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SEXO

¿Está en 'verano' sexual?, descubra las razones para dejar atrás la abstinencia

No solo de sexo se vive, pero es necesario para mejorar el ánimo, el humor, ser más creativo y proactivo, según psicólogos y sexólogos. Razones para dejar la sequía.

24 de marzo de 2019 Por: Redacción de El País 

Aunque “no solo de sexo vive el hombre”, como dice el proverbio, estudios científicos han comprobado que este incide en las ganas de vivir, los estados anímicos e, incluso, en la salud física y mental del ser humano, o mejor, de todo ser vivo.

Los monos bonobos, por ejemplo, encuentran en el sexo una manera eficaz de bajar los niveles de tensión y agresividad. Según los antropólogos, estos chimpancés, muy similares al prototipo de hominoideo africano, prefieren resolver sus conflictos con sexo.

Según Paula Dávila, psicóloga clínica, “en esta época, no tener sexo es una decisión más ligada a la parte emocional. Aunque la sexualidad hoy en día es más abierta, más fácil, más ligera y la gente tiene menos pudor frente a las relaciones sexuales casuales, curiosamente, muchas personas, que no tienen un vínculo sentimental, prefieren abstenerse de dichos encuentros”.

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A esto se debe, según la experta, que haya temporadas de sequía obligatorias, porque no se tiene una pareja o una relación ideal.

Hay un punto muy importante que ha marcado la diferencia en cuanto a este tema, es la masturbación. “El hombre siempre ha acudido a dicha posibilidad y las mujeres recurren cada vez más. Hay quienes pese a vivir un tiempo de abstinencia, sequía o verano eterno, no se ven privados de todos los beneficios que el sexo genera a los seres humanos porque a través de prácticas como la autoestimulación o masturbación llegan a orgasmos que les proveen sustancias importantes para su calidad de vida”, aclara Dávila.

La abstinencia es defendida por la Organización Mundial de la Salud y por la religión como un método efectivo para preservar al ser humano de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Pese a ello, según los sexólogos, dicha abstinencia no aporta biológicamente nada al ser humano, por el contrario, crea una carencia.

Antes y durante el acto sexual se liberan endorfinas en el flujo sanguíneo, sustancias que además de regular el sueño, crean un estado de euforia y una sensación de bienestar. También se genera oxitocina, hormona que aumenta los niveles de serotonina y dopamina, relacionadas con el humor y el bienestar, que permite a las personas estar relajadas, alegres, enérgicas, motivadas. Advierten los sexólogos que la masturbación está permitiendo que no se dé esa carencia ocasionada por abstinencias de épocas atrás donde la gente no se autoestimulaba. Ahora se mantiene esa parte sexual viva. “No habrá ese aspecto emocional que conlleva el coito y nunca se va a reemplazar el encuentro entre dos seres humanos dentro del contexto de la sexualidad, pero la práctica cotidiana permite igual llegar al orgasmo y llenar esas carencias”, expresa Dávila.

Otras ventajas del sexo son una mayor oxigenación, que permite tener una piel y un cabello más saludables. La autoestima de la persona se eleva y esta se preocupa más por patrones de cuidado, ligados a ese encuentro con el otro.

La abstinencia en sí no es buena o mala, es una elección que cada quien hace desde la necesidad que siente de no involucrarse con otro de manera sexual o genital, sin que haya esa parte emocional que genera una satisfacción más emotiva, aseguran los psicólogos.

Eso sí, una temporada de sequía sexual muy larga genera que se baje la libido. Cuando se permanece mucho tiempo sin tener ni siquiera auto estimulación, los índices de deseo bajan a escala biológica y en la parte emocional se generan inseguridades, temor y cada vez se hace mayor evasión a una situación que empieza a dejar de ser atractiva para la persona.

Hay dos grupos de abstemios sexuales, uno que practica la masturbación, que logra conservar las sustancias biológicas que benefician la salud física y mental, mantienen el deseo sexual activo y por ende, conservan todas las ventajas de salud que tiene el llegar al orgasmo o el vivir un encuentro sexual. Otro grupo ni tiene sexo con otros ni se autoestimula, y eso tiene repercusiones en su comportamiento y a nivel anímico.

