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En la tercera versión del concurso 'Creación Bloc 2012' que organiza Lugar a Dudas, Alianza Francesa y Proartes los ganadores de las Becas Locales fueron: los curadores María Wills, Juan Sebastían Ramírez y Óscar Roldán con ‘El ego del burro’, de Wilson Nieva; ‘Metafísica concreta’, de Herlyng Ferla, y ‘Una temporadaza en el remordimiento’, del colectivo Re/producciones.

9 de julio de 2012 Por: Elpais.com.co | Gaceta - Ricardo Moncada Esquivel

En la tercera versión del concurso 'Creación Bloc 2012' que organiza Lugar a Dudas, Alianza Francesa y Proartes los ganadores de las Becas Locales fueron: los curadores María Wills, Juan Sebastían Ramírez y Óscar Roldán con ‘El ego del burro’, de Wilson Nieva; ‘Metafísica concreta’, de Herlyng Ferla, y ‘Una temporadaza en el remordimiento’, del colectivo Re/producciones.

Tres propuestas “sólidas” y “arriesgadas”, según palabras de los jurados, fueron seleccionadas como ganadoras de las Becas Locales de Creación 'Bloc 2012’, que llega este año a su tercera versión, gracias al auspicio de Lugar a Dudas, Alianza Francesa y Proartes. Al concurso, que es todo un ejemplo de trabajo en red por parte de las instituciones culturales de la ciudad, se presentaron 73 proyectos de artes plásticas, lo que demostró el éxito de la convocatoria.Los trabajos escogidos por el jurado, integrado por los curadores María Wills, Juan Sebastían Ramírez y Óscar Roldán fueron ‘El ego del burro’, de Wilson Nieva; ‘Metafísica concreta’, de Herlyng Ferla, y ‘(Una temporadaza en) el remordimiento’, del colectivo Re/producciones, integrado por Lina Rodríguez y David Escobar. “Se presentaron buenas y diversas propuestas, pero los trabajos seleccionados mostraron creatividad y riesgos en sus propuestas”, dijo la curadora María Wills.El jurado, además, otorgó dos menciones especiales a los proyectos propuestos por los artistas Henry Salazar y Diego Antonio Mendoza. “Hubo trabajos muy sólidos, de ahí las menciones. Si bien aumentó el número de participantes, lo que se nota es la falta de más espacios de este tipo que permitan a los artistas de la región proyectar y consolidar sus carreras”, agregó Juan Sebastián Ramírez, otro de los jurados. Gaceta dialogó con los artistas ganadores de las Becas, quienes recibirán cada uno $9 millones para desarrollar el proyecto durante los próximos seis meses. En diciembre se harán las exhibiciones. El ego del burroLa manera como el arte es capaz de influir en el pensamiento para estructurar imágenes e ideas es la preocupación de ‘El ego del burro’ la propuesta del artista Wilson Nieva, quien presentó a la convocatoria cuatro piezas: dos videos, ‘Qué sonrisa más linda tienes’ y ‘Ser artista (o el ego del burro)’, un relato con el mismo nombre, y la serie fotográfica ‘La otra Historia’, como punto de partida para su proyecto.Estos trabajos aluden, con tono irónico y crítico, a la manera como la mentira y la ignorancia se introducen en la vida cotidiana de la sociedad para maquillar la realidad, crear arquetipos y manipularla. “Ignoramos más de lo que sabemos y eso merece respeto. Además partir de la ignorancia o del error es que crece el individuo”, explicó.Respecto a la mentira también el artista dijo que ésta oculta “mecanismos tremendos y abominables que consiguen, por ejemplo, que una falsa desmovilización de paramilitares cree una ficción. Esta ficción manipula el deseo de la sociedad al punto que hay gente que va a la tumba convencida de que ese hecho fue verdadero”.Pero también desmitifica la imagen del artista tanto en su proceso creativo como su lugar en la historia del arte. “El artista también es víctima de la realidad; en sus vidas están mas presentes la lucha y el fracaso que el éxito y la sonrisa. Tienen que levantarse a diario para competir. Para tratar de mantenerse, deben renunciar a muchas cosas”.Nieva señaló que lo que le interesa son los mecanismos de producción de imágenes y de cómo inciden en la cotidianidad. “Mi finalidad no es hacer arte sino entender mejor la sociedad. El arte es un medio de despliegue del pensamiento pero también de mis propios berrinches, pues hay también algo personal, en la investigación que hago”, concluyó. Metafísica concretaA lo largo de su carrera, el artista Herlyng Ferla se ha dedicado a recolectar objetos de la calle para analizarlos, clasificarlos e intervenirlos para “hacer relaciones simbólicas entre la estructura interna de los objetos