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La reconocida diseñadora francesa Sonia Rykiel falleció en París

El mundo de la moda rindió este jueves un homenaje especial al trabajo revolucionario de la llamada 'reina del punto', quien al partir dejó como legado un estilo libre y sensual, clave para la mujer chic.

25 de agosto de 2016 Por: Elpais.com.co | AFP

El mundo de la moda rindió este jueves un homenaje especial al trabajo revolucionario de la llamada 'reina del punto', quien al partir dejó como legado un estilo libre y sensual, clave para la mujer chic.

La diseñadora francesa Sonia Rykiel, apodada la 'reina del punto', falleció este jueves a los 86 años, dejando como legado un estilo libre y sensual, clave de una moda chic y a la vez desenfadada, inscrita en el movimiento de liberación del cuerpo femenino.

"Mi madre murió esta noche en París, en su casa, sobre las 5 de la mañana, debido a la enfermedad de Parkinson", declaró Nathalie Rykiel, que también trabaja en el mundo de la moda.

Figura familiar de Saint-Germain-des-Près, donde estableció su principal boutique, la inventora de la 'démode' (un estilo sin complejos en el que cada persona adapta la moda a su personalidad), nacida como Sonia Flis en París el 25 de mayo de 1930, debutó en el sector por casualidad.

Nacida en un medio adinerado y cultivado, de padre francés y madre rumana, la mayor de cinco hijas siguió el recorrido habitual de una joven de buena familia. Asistió a un instituto para chicas en Neuilly (Hauts-de-Seine), se casó y solo aspiraba a cumplir un sueño: tener diez hijos.

Pero, una vez embarazada, no encontró prendas a su gusto, por lo que empezó a crear vestidos y suéters ceñidos, vendidos en la tienda de su marido, en el distinguido distrito XVI de París. El jersey tuvo un éxito inmediato y llegó a la portada de la revista Elle: las mujeres se peleaban por llevarse uno.

[[nid:570630;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2016/08/000_fl84h.jpg;left;{En esta imagen Sonia Rykiel, conduce a sus modelos por una pasarela en París. Elpais.com.co / AFP}]]

Seis años después, en pleno Mayo del 68, Sonia Rykiel abría su primera boutique en el barrio latino. En aquel momento no sabía nada de moda, ni coser ni tejer, y las dudas la asaltaban a cada momento.

"Todos los días me decía a mí misma: 'Voy a cerrar, porque no sé lo que hago, no lo sé en absoluto", confesaría años más tarde.

La joven puso algunas prendas en el escaparate, acompañadas por libros. "Jamás he podido separar la literatura de la moda, forman parte de la misma historia", aseguraba esta enamorada de las letras, que escribía sobre sus jerséis palabras como "amor", "artista" o "sexo", a modo de pequeños manifiestos.

Tras una década de dudas, Rykiel decidió apostar por el mundo de la moda. Una moda lejos de las tendencias, que ella concebía para una mujer activa, interesada por la actualidad mundial, "más bien intelectual" y libre, como las mujeres que en los años 70 acababan de tirar sus sujetadores y proclamar alto y fuerte que su cuerpo les pertenecía.

Hedonista y seductora 

La creadora empleaba especialmente el punto "por su ternura, su dulzura", el terciopelo, las lentejuelas.

Fue Rykiel quien lanzó las costuras aparentes, el fin del dobladillo. Hizo del negro el color de la feminidad y la seducción, y convirtió en célebres sus jerséis de rayas multicolores, decorando sus prendas con motivos o palabras en lentejuelas.

Sus creaciones dibujaban siluetas fluidas y elásticas.

Sonia Rykiel preconizó la 'démode', invitando a las mujeres a rechazar los dictados de los diseñadores para crear su propio armario, adaptado a su cuerpo y a su personalidad.

Paralelamente a la moda, esta mujer seductora que adoraba mentir, esta hedonista que se entregaba al placer del chocolate, el vino y los puros, se dedicó también a la escritura.

Con numerosos literatos en su círculo próximo, entre ellos otra célebre pelirroja, Régine Deforges, publicó una decena de libros, entre ellos una compilación de cuentos dedicado a sus nietas, "Tatiana, Acacia" (1993) y "N'oubliez pas que je joue" ("No olviden que estoy jugando"), donde abordó su enfermedad, el Parkinson (2012).

[[nid:570633;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2016/08/000_fl84l.jpg;left;{En la foto se ve a la diseñadora Sonia Rykiel en medio de aplausos de sus modelos, en la colección de invierno en París. Elpais.com.co / AFP}]]

El negocio quedó siempre en familia. Su "clan" le era indispensable y siempre se rodeó de sus seres queridos, su hermana Danièle y, sobre todo, su hija, Nathalie, que trabajaba con ella desde los años ochenta y actualmente es consultora de la marca. También tenía un hijo, Jean-Philippe, que se dedicó a la música.

El mundo de la moda rindió homenaje este jueves al "trabajo revolucionario" de Rykiel, según el diseñador Jean-Paul Gaultier. "Encarnó un feminismo moderno con un militantismo sensual muy impactante", añadió el creador Jean-Charles de Castelbajac.

En noviembre de 2013, Sonia Rykiel recibió de manos de François Hollande la insignia de Gran Oficial de la Orden Nacional del Mérito. "Inventó no solo una moda, sino una actitud, una manera de vivir y de ser, de ofrecer a las mujeres libertad de movimiento", la despidió este jueves el presidente francés.

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