El verano eterno tiene su sintomatología corporal. Mientras en los hombres se presenta dolor en los testículos y erecciones matutinas, en las mujeres los síntomas de la falta de sexo se reflejan más en la carencia de producción de sustancias que las ayudan a nivelarse hormonalmente, por eso se alteran más, se irritan, se vuelven más sensibles y susceptibles.

También en la mitad del periodo menstrual se da un alza en el deseo sexual. El no satisfacer este y no escuchar la necesidad que tiene su cuerpo, lleva a la mujer a sentirse frustrada, a que su ánimo decaiga.

La falta de sexo puede estar vinculada a problemas físicos u orgánicos que requieren atención, ya sea desequilibrios hormonales, problemas cardiovasculares, diabetes, hipertensión y muchos otros que afectan el deseo, el desempeño y la función sexual.

Aunque la abstinencia sexual se da también como una necesidad de vida. Hay casos de personas que enviudan y deciden terminar con su vida sexual. Hay gente que prefiere hacer sus procesos de duelo o de sanar emocionalmente antes de involucrarse con otra persona. “Hay quienes optan por no volver a tener sexo y pierden del todo el interés por la parte sexual, no piensan en esta opción, no se proyectan, no nutren esa parte, generan un desinterés automático y se prolongan los periodos de sequía”, considera Dávila.

Para ella, una terapia es la masturbación, a través de la cual el ser humano se conoce, se autorreconoce y tiene un autoconocimiento de sus gustos, de sus necesidades, de cómo llegar al orgasmo, eso beneficia una relación sexual más nutrida con el otro. Y lleva a decirle al otro lo que le gusta, lo que no, que nutre su apetito o lo que lo mata.

Si bien antes, la mujer tenía periodos de abstinencia con mayor facilidad y más largos, ahora en consulta sexólogos y psicólogos clínicos observan que tanto pacientes hombres como mujeres, cuando deciden dicha opción, sencillamente se desvinculan.

Se puede aprovechar ese tiempo de sequía trabajando en sí mismo, fortaleciendo la autoestima, el amor propio, el autocuidado —el conocimiento y cuidado de su cuerpo—, trabajar la ansiedad a través del yoga, la meditación y el ejercicio. La respiración ayuda a oxigenar el cuerpo y regular los ciclos biológicos. El no tener sexo no implica dejar atrás el lado sensual.

Científicos de la Universidad de Princeton, EE. UU., dicen que a mayor frecuencia sexual más células cerebrales nuevas, en especial las responsables de memoria y aprendizaje. Y se reducen el estrés y la depresión.

Señales de que le falta la ‘S’

Estrés. Al tener sexo se descarga mucha de la tensión que las personas obtienen en la cotidianidad de sus vidas. Así que una sequía puede afectar gravemente.

Baja autoestima. El estado de ánimo decae y su apreciación personal de sí mismo se ve severamente afectada. El acto sexual ayuda a que los individuos sientan un sentido de integración y de pertenencia que refuerza la relación entre dos personas y la apreciación individual, haciendo que el grado de autorrealización se refuerce.

Mal humor. Al mantener una relación sexual se liberan endorfinas o la hormona del amor, la cual hace que la persona se sienta más feliz. La falta de esta hormona y de otras sustancias generadas por el sexo afecta la relajación y el humor.

Depresión. Esta afección es muy común por la falta de sexo que ocasiona que el estado anímico sufra una caída fuerte.

Ataques cardíacos. El sexo es un buen ejercicio cardiovascular, según estudios científicos, que puede prevenir un ataque al corazón.

Falta de sueño. La abstinencia puede ocasionar insomnio. El sexo propicia un sueño placentero.

Tensión muscular. Músculo que no se usa se atrofia, reza el dicho y sí se producen dolores e incomodidades por falta de actividad.

Consejos 

Hay actividades que ayudan a trabajar la sensualidad, el erotismo y conectarse con ese aspecto del ser humano. El solo hecho de bailar genera un intercambio, una cercanía con el otro, a través de la sensualidad.

La meditación es importante para lograr el autocontrol, relajarse y encontrar la paz interior y poder estar en armonía con otros.

El ejercicio físico ayuda a disminuir la ansiedad sexual.
Aprenda un oficio que lo distraiga.

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