La diseñadora Johanna Ortiz cierra hoy las pasarelas de Colombiamoda

El sello de Johanna Ortiz es crear piezas exclusivas, de alta moda, prendas de verano para elevar el guardarropas de una verdadera ciudadana del mundo.

Johanna Ortiz no es el tipo de turista que camina desaforada por las nuevas ciudades que conoce como si el mundo fuera a terminar mañana. Sabe que del afán solo queda el cansancio, y que la mejor manera de conectar con el alma de un lugar es detenerse, contemplar, sentir el rumor, la energía de la gente y del espacio que la rodea. Admite, eso sí, que como turista aún conserva una costumbre sembrada por sus padres: visitar iglesias, en las que encuentra no solo paz espiritual sino inspiración estética. Pues bien, esta viajera que encuentra placer hallando pequeños tesoros en todos los lugares que visita –un trozo de tela, una joya artesanal, un libro, un objeto inusual que la maraville-, presentará esta noche, al cierre de Colombiamoda, una colección con la que pretende regalarle a la mujer esa sensación exquisita de portar una prenda única, poderosa, “un tesoro del armario”, como ella misma lo define. Para la muestra, Johanna llegó de sus pasadas vacaciones con un equipaje cargado de rafia, material que exploró por primera vez en esta colección y al que le imprimió su sello: “La intervenimos con bordados en hilo, hechos a mano. Cada tela tiene una historia, no estamos dejando ninguna sin intervenir”, explica.Aclara que, como marca, no pretende centrarse en prendas básicas o de fondo de armario, que hoy en día –con la democratización de la moda- se encuentran en todas partes. El sello de Johanna Ortiz es crear piezas exclusivas, de alta moda, prendas de verano para elevar el guardarropas de una verdadera ciudadana del mundo, es decir, una mujer moderna, femenina, inteligente, con múltiples facetas y que ama viajar, probar, conocer, expandir su mundo e iluminar a otros con su talento. Fiel a su deseo de comodidad, nos anticipa que en esta colección -que bautizó como ‘Nativa’- las camisas tipo hombre serán grandes protagonistas. “No hay nada más seductor que hurgar entre las cosas de tu esposo y ponerte su camisa formal, y combinarla con una falda tipo pareo y unos zapatos suntuosos que trajiste de tu más reciente viaje”, dice Johanna, quien también incluyó camisetas en esta colección. “La camiseta es uno de mis mayores tesoros, porque ayuda a equilibrar y a informalizar cuando se usa con prendas muy elegantes. Me encantan las camisetas tipo souvenir, esas que tienen impresas mensajes alusivos a cada ciudad”, explica. Por eso las retomó y les dio un giro con diferentes cortes, drapeados, anudados, nuevas caídas de la tela que hacen que luzcan bien tanto de día como de noche.En efecto, una de las bases del estilo de Johanna Ortiz es romper la monotonía según la cual todo debe combinar y encajar a la perfección. “Me gusta mezclar prendas clásicas con modernas, elegantes con informales, masculinas con femeninas… O la fusión de telas rígidas con otras fluídas como jaquards, algodones, sedas y rafias”, afirma. Es una convencida de que la comodidad no riñe con la elegancia, ni con la feminidad. Azul, el nuevo negroPor primera vez, no habrá negro en una colección de Johanna Ortiz, sino un negro profundo, misterioso y elegante. Y la culpa la tiene el Mediterráneo. Allí, navegando entre gamas de azules del mar y del cielo, obtuvo la inspiración para ‘Nativa’, la colección que hoy presentará al cierre de la feria paisa de la moda, Colombiamoda.El look ‘Nativa’"Esta propuesta está inspirada en una mujer con espíritu libre, seductora y aventurera, que enriquece su maleta con las cosas que encuentra a su paso”, dice Johanna.“En zapatos, estamos haciendo rafias y linos burdos en plata y amaranto. Se están fabricando en Cali, para generar empleo local”, continúa. “Como esta es un propuesta viajera, trabajamos linos burdos intervenidos con rafia, que son naturalmente arrugados, así que no los van a ver planchados en la pasarela porque quiero conservar el significado de la fibra natural. Entre las intervenciones están: el bordado en pedrería para día y para noche, y los estampados propios”, dice.