Un café con Manuela Garcés, una pintora caleña

'Narciso', la más reciente obra de esta artista caleña, inspirada en una relación del pasado, se exhibe actualmente en Nueva York, Roma y por supuesto, en Cali. 'El arte es un desahogo absoluto donde celebro o condeno mis sentimientos hacia otros'.

Manuela: ¿por qué pintura? 

Desde muy pequeña tuve inclinación por el arte, me encantaba todo lo que fuera creativo, interactivo y estético. Descubrí desde temprana edad que tenía facilidades artísticas que pude desarrollar gracias al apoyo y ejemplo de mi familia. En mis últimos años de colegio empezó mi curiosidad por la psicología, la arquitectura y el diseño pero finalmente entendí que la pintura era lo que más me divertía, el medio en el que mejor me podía desahogar y expresar sin restricciones; esa libertad fue lo que me empujó a seguir mi carrera como pintora.

El arte para mí es un acto necesario para procesar situaciones, emociones o para despojarme de cargas con el fin de entenderme y crecer como individuo.

Hablemos de tu obra, el recorrido hasta hoy. 

Me gradué de la universidad SCAD (Savannah College of Art & Design) como pintora donde aprendí las bases de mi profesión pero no fue hasta empezar la maestría en la  NYU, que pude realmente explorar y encontrar mi voz como artista.

Ahí descubrí mis materiales predilectos que hasta ahora predominan mi obra: una combinación de papel pergamino, tinta, óleo y el uso de un bisturí. Desde  entonces he estado produciendo obra basada en mis propios intereses y experiencias. 

Abstraje casi por completo lo figurativo para darle prioridad a mi subconsciente-rastreando y documentando mis sueños, algo que me intrigó mucho desde niña. Los sueños evolucionaron a fantasías y de la fantasía comencé a enfocarme en mi realidad. Lo que más me mueve es el amor en todos sus matices y sus inevitables pérdidas.

He plasmado mis historias de amor en capas de papel cortado y pintado, encapsuladas en cajitas de acrílico y hecho registros de relaciones a través de cartas y poemas. La escritura tiene cada vez más peso e importancia en mi obra, tanto que en los últimos años algunas series cuentan con mis escritos de protagonistas, como aquella que se pudo apreciar en la exposición Narciso (Narcésar) presentada recientemente en La Universidad Javeriana.

Narciso viene de algo muy personal…

Para mí el arte es un desahogo absoluto donde celebro o condeno mis sentimientos hacia otros. Esta obra nació de una necesidad que tuve durante un amorío con alguien completamente narcisista. Vacilando entre constante fascinación y decepción, decidí empezar a escribir casi desde el principio del romance para entender mis emociones y la situación en la que estaba.

Como me encontraba con una persona increíblemente atractiva y a su vez supremamente egocéntrica, comencé a relacionarlo con el Narciso, la figura mitológica que se enamora de su propio reflejo en el agua y asimismo encuentra su muerte. De ahí nacieron cartas, poemas y declaraciones, las cuales en su mayoría aludían al personaje mitológico, colmadas del desahogo necesario para superar y de cierta forma ahogar el dolor. 

Al finalizar esa relación me encontré con dicho material y decidí usarlo para seguir el proceso de sanación. Cuando convierto experiencias vividas en obras puedo ver todo desde otro punto de vista que me ayuda a revivir momentos felices o entender aquellos no tan buenos. Mi método fue transcribir los escritos sobre el papel que siempre uso, para después recortar la parte superior de cada palabra y así poderlas doblar y reflejar en espejos puestos en la base de cada obra para seguir con el paralelo del Narciso. 

Y ahora expondrás en Corea…

Sí. Estoy divirtiéndome produciendo obra de pequeño formato basada en fantasías eróticas que espero poder exponer en Seúl, Corea, gracias a una invitación que me fue extendida hace poco. Me gusta viajar. Soy libre y la libertad le da alas a mi creatividad.