y la transformación que han sufrido en el uso cotidiano”, según anotó en su propuesta ‘Metafísica concreta’.Para el proyecto, que instalará en dos salas de exhibición de Proartes, el artista planea hacer una serie de obras relacionadas entre sí, en la cual, desde luego, los materiales juegan un papel fundamental.En la primera sala estará dispuesta una instalación titulada ‘Materialismo trascendental’ compuesta por seis ventanas unidas entre sí y una serie de retratos hechos en tinta sobre vidrio enmarcada en hierro. Entre tanto, en la segunda sala, el artista plantea instalar una serie de esferas hechas de cadenas de bicicleta de las cuales emana una luz. Para el artista, la primera sala alude a un “estado inicial”, expresado en la relación que se da entre el vidrio y el metal, para hablar de la espiritualidad. “El vidrio es una superficie brillante y transparente que puede ser atravesada por la luz y la mirada, una forma a través de la cual uno conoce. Entre tanto el metal como evidencia de máxima rigidez, está protegiendo esa estructura frágil del vidrio. Para mí esa relación entre algo que es muy frágil y algo que es muy duro hace una alusión a lo espiritual y cuando uno se refiere a lo espiritual está hablando de la ética y de la moral”. En la segunda sala el artista plantea un estado superior o de “ascenso”, en el cual las esferas metálicas hechas de cadenas de biciletas emanan una luz. “Y hago una relación de la luz como fuente del saber, del conocimiento, de la ética y el crecimiento espiritual. En forma metafórica o simbólica las cadenas encierran el esfuerzo el desgaste que hace la gente para moverlas y desplazarse por la ciudad, porque para mí el pensamiento tiene que ver con la acción, con lo que hacemos en la realidad no solo lo que se plantea en los textos o con palabras”, explicó el artista.RemordimientoLina Rodríguez y David Escobar, del colectivo Re/producciones se han interesado en explorar los archivos, la fuente para desarrollar propuestas plásticas. En este caso presentaron a Bloc el proyecto ‘(Una temporada en) el remordimiento’, a partir de un caso judicial ocurrido hacia 1873 en Urrao, Antioquia, cuando a Daniel Escovar, un hombre conocido con el alias de ‘el Hachero’, fue condenado por un asesinato múltiple. Unos dibujos que ilustraban la manera como fue cometido el crimen fueron utilizados como evidencia para condenar al hombre. Luego Escovar se escapó de la cárcel y permaneció prófugo. En 1908, el hombre fue absuelto por el general Rafael Uribe Uribe, cuando este supo que Escovar -quien confesó su crimen- había ayudado a los liberares en la última batalla de la Guerra de los Mil Días, haciéndoles unos planos del territorio. David Escobar explicó que les llamó la atención esta historia por varias razones. “En ese caso aparece una manifestación plástica a partir de esos dibujos y fotografías que fueron utilizadas como evidencia probatoria del juicio, para condenar a Escovar. Eso nos despierta la inquietud sobre qué tan fiel a la realidad puede ser un dibujo entendiendo la subjetividad que puede afectar esa representación de una realidad. Y a la vez de cómo la percepción moral puede cambiar según los contextos cuando es absuelto por haber ayudado a los liberales”.El su proyecto el colectivo “propone ‘rehacer’ los dibujos en cuestión a partir de el reporte judicial, las noticias de prensa y el libro ‘El crimen del Aguacatal’, escrito por Francisco de Paula Muñoz, considerado el primer reportaje de la literatura moderna en Colombia y publicado en 1874. Adicionalmente, el proyecto incluye la realización de un video apoyado en archivos fotográficos que tuvieron relación con los hechos mencionados, el pensamiento moral de una época”. Entre las fuentes documentales que utilizará el colectivo está también el libro ‘El remordimiento’, del filósofo Fernando González, en el cual hace un estudio del ser moral antes y después de la muerte. “Este caso refleja el pensamiento moral de la época, del remordimiento como vía de expiación de la culpa.Para los artistas la literatura y las imágenes que hacen parte de los archivos “aportan un alto contenido histórico en el que buscamos los síntomas de una temprana modernidad en un contexto republicano donde la moral al igual que la estética son variables, son síntomas, índices. Sin remordimiento no hay porvenir. En la vida moral solo hay guerra y tormento”, concluyen en su propuesta.

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