Las películas colombianas necesitan más apoyo: directora de 'La defensa del dragón'

¿Cómo nace la historia de esta película?
La historia y los personajes nacen de estos universos que retrata la película, el club de ajedrez, la relojería, los cafés y las calles de Bogotá, de esa Bogotá que se resiste a desaparecer y que soporta las transformaciones de la ciudad moderna. Parte de unas fotos de Iván Herrera, en las que aparecen personajes y lugares que para mí evocaban otras épocas, otra forma de entender el mundo, de vivir.
Los habitantes y los visitantes de estos lugares que retrata Herrera y que aparecen en la película, todavía llegan a socializar mientras se toman un café, cosas que ahora no se hacen igual. Ese tipo de relaciones me llaman mucho la atención y a partir de allí creé los personajes.

¿Qué significó llegar a Cannes?
Llegar a Cannes fue fantástico, maravilloso, es el mejor lugar para el estreno de una película. Abre puertas a un mercado muy importante porque tiene las mejores críticas y la mayor visibilidad en los festivales. Pero nosotros no esperábamos llegar allá. Teníamos expectativas mucho más humildes, pero por una serie de eventos mostramos un primer corte de la película en una presentación de Proimágenes y allí la vio el director artístico de la ‘Quincena de realizadores’, quien se mostró interesado en llevarla a Cannes.

¿Cómo fue la reacción de la gente al ver la película?
La película se presentó cuatro veces en Cannes con sala llena, y muchas de esas personas se acercaron a nosotros al final del estreno y nos dijeron cosas muy bonitas, muy conmovedoras. Muchos se identificaron con los personajes, y ese es el mayor logro para mí como directora.

¿Qué influencias tiene como directora?
Yo creo que todo lo que uno ve y escucha y lee termina, de una u otra forma, influyendo. En el proceso de rodaje sí teníamos unas obras que estaban ahí desde la concepción, por ejemplo la película española ‘Los lunes al sol’, que también retrata lugares parecidos a los de esta película. Luego en la propuesta estética yo tenía ideas muy claras que partían de las fotos de Iván, planos muy cerrados, etc. Empezamos a hablar de Kusturica, de cómo ilumina, de cómo compone, de cómo ocupa el espacio, todo en función de lo que queríamos mostrar.

¿Cuál es su percepción del cine colombiano?
Creo que se están haciendo cosas muy interesantes desde lugares muy diferentes y se están contando historias cada vez más disímiles. Ya no respondemos al cine de conflicto, de pobreza, de violencia, que es importante porque habla de nuestra realidad, de una de nuestras realidades. Estamos haciendo otras cosas que parten de conflictos diferentes y estamos haciendo un cine de género interesante, también.
Pero nos falta mucho en la parte de promoción y distribución, porque las películas llegan con muy pocos recursos a estas instancias. No todas llegan a salas comerciales, no todas consiguen distribuidor... Y también necesitamos más educación. No pueden ser solo la Universidad Nacional y otras dispersas enseñando cine en el país.

¿Cómo ve el tema del apoyo en la distribución de las películas?
Yo creo que debe haber apoyo. Hay quienes dicen que no debe haber paternalismo cultural. Nadie duda de que el Estado deba construir carreteras y puentes, pero cuando se habla de cultura todo se pone en duda. Hasta que no haya una industria consolidada, dependemos de que el Estado apoye los esfuerzos que sí son privados. Yo creo que debe existir una ley que le garantice a una película colombiana un mínimo de semanas en carteleras. Puede ser que eso cambie más adelante, que luego no se necesite de esa ley, pero por ahora sí la necesitamos. Hasta que no haya una industria bien consolidada, necesitamos más apoyo para la difusión de las películas.

¿Está trabajando en otro proyecto?
Sí, estoy en ello. ‘La defensa del dragón’ tomó seis años para ser realizada. Espero que este me tome menos tiempo. Pero sí, estamos trabajando en otra película que espero sacar pronto.