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La narración oral en Cali tiene su cuento

Este pareja de comunicadores de la Uniautónoma nos habló sobre el libro ‘Cueeeeeeennnnntooooooos ... historia de un grito lastimero en Cali’ , que publicaron con el auspicio de la Universidad Autónoma de Occidente y que explora la historia de la narración oral en Cali.

30 de julio de 2013 Por: Redacción de GACETA

Este pareja de comunicadores de la Uniautónoma nos habló sobre el libro ‘Cueeeeeeennnnntooooooos ... historia de un grito lastimero en Cali’ , que publicaron con el auspicio de la Universidad Autónoma de Occidente y que explora la historia de la narración oral en Cali.

¿Cuál es el propósito del libro?Alejandra Rayo: El proyecto de este libro que se llama ‘Cueeeeeeennnnntooooooos ... historia de un grito lastimero en Cali’. Se pensó como una aproximación a la historia de la narración oral en la ciudad empleando como herramienta el periodismo narrativo. Y a partir de un criterio muy claro: establecer quiénes son los colectivos y narradores que mantienen vigente la práctica de la narración oral en la Capital del Valle.¿Y a qué obedece el nombre del libro?Luis Bustamente: Ese es el grito que utilizan los narradores para convocar a la gente en los lugares donde actúan. Ellos dicen que ese grito lastimero es un elemento simbólico y mágico de su oficio y nos pareció que resumía el contenido del texto. De otra parte, queríamos que fuera un trabajo que no se quedara en el círculo académico y por ello quisimos hacerlo por medio de un reportaje, para que fuera un producto que el público interesado pudiera disfrutar y comprender.¿Cuáles fueron los colectivos seleccionados?A.R.: Fueron el grupo El Perol, (hoy conocido como La Fábrica) fundado en 1992; Cuento Luna, creado en el 2002, y Santa Palabra, que funciona desde 2007.¿Cómo es el perfil de los narradores locales?L. B. Una de las intenciones del libro era intentar dibujar al narrador oral con sus historias de vida y conflictos. Esto nos permitió que el relato periodístico tuviera matices, para que quien lo lea tenga claro que ellos, además de narradores, son personas que piensan la ciudad de una manera particular y que buscan a través de su ejercicio el bien ciudadano, ese reconocimiento nos parece que es importante hacerlo.¿Cuál es el panorama que alcanzaron a  vislumbrar  de este movimiento en Cali?L.B.: Encontramos que existe mucha desunión, por criterios que cada grupo tiene de lo que es la práctica de la cuentería. Eso ha impedido que puedan obtener reconocimiento ante los entes gubernamentales. Mientras que en Medellín y Bogotá hay apoyo estatal, en Cali, por ejemplo, cuando fuimos a la Secretaría de Cultura a averiguar si había algún censo de los narradores encontramos que hay total desconocimiento. ¿Cómo plantearon el reportaje sobre esta historia de la narración en Cali?A.R.:  El libro se lo presentamos al lector como una historia de vida de los cuenteros que identificamos, que presentamos de forma entrelazada. Como autores proponemos que se asuma esta obra como una historia de esas que podría escuchar en la Colina de San Antonio o en la Universidad del Valle. Que puedan reconocer a los personajes como si fueran de ficción, pero teniendo la certeza de que los pueden encontrar a su lado en el MIO o en cualquier espacio público.¿Con tanta influencia de los medios electrónicos todavía la narración oral tiene importancia para la comunidad?L.B. Aún las personas quieren escuchar historias en una interacción cara a cara y eso lo puede comprobar cualquiera que asista a los sitios donde se realizan esas actividades. Un narrador nos dijo que no tiene sentido ver a un narrador por You Tube, porque la magia de la narración se consigue usando los códigos del arte escénico, para construir valores a partir de la fantasía oral.

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