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¿Quién es el bogotano que tomó la batuta de la Filarmónica de Cali?

Fue estudiante tardío de música y le gustan por igual rock, electrónica y bolero. Su permanencia en la orquesta será por seis meses, porque es el tiempo que los recursos garantizan.

29 de septiembre de 2011 Por: Redacción de El País

Fue estudiante tardío de música y le gustan por igual rock, electrónica y bolero. Su permanencia en la orquesta será por seis meses, porque es el tiempo que los recursos garantizan.

El nombramiento como director titular de la Filarmónica de Cali le sonó al bogotano Ricardo Jaramillo González como una ‘Canción del regreso’ a la ciudad donde aprendió a caminar y en la cual tiene raíces: “Mis abuelos paternos eran caldenses; mi papá es de La Cumbre y mi familia se volvió prácticamente caleña”.“De niño viví aquí y siempre vine a vacaciones”. Por eso se siente feliz de vivir de nuevo aquí y aunque fuera foráneo, hubiera venido también por la orquesta, su más grande reto profesional ahora.Jaramillo se hizo cargo de la primera agrupación musical de la capital del Valle algo más de cinco meses después de la renuncia de Paul Dury y de que la Filarmónica atravesara por una crisis que la ‘desapareció’ durante todo el mes de julio.El nuevo director llegó por seis meses, porque es el tiempo que los recursos garantizan. Es decir, en enero se podría estar de nuevo pasando afugias. Sin embargo, para Jaramillo ese no es problema:¿Por qué se ‘montó en ese potro’?Más que montarme es la oportunidad de hacer lo que he soñado. Desde hace tres años he venido como director invitado, pero con la renuncia de Paul Dury y con las gestiones para revivir la orquesta, aquí vine. Es buen grupo y me gusta su nivel.Aunque la orquesta tiene recursos hasta enero, ¿pesa la incertidumbre?Sí, pero también hay esperanza para pensar que se puede seguir el año entrante. Por eso me retiré de ser director asistente de la Filarmónica de Bogotá. Ah, pensé que iba a ser algo así como con un futbolista, que lo prestan durante seis meses a un equipo y luego regresa...Los directores de orquesta son peores que los futbolistas, porque aunque sea titular de una, acepta invitaciones a dirigir otras o puede tener varias orquestas. La movilidad es muy grande. En cambio, yo me retiré de la Filarmónica de Bogotá desde diciembre, sin tener nada en perspectiva, pues quería buscar más experiencia. Como la situación ideal nunca se dará, había qué arriesgar. Como director asistente tampoco podría avanzar mucho, aunque lo que tenía era muy bueno y cómodo.En cambio, la Filarmónica de Cali es un grupo pequeño, de 40 músicos. ¿Aún así tiene mucho margen de trabajo?Desconozco en detalle el repertorio que ha tocado en los recientes años, pero aún así se puede tocar buena cantidad de música, si se distribuye la orquesta en tres formatos: uno como orquesta grande, con pocos conciertos; otro como orquesta media, aumentando un poco la sección de cuerdas; y otro con el nivel que tiene. En el nivel medio se puede hacer una parte importante del repertorio universal. En agosto la filarmónica ensayó con 70 músicos, sumados los estudiantes avanzados de la Escuela de Música de Univalle. ¿A usted le dieron esa opción?Me la dieron para el primer montaje que dirigí, porque era indispensable. Se tocó jazz sinfónico durante Ajazzgo, hace tres semanas. Tengo interés en armonizar tiempos con los estudiantes, de tal manera que todos salgamos beneficiados.Usted se ve muy joven para dirigir una sinfónica. El público tiene la imagen del director viejito...Yo tengo 46 años. La gente se asombra con mi aspecto, pero cuando le digo mi edad casi siempre me responde: “Ah, no, no es tan joven”. Pero lo es para ser director titular...Desde bebé tuve inclinación y contacto con la música. Aún así comencé a estudiar economía. De hecho, empecé muy tarde los estudios musicales, a los 19 años, que es una edad en la cual a nadie se le ocurre entrar a una escuela de música. La dirección era una de las pocas cosas que podía hacer a esa edad, porque ya era imposible tocar profesionalmente un instrumento. Estudié dirección coral en Los Andes y la Javeriana, en Bogotá. ¿Cómo debutó de director?Con los montajes que hice para coro y orquesta en la Javeriana, y más tarde con la orquesta universitaria ‘Olav Rooths’. Luego estudié la maestría en dirección de orquesta. Trabajé con algunas orquestas comunitarias en los Estados Unidos y regresé al Departamento de Música de la Javeriana. Trabajé con bandas sinfónicas, pero tenía 40 años y creía que la entrada al mundo de la orquesta estaba cerrada. En esas se abrió el concurso de director asistente de la Filarmónica de Bogotá, que gané.¿Tiene experiencia para enfrentar el eclecticismo de la Filarmónica de Cali?Sí. En mi vida personal escucho música muy diferente de la que toco. Me encantan el rock y los boleros; me gustan las músicas clásica y contemporánea, incluso la electrónica. De esa manera, encajo no sólo en la Filarmónica de Cali sino en muchas cosas que el mundo vive, con muchas influencias. Me encanta experimentar.¿Las orquestas dejarán de tocar a los grandes maestros?Ya está pasando. Lo que Latinoamérica ofrece se está viendo y es algo que está tomando impulso. Está cambiando la manera de escoger los repertorios, pero ojalá nunca se deje de oír a los buenos.¿El director de orquesta de hoy sigue representando el poder absoluto?El director tirano de hace un siglo no tendría cabida hoy. Hoy se trabaja en equipo, se escucha a los músicos. Si el jefe de grupo le habla a su fila, yo espero, porque es el que tiene experiencia en su instrumento. Sin embargo, quien tiene la última palabra es el director, quien además debe regañar delante de todos.Ricardo Jaramillo González Nació en Bogotá en 1965.Director de la Orquesta y la Banda Sinfónica (primer lugar en el Concurso Nacional, en 1996, 1997 y 1999) de la Universidad Javeriana.Director titular de la Banda Sinfónica Juvenil de Cundinamarca, con la cual obtuvo primer lugar en el Concurso Nacional de Bandas, en 2003 y 2004. Director asociado de la Banda Sinfónica Nacional.En noviembre de 2004 ganó por concurso el cargo de director asistente de la Filarmónica de Bogotá.Con esta orquesta dirigió conciertos didácticos y el ciclo ‘Filarmónica en los parques’.Director invitado de las principales orquestas y bandas sinfónica del país. En 2008 fue uno de los ganadores del Grammy Latino al mejor álbum instrumental con la Filarmónica de Bogotá.

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