"Me creía Michael Jackson": Willy García

El salsero habla sobre su disco ‘Manejando los tiempos’, que incluye su gran éxito ‘Así es que se baila en Cali', y una dedicatoria al maestro Jairo Varela.

William García Moreno vivió en el barrio Lleras de Buenaventura, en La Isla, “del puente pa’llá”, dice él. “Estaba la Calle Colombia, la Manhattan, la Brooklyn. Hablar de mi barrio es muy bacano, de hecho hice una canción recordando eso, la cual espero grabar”, cuenta y empieza a rebobinar el casete...“Yo me sentaba a tomar cervecitas con las señoras. Tengo todavía amigas de 70, 80 años, las que se sentaban a darme consejos. Cuando voy a Buenaventura tengo que hacer un recorrido grandísimo. Aunque se han muerto muchos de los viejitos, pero yo soy de esos que no olvida, que todo lo que la vida me ha permitido conocer trato de mantenerlo ahí y lo disfruto cuando voy a mi barrio”, dice Willy García, el excompañero de Javier Vásquez en Son de Cali, el exNiche. Y mientras suena fuerte en la radio el que ya se presagia será un éxito de la Feria, ‘Así es que se baila en Cali’, Willy llega a El País sencillo, cantándole el feliz cumpleaños a una periodista y dando un adelanto de su nueva producción musical, ‘Manejando los tiempos’.¿Cómo aprendió a bailar?Así como me tocó aprender a nadar, solo, viendo a mi mamá y a mis tíos y a la gente de la barriada. El movimiento de la tierra, de mi barrio, me permitió que aparte de ser rítmico, pudiera tener movimientos cuerdos y pegarme a cualquier coreografía. Me las picaba de bailarín de muchacho, pero ya no me digas que baile... ¿Y cuál fue el primer tema que bailó? ‘Bomba Carambomba’, una versión que hizo Ángel Canales, con la música de los Lebron, la del Gran Combo y la de Cuco Valoy. Había una canción que a mi mamá le gustaba mucho, ‘Nació varón’, ella dice que desde mi nacimiento me la ponía.¿Y cuál cantaba con cepillo en mano y frente al espejo? En Buenaventura por ser puerto, se escucha de todo, se escuchaba Michael Jackson, que era una locura. Yo hasta me eché una vaina en el pelo y me lo ricé, y como era flaquito, me creía Jackson. Bailé currulao, porque en las escuelas se enseñaba. Bailé y canté de todo, pero de muchacho me tocó ‘La mochila azul’, el boom de Pedrito Fernández, mi mamá me copió la canción y yo tenía que aprendérmela y me creía cantante. Siempre me ponía una mano en el corazón, me emocionaba cantando eso y las de Cuco Valoy, porque le gustaban a mi mamá yo las cantaba.¿Y se volaba, como el ‘Tino’ Asprilla, a rumbas? Claro. Casi todos los que venimos del Pacífico, que somos de raza negra, nos ha tocado escaparnos para hacer muchas cosas, porque dentro de la humildad, la familia trata de que uno sea oportuno en lo que hace, que no se meta en la fiesta cuando no lo han invitado y yo me metía en las fiestas y con mi pantaloncito medio roto quería bailar. Una vez yo estaba emocionado con los ojos cerrados tirando paso, cuando sentí que me sacaron de las orejas. Era mi mamá (Luz Marina). Yo nunca me olvido de eso. Ella era Doña Marina, la de ‘Voz me debés’... ¿Y a cuál género no le ha cogido el paso? Cuando uno es rítmico tiene la ventaja de que a todos los géneros uno los maneja, pero eso del Sanjuanero y esas vainas, no es que no me gusten, del currulao aprendí dos cositas, pero no soy ducho.¿Y cuál es el disco que siempre está escuchando en su carro? Tengo muchos. Escucho R&B de Brian McKnight. De Rubén Blades, que para mí es un cantante excepcional, me encanta el tema ‘Cuentas del alma’. No me puede faltar un bolero de Tito Rodríguez, una salsa de Cheo Feliciano, una del Gran Combo de Puerto Rico, y por supuesto, lo de los grupos colombianos. ¿Le da nostalgia por oír a Niche? Sí, claro, me gusta mucho el primer álbum que grabé con Grupo Niche, ‘Huellas del pasado’. Ahí viene ‘Gotas de lluvia’, ‘Lo bonito y lo feo’, pero hay una canción, ‘Se me parte el corazón’, que el maestro Jairo Varela me pidió que hiciera. Me trae recuerdos, quizás por ese buen inicio, fue en un fin de año, fue mágico.¿Y cuál es el tema que no deja de bailar? ‘Bomba Carambomba’. Mejor dicho, cualquier canción de Ángel Canales que suene en una rumba la quiero bailar, o de los Hermanos Lebrón, me recuerda mi infancia, casi adolescencia y no digamos... vejez, pero casi mi adultez.¿Pensó alguna vez dejar la música? Es la primera vez que voy a decir esto. Yo tocaba con el grupo de ‘Memo’ Cabezas y estábamos los tres cantantes, entre ellos Washington Mina y yo, en una fiesta de Puertos de Colombia en el muelle de Buenaventura. En los inicios era complicada la situación económica. Esa noche surgió la idea de irnos de polizones. Y estaba entusiasmadísimo, pero todo era basado en el sueño de cantar. Casi me arriesgo... Mi amigo Washington sí se fue de polizón, después contó la odisea. Mucha gente de mi pueblo murió tratando de pasar al otro lado del charco. Eso hubiera desviado las coordenadas... ¿Cómo nació ‘Así es que se baila en Cali’? En el Festival de la Salsa donde me invitaron como presentador, de ver tanta dinámica, tanta emoción de los bailarines, la asistencia del público, el cariño que sienten por la salsa y el profesionalismo con que nuestros bailarines muestran sus coreografías, lo menos que podía hacer era rendirle tributo a este movimiento que se ha convertido en un reflejo internacional de Cali para el mundo.¿Y cómo se baila en Cali? Así como bailan los de la vieja guardia, los muchachos de ahora, como la baila el barrio y el rumbero de todos los tiempos. Como se ve en las calles de manera natural, en las escuelas y academias. Hay un estilo para cada cosa, pero hay uno general que es el estilo de Cali y así como se baila en Cali es que se baila la salsa.¿Y cómo la baila Willy? Yo la bailo con los hombros, con los pies y como vengo de Buenaventura, donde bailamos en una sola baldoza, también la bailo rejuntadito. La salsa romántica es para apretarse y en el mambo nos soltamos y empezamos a mostrar las dotes de buen bailarín.Finalmente le dedicó en este álbum un tema a Jairo Varela, aunque estaba un poco reticente... Sí, ‘A un amigo’. Cuando murió el maestro, mucha gente me preguntaba si iba a hacerle una canción. Haberla hecho entonces hubiera sonado a oportunismo y yo trato de alejarme de las cosas que parecen ventajosas. Me tomé mi tiempo. Se la dedico a los amigos salseros que se han ido: Tito Gómez, Joe Arroyo, el maestro Varela, Mariano Cívico...