva, creo que nadie es competencia para nadie, cada quien tiene que ganarse un espacio en el mercado, he tratado de  hacer una marca y un referente muy fuerte en la industria de la moda. He diversificado mi trabajo a raíz de lo que me ha salido, en asesoría de imagen, visagismo, estilismo de moda, en fin, todo eso hace que yo marque la diferencia y que tenga un nicho o segmento muy claro en la industria, un factor plus por el cual la gente me  busca”, explica él.

Amante de la moda y conocido por sus looks bastante llamativos, nunca ignorados, mucha  gente admira su estilo,  pero también hay quienes lo tildan de loco, excéntrico, esnobista...

Calificativos que no lo despeinan.  “La gente critica y habla mucho, pero ni es crítica, sino que  da su punto de vista, es respetable, como dice el dicho, para gustos, los colores. Pero cuando tú eres seguro de lo que eres, de lo que tienes, no me dejo influenciar, esos comentarios merecen respeto y así los miro”, concluye.

 

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