El pais
SUSCRÍBETE

‘Los miserables’ ha sido criticada por escoger actores antes que cantantes

Esta secuencia, lograda mediante efectos visuales, se sumará luego a las cuidadosas escenografías, el vestuario y la ambientación, que confluyen en la puesta en escena como la mayor fortaleza de ‘Los miserables’.

21 de febrero de 2013 Por: Alberto Posso, Especial para El País.

Esta secuencia, lograda mediante efectos visuales, se sumará luego a las cuidadosas escenografías, el vestuario y la ambientación, que confluyen en la puesta en escena como la mayor fortaleza de ‘Los miserables’.

Desde su apertura, la película promete un espectáculo visual fascinante: La panorámica de un colosal barco donde el convicto protagonista sufre la ignominia, al igual que cientos de compañeros remando en medio de la tormenta. Esta secuencia, lograda mediante efectos visuales, se sumará luego a las cuidadosas escenografías, el vestuario y la ambientación, que confluyen en la puesta en escena como la mayor fortaleza de ‘Los miserables’.También desde el principio está claro que todo se dirá a través de canciones. El lirismo se toma la pantalla para darle espacio al lucimiento de los poco reconocidos cantantes Hugh Jackman, Russell Crowe y Anne Hathaway. En la tradición de los grandes musicales de Hollywood como ‘El violinista en el tejado’ y ‘Chicago’, los actores reciben una oportunidad única de dimensionar su talento interpretativo.Aunque su fama se debe más que todo al Wolverine de ‘X-men’, Jackman lleva muchos años cantando y bailando en producciones teatrales. Es famoso su Gastón para ‘La bella y la bestia’. Crowe, en cambio, es un novato en estas lides, al igual que Hathaway, quizá la que más descresta con la breve aparición que le ha merecido tantos aplausos. Sin embargo, el cantante estadounidense Adam Lambert, entre otros críticos, ha señalado que simplemente se trata de “grandes actores que fingen ser cantantes”, censurando que una producción de esta envergadura prefiera nombres famosos a cantantes líricos profesionales.Si recordamos, en la historia de grandes musicales como ‘Jesucristo superestrella’ (1973), el director Norman Jewison prefirió cantantes que figuras del cine. Su película fue un éxito. Pero en las condiciones de competencia que enfrenta el cine de hoy, es normal que se haya decidido por la rutilancia de estrellas de Hollywood. Lo que no deja de notarse es que a pesar de hacerlo bien, el trío famoso ni se acerca al dominio de Amanda Seyfried, quien lleva trabajando con su voz más tiempo que su talento histriónico. Y bueno, ella tiene la ventaja de que también es famosa. Distinto a Samantha Barks, quien desbancó a Taylor Swift para el papel de Éponine, la hija de Fantine. Barks derrocha una voz impresionante, es una estrella de Broadway.‘Los miserables’ cantada es tan o aún más dramática que la novela original y las diversas adaptaciones en cine, teatro y TV. Una historia muy dura abre a un final reivindicador, pero mientras tanto se mueve en medio de la desolación y la tristeza. No deja de ser exótico que la angustia nos hable a través de canciones. Es decir, la fórmula del musical triste (Lars Von Trier lo manejó de maravilla en ‘Bailarina en la oscuridad’), es un reto complejo y que reduce el perfil de los espectadores, en un cerco mayor al que se reduce por lo general el género musical entre la audiencia del común.En síntesis, es una película exquisita para un público melómano y ojalá entendido en materia operática. Tom Hooper es un cineasta diestro y meticuloso, como lo demostró en ‘El discurso del rey’. La precisión del producto final es obra de profesionales, tal como es la adaptación teatral en que se basa el filme, escrita por Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg (1985).

AHORA EN Entretenimiento