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Generosidad y riqueza, una pareja que atrae el éxito

El sábado 25 de julio, la ‘coach’ Karen Hoyos hablara en Cali sobre la co-relación que existe entre generosidad y riqueza.

14 de julio de 2015 Por: Redacción de El País

El sábado 25 de julio, la ‘coach’ Karen Hoyos hablara en Cali sobre la co-relación que existe entre generosidad y riqueza.

Cuando se habla de un líder, la primera tentación es pensar en aquella persona competitiva, luchadora, que  puede llegar a manipular los resultados solo por llegar  a su meta. Es un modelo que se basa en que solo el que lidera gana y los demás del equipo pasan a convertirse en simples escalones para poder surgir.

Esta es una figura que funciona solo en apariencia, pues da como resultado éxitos momentáneos que no se sostienen en el tiempo. 

  Karen Hoyos, experta en coaching organizacional, estará de visita en Cali con su conferencia ‘El poder del liderazgo transformacional’,  explicándoles a los empresarios y personas que asistan, cómo alcanzar grandes resultados siendo generosos en el trabajo.

    “El liderazgo transformacional es totalmente diferente al convencional, es un liderazgo de esencia vs. ego. El líder de esencia está comprometido con servir y  tiene una visión ideal en la que todos ganan. Siempre genera un espacio para que todas las partes involucradas crezcan, se apoyen y encuentren en la unión de fuerzas una vía mucho mas rápida y segura para alcanzar el éxito”, explica Karen, quien cuenta con una experiencia de más de diez años al lado de grandes empresarios y celebridades en Estados Unidos.

Ha trabajado con  Gerald Surya, creador del programa ‘Sparkling Health’; Sanjay Raval, empresario de Mercadeo en Red;  Deyanira Martínez, directora de publicidad y ventas del periódico ‘The New York Times’, entre otros.

Para poner en práctica el liderazgo transformacional es necesario tener en cuenta ciertos puntos claves, entre ellos: la contribución, la claridad y la gratitud. 

“El líder transformacional se enfoca 100 % en servir a los demás por encima de todo, sin estar atado a los resultados económicos”, explica Karen, quien agrega un jefe generoso siempre recibirá más por parte de sus empleados.  

Por otro lado, hace énfasis en la comunicación y en su importancia a la hora de liderar. Cuando  una comunicación  es clara, directa y sin rodeos, se comprende a cabalidad el mensaje. Generando a su vez que cada empleado se apropie y sea responsable de lo  que dice y hace. 

 Un líder natural no es egoísta. Él  ve la importancia y el papel que juega cada persona en el alcance de sus logros. Un jefe agradecido valora el trabajo de su empleado y lo estimula para que crezca día a día; esta consciente que es un proceso natural y que debe motivarlo, en vez de cortarle las alas. 

 Desde su experiencia, Karen habla como líder: “Cuando trabajas al lado de gente tan importante, a veces es difícil, así que aprendí a hablarle primero a la esencia de las personas, no a los egos”, afirma. 

Cuenta  que la primera vez que fue a Harvard, la mayoría de los profesores que la escuchaban cruzaron los brazos en señal de incredulidad cuando empezó a hablar, pero logró demostrar sus capacidades hablándoles como seres humanos, dejando a un lado sus títulos y años de experiencia.  

Los tres pasos

Karen Hoyos tiene una fórmula sencilla. Asegura que son tres pasos que se deben llevar a cabo después de detectar la necesidad de cambio. Esto no es solo aplicable a los negocios, sino también a la vida misma. 

“Tenemos que aprender  que, en todo lo negativo,  hemos encontrado enseñanzas, crecimiento y sobre todo, sabiduría. Haz un ejercicio:  piensa en un momento difícil de tu vida personal o en tu trabajo y recuerda la enseñanza que te dejó. Cuando la gente aprende que todo lo malo trae consigo un aprendizaje, cambia su manera de vivir y también, de hacer negocios”, afirma la experta. 

 El primer paso  es la gratitud: “Es importantísimo agradecer. Mientras nos estemos quejando por lo que no funciona, vamos a generar más de ello. Debemos aprender a dar las gracias por todo lo bueno que tenemos y a comprender lo negativo como retos que nos pone el camino”.

 Después de ello, la generosidad es la clave: “El segundo paso es sencillo, debemos ayudar a los demás. Cuando alguien está deprimido, por ejemplo, solo está pensando en sí mismo, en sus problemas y limitaciones. Así que  esa persona debe salir de su lugar de confort y buscar compartir. Puede hacer algo positivo desde su mismo círculo social, no es necesario ir tan lejos. El secreto para recibir es dar”.

 El tercer y último paso, quizás el más importante está en reconocer o encontrar el propósito de vida, aquello que lo apasiona y le mueve cada una de las fibras: “Siempre les pregunto a las personas ‘Si tuvieses todo el dinero y el tiempo del mundo para disfrutar de una actividad específica, ¿qué harías?’. Allí está la clave, en trabajar y dedicarte a lo que te apasiona. Aquello que no  te significa ningún esfuerzo, sino que representa una alegría”, asegura Karen.

 Otro aspecto importante que se debe tener en cuenta en un proceso de cambio, es poner atención a aquello que se dice. Las palabras son las responsables de nuestra realidad. “Es vital que las personas cuiden lo que dicen, las palabras son semillas que al ser sembradas en el terreno de nuestra vida, producen el fruto de nuestra realidad”, agrega.

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