La historia detrás del Festival Internacional de Música de Cámara de Buga

Hablamos con su directora, Tatiana Tchijova, una rusa que se enamoró del Valle.

Tatiana, uno pensaría que apostarle a un festival de música en ciudades pequeñas es una tarea difícil...Yo llegué a Colombia proveniente de Rusia en 1994 y desde entonces me vinculé a la Orquesta Sinfónica del Valle y a la Universidad del Valle. Desde allí tuve la oportunidad de recorrer todo el departamento gracias a los conciertos que ofrecíamos y pude darme cuenta de que hasta en los municipios más pequeños la gente es sensible a la música, sin importar el género. A la gente no solo le gusta esta música sino que la entiende. Hay una falsa creencia de que la música clásica es elitista. Yo diría más bien que no es masiva, si se compara con músicas populares. Pero la verdad es que con la música en general se apela a las emociones de la gente. Por eso la música, cualquiera que sea, no tiene fronteras.¿Por qué Buga?Por tres razones. La primera suena a cliché, pero es verdad. Nació de un sueño hace dos años y medio cuando conocí el Teatro Municipal en Buga, cuando fuimos a tocar con la Camerata Alférez Real. Tuvimos un concierto muy bonito con el teatro lleno de público y todo me pareció perfecto: el teatro, la ubicación, la gente. Y empecé a soñar con que Buga era el escenario perfecto para un Festival de Música de Cámara. La segunda es que Buga fue durante muchos años una ciudad muy importante. En aquellas épocas en el que tren era el transporte principal, a la ciudad llegaban en parada obligada los artistas que se iban a presentar en todo el continente y me parecía bonito poder recuperar esa tradición. Y la tercera, quizá la más importante, es que la gente que vive en Darién, Palmira o Tuluá no siempre tiene posibilidades de viajar a Cali, Medellín o Bogotá a asistir a los eventos y conciertos de música clásica. Mi idea entonces es acercarles a ellos la música clásica y qué mejor forma que hacerlo que a través de la música de cámara. Pregunta para néofitos ¿qué es la música de cámara?Nació como una música que se interpretaba en los salones de los palacios con un número reducido de instrumentos. Tiene unas características muy claras: lo primero es que cada integrante toca su parte, y no como en la orquesta sinfónica en donde hay primer violín, segundo violín, etc. Lo segundo es que no hay director, entonces los músicos se ubican de tal manera que se pueden mirar unos a otros. Lo tercero es que el número máximo de músicos que se permiten son las orquestas de cuerda de 12 o 13 personas.¿Cómo ha sido la respuesta en Buga y sus alrededores?Inesperada. El hecho de llegar al teatro mucho antes de los conciertos y ver cómo la gente ya está haciendo fila para entrar, o ver llegar a las señoras muy bien arregladas, como queriendo darle la importancia al evento, así como la gran asistencia de los jóvenes, es algo que me llena de satisfacción. El año pasado, por ejemplo, el Secretario de Cultura me decía el día de la clausura que tenía que cerrar las puertas y yo le pedía el favor de que no lo hiciera. Pues resulta que el teatro se llenó más allá del tope y entró gente que no tenía donde sentarse porque ya no había más sillas. Eso fue muy satisfactorio.Para el cierre del Festival que se llevará a cabo hoy domingo 12 de octubre, ¿qué eventos tiene programados?Empezamos a la 10 a.m. con un taller de trompeta dictado por el trompetista Konstantin Barishev, que viene del teatro Mariinski. A las 11, en Darién, se presentará el cuarteto Gianneo, que viene de Buenos Aires, y que tiene varias nominaciones al mejor grupo de cámara en la Patagonia. A esa misma hora, en Buga, se presentará la Camerata Alférez Real, con el solista Dimitri Petujov, tocando las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Para la clausura se dará un concierto en el que participarán, entre otros, el tenor colombiano Hans Mogollón, la pianista francesa Anais Crestin, el trompetista Konstantin Baryshev.¿El festival permite estimular otro tipo de encuentros?Una de los aportes más importantes de este Festival es la posibilidad de intercambio que se da entre artistas invitados y locales. Para los artistas locales es difícil viajar a Europa para conocer lo que allá se realiza, debido a los altos costos y a que los Festivales ya no los financian. El hecho de que músicos de otros países puedan venir y quedarse durante cuatro días permite esa interacción.¿Cómo llega una violinista de San Petersburgo a Cali?Llegué luego de la caída del comunismo. Me sentía asfixiada en Rusia, sin poder salir y sin saber qué pasaba con la música en el resto del mundo. Al graduarme me ofrecieron un contrato y resultó ser en Cali. Mis amigos me decían que no me fuera a Colombia pero eran tantas ganas las de salir de Rusia que no les hice caso. Llegué, me enamoré, me casé, y aquí estoy hace 20 años.¿Cuál es su recomendado para hoy domingo 12 de octubre?El concierto de clausura a las 6:00 p.m. con el tenor colombiano Hans Mogollón, el cuarteto Gianneo de Argentina, los pianistas Vaclav Pacl y Anais Crestin y el trompetista Konstantin Baryshev.