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Un café con Vicky Barona

Una artista caleña que ha expuesto en Londres, Venecia, Dubai y Nueva York. Fue escogida como imagen artística de la Nissan Murano.

13 de noviembre de 2016 Por: Especial para GACETA

Una artista caleña que ha expuesto en Londres, Venecia, Dubai y Nueva York. Fue escogida como imagen artística de la Nissan Murano.

Vicky, usted se formó como artista en Cali...

Bueno, yo estudié  en Bellas Artes y luego me gradué en el IPC. Pero para sobrevivir como artista, para tener una carrera consolidada tuve que salir de la ciudad, ir a Bogotá inicialmente, y luego salir del país. 

¿Cómo llegó la decisión de convertirse en una artista plástica?

Yo nunca tomé la decisión. Sencillamente supe que ese era mi camino, las artes plásticas. Mi familia materna siempre estuvo relacionada con el arte. 

De hecho, mi mamá y mis hermanas pintaban cuadros religiosos que iban a parar a las iglesias de Popayán. Mi papá, por otro lado, fue orfebre y yo crecí viéndolo trabajar con el oro y la plata y darle forma a las joyas. Así que al crecer rodeada de artistas, siempre supe inconscientemente que mi destino era ser una. 

Cómo define sus pinturas...

Yo he pasado por la abstracción, las figuras, por el bodegón y asimismo he estado impregnada por muchas corrientes sociales y políticas. 

Sin embargo, ahora estoy concentrada en una obra abstracta, aérea, acuática, totalmente elemental. Trato de retratar la profundidad esencial de lo primigenio. En mis pinturas no está presente la voz del hombre, solo la belleza natural. Se trata de imágenes más depuradas de corrientes ideológicas.

En un país convulsionado como el nuestro, es raro que quiera alejarte precisamente de la política y lo social.

Yo fui anarquista y tuve mi época de rebeldía fuerte en la que quería cambiar el mundo. Pero eso ya pasó. Me he desligado de eso para la creación de esta obra completamente abstracta. 

¿Cómo ve la producción artística en Cali?

Yo he podido comprobar que la percepción que se tiene desde 

afuera es que esta ciudad está llena de mucho talento. El problema es que en Cali, hay que decirlo, no 

hay cultura de apoyar a los artistas, de comprar pinturas. Básicamente, el arte no se valora como debería valorarse. Para tener una carrera más o menos fuerte en las artes plásticas es casi necesario salir de la ciudad. 

Usted dice que no se puede ser artista de fin de semana...

No, no se puede. Eso de ser artista por la noche, el domingo, los fines de semana, no existe. Un artista debe estar completamente enfocado en su obra, no puede mirar para otro lado. Yo, por ejemplo, nunca he dejado mi carrera a un lado y nunca he hecho otra cosa. Por supuesto, eso ha implicado muchos sacrificios y muchas durezas, pero me he dedicado al arte porque esta es mi vocación.

Ahora, como artista, hace parte de la imagen corporativa de la Nissan Murano. ¿Cómo fue ese proceso?

Yo he hecho exposiciones en Europa y en EE. UU., y mis obras se exponen en galerías privadas en Dubai, Venecia, en Londres y Nueva York. En la Nissan estaban buscando a tres artistas latinoamericanos para hacer la promoción dela Murano. Los escogidos fuimos Francisco Mandiola, chef chileno; Richard Bravo, el famoso percusionista venezolano y ganador de numerosos varios Grammy, y yo. 

Yo nunca apliqué ni me comuniqué con ellos. Ellos conocieron mi obra por alguna exposición y me contactaron para que participara. El documental realizado con la Nissan sobre mi obra ya fue estrenado en México, Panamá y Chile. Estamos esperando para estrenarlo en Bogotá. 

A  pesar de que ser una artista internacional, usted tiene su taller de creación en Cali. ¿Por qué?

Cali es mi espacio, es mi ciudad. Me gusta sentirla y me siento bien, siento que aquí puedo llegar al estado que necesito para pintar.

La última pregunta

Su rebeldía artística le causó problemas con su familia, que es muy conservadora... 

Sí. En mi familia materna pintaban para las iglesias, así que no estaban muy contentos con lo que yo estaba haciendo. Pero bueno, como artista tienes que seguir tus convicciones y trabajar aún en contra de la familia. El camino es duro. Pero bueno, yo creo que más graves que los problemas con la familia, son los problemas con la sociedad que no apoya el arte.

¿Cuándo es su próxima exposición? 

Es el próximo 2 de diciembre en el Hotel El Prado, de Barranquilla.

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