El pais
SUSCRÍBETE

"Los gais ponemos el toque burlesco a los chismes": Carlos Vargas

31 de agosto de 2014 Por: Meryt Montiel Lugo | Reportera de El País.

¿Qué les responde a quienes critican los programas de chismes pues no los consideran un tipo de periodismo, sino espacios superficiales y mediocres?‘La Red’ ha demostrado algo diferente. Sé que el entretenimiento tiende a ser facilista más que todo cuando viene de Hollywood, la gente empieza a contar noticias que ya salieron, se lavan las manos con frases como ‘se dice’, ‘no nos consta’. Caracol nos dijo desde un principio: ‘Ustedes tienen que sacar chismes plenamente confirmados’. Lea aquí: Carlos Vargas, Carlos Giraldo y Ronald Mayorga, los reyes del chisme.A veces hemos tenido que rectificar porque no podemos revelar la fuente y esa vaina sí me puede chocar, entonces en Caracol se ha decidido que si no se puede confirmar, no se saca y nos toca pasarnos el amargo sabor de no poder contar las cosas, ¡qué pecado! En Caracol nos ponen a manejar más periodísticamente el chisme: hay que llamar, averiguar, investigar, corroborar, buscar al protagonista del escándalo, al afectado. Esto ha permitido que nos ganemos un India Catalina, cuando ningún programa de este tipo se ha llevado este premio. ¿Qué repercusiones negativas le ha traído contar chismes?Mi trabajo me ha traído solo cosas buenas. Hay famosos que no comparten que hayamos contado algo muy personal de su vida, pero nosotros podemos contar cosas hasta donde nos permite la ley, sabemos hasta dónde podemos llegar, por eso a mí nada me afecta. Yo asumo los reclamos y los enojos como parte de mi trabajo. Es más, la gente en la calle es demasiado querida, formal, amable, muy respetuosa conmigo.Recuérdenos algunos de sus chismes bomba...Yo conté lo de Jéssica San Juan, lo de los cachos de ella; lo del matrimonio de Manolo Cardona; conté sobre el embarazo de Carla Giraldo, muchas cosas, muchas, que ahora no recuerdo.Su vida social debe ser muy activa para conseguir tanto chisme...Prefiero manejar mis chismes a través del celular, de las redes sociales. Pero a veces, cuando no consigo muchos, me toca salir a hacer vida social y esto implica ir a los eventos. Así que pasar mi vida personal en eventos sociales me cansa. Por eso ya no frecuento discotecas, bares, sino muy de vez en cuando. Manolo Cardona lo dejó dos veces con la mano estirada, pues odia ser sujeto de chismes. ¿Cómo está su relación hoy con él?Yo lo veo y si me saluda le respondo, pero yo nunca saludo primero, porque qué pereza que lo dejen a uno con el saludo en la cara. Pero yo no tengo nada en contra de él: me parece buen actor, buen hermano, hijo, por referencias de personas en común sé que es una buena persona. Una vez él fue a ‘La Red’ y hablamos normal. Yo creería que actualmente, si nos vemos, nos saludaremos normal, y ya.¿Le han llamado la atención por el doble sentido que emplea en las entrevistas? Sí, hay gente que se molesta, claro. Tú, si llamas a Amparo Pérez (defensora del televidente del Canal Caracol) te dirá que por eso le llegan cartas y yo intento ponerles atención. Pero hay gente muy susceptible que me parece que lo que hace es estar desocupada y fregarle la vida a uno porque no sabe a quién más fregar. Sin embargo, sí hay muchas críticas que recibo con respeto, pues me tratan bien; otras no. No le veo inconveniente a eso. Yo le presto atención a los comentarios que forman, no a los que dañan.Su amigo Carlos Giraldo dice que a un heterosexual contando chismes no le creería nadie. ¿Será por eso la tendencia que los gais lideren este tipo de programas?No sé si eso es un estigma. Todos tenemos el don de chismosear, pero la gran diferencia de nosotros los gais, bueno, lo digo por Carlos Giraldo y por mí que nos hemos declarado abiertamente homosexuales, es que le ponemos el toque burlesco, caricaturesco, que permite que los chismes entren con más suavidad. Entonces, si una persona heterosexual tiene la capacidad de hacerlo, no le veo ningún problema. No tiene que ser amanerado ni nada, solo que tenga su estilo. ¿Es cierto que su mamá y su hermana le han ofrecido sus vientres para que usted conciba un hijo?Sí, en algún momento me dijeron que si yo quería eso, ellas prestaban el vientre. Es un gran deseo mío ser papá, pero sé que tengo parámetros que analizar, muy personales, para poder tomar la decisión final, para ver si lo hago o no lo hago.¿Lo asedian aún modelos que quieren convertirse en su pareja, pero con el propósito real de que usted les ayude a impulsar sus carreras?No es que yo salga con ellos ni nada, sino que uno presiente cuando la gente viene con sed de fama: se acercan a uno y le empiezan a pedir el teléfono, yo les digo que no. Si se los doy, no confío, entonces como ven que no les ‘copio’ dejan de insistir, de fregar, de querer salir. Es que yo soy muy serio en ese tema, muy serio.

AHORA EN Entretenimiento