El grupo Bahía celebra en Cali sus 20 años de trayectoria artística

Este viernes, en la Plazoleta del Centro Cultural de Cali, cantantes y agrupaciones del Pacífico celebrarán los 20 años del grupo Bahía.

Hugo Candelario González Sevillano perdió la cuenta de los festivales a los que ha ido con su grupo Bahía desde que lo fundó en 1992. En Colombia los han invitado a casi todos, desde el Amazonas hasta La Guajira, y de todos los géneros, jazz, afrolatina, música del mundo, folclórica. Con currulaos, porros chocoanos, bundes, jugas y andareles llegaron a Kenia, Finlandia, África, Angola, Japón, México, Inglaterra...A Guapi, la tierra de Hugo Candelario, han ido cientos de veces, en barco, un viaje que dura de 12 a 14 horas; en lancha han demorado de 3 a 5 horas, y en avión, 35 minutos. “El de la lancha es chévere cuando no hay mucha marea”, dice él. Siempre van para las fiestas patronales y el recibimiento es una locura. “Cuando salió el primer disco de Bahía fue una fiesta nacional, éramos unos ídolos. Hoy en día hay muchas más producciones y más grupos. Pero siempre nos reciben con mucho cariño. Eso se forma una locura. Hay mucha comida, atenciones, mucho traguito, mucha tocata. Me llegan letras, propuestas de cantantes y músicos”, dice el director.Su viaje más largo fue a Japón. “Nos fuimos de Bogotá a Madrid, luego a Francia, estuvimos por Rusia, fueron como 30 horas”, relata. El idioma no fue problema, “la música de los tambores tiene su magia propia, la gente se engancha”, sentencia.Sobre los festivales dice que algunos dan caché. “Haber ganado el Petronio da un estatus, sin desmeritar a los otros”, admite, refiriéndose al primer lugar que se llevó Bahía como Agrupación Libre en 1997, en el Primer Petronio Álvarez, triunfo que repite en 1998. “En Europa hay unos claves”, dice el fundador de Bahía, que ha estado en Expo Sevilla, Expo Lisboa y Expo Hannover y muchos más. Su confesión la hace en medio de un ensayo de Bahía, que ya está institucionalizado: “Los jueves, de 11:00 a.m. a 1:00 p.m. nos reunimos para repasar”. Su sede es la terraza de la casa donde vive Aura Sevillano, madre de 9 hijos, 5 mujeres y 4 varones, el menor, Hugo Candelario. “Nunca pensé que él iba a ser músico, porque no era la carrera que a mí me gustaba, yo tengo muchos parientes, primos, sobrinos, músicos, y se dedican mucho a la bebeta, a la farra. Tito Cortés, primo mío, fue un gran músico, tuvo buen auge, pero después se quedó rezagado. Cuando ya los músicos están mayores ya nadie los busca, porque nacen otros superiores y más modernos”, dice la viuda de Esteban González.Recuerda a Hugo Candelario pegado a la flauta desde pequeño. “Yo tenía un almacén de artesanías donde vendía bombos y cununos, el papá de ‘Gualajo’ me vendía marimbas y a él le fascinaban, las tocaba y se fue encarrilando”. El director de Bahía recuerda que cuando llegó a Cali, en 1985, no había intérpretes de marimba. “Participé en grupos de danza. Era el marimbero de los grupos de las universidades, de las empresas, de los colegios”. Después de estudiar su bachillerato en Bogotá y de integrar la banda de guerra en la Armada Nacional, en Barranquilla, Hugo estudió en el Conservatorio Antonio María Valencia, en el IPC, en la Escuela de Música de la Universidad del Valle y en la Escuela Nacional de Arte, de La Habana.Bahía nació como cosa del destino cuando él tenía 20 años. “Estaba tocando mi flauta en el antejardín de mi casa y pasó un amigo del barrio con un amigo de él que iba tocando la guitarra, Fernando Valencia. Se acercaron y fue química musical a primera vista. Desde allí en adelante todos los fines de semana nos reunimos”.El aroma a la crema de fríjol de su mamá lo saca de sus recuerdos. Mientras Aura prepara el almuerzo en el primer piso de su casa, el hijo habla con su otra familia: Los cantantes Linda Caldas, de El Charco, Nariño, y William Angulo, de Timbiquí, Cauca; Juan Epifanio Bazán, de Guapi, Cauca, en los cununos, y Jafet Andrade ‘Yiyo’, de Tadó, Chocó, en los bombos.La agrupación maneja tres formatos: Bahía Ensamble, Bahía Trío y Bahía Orquesta. Este último reúne 28 músicos. Este hijo de Guapi y sus músicos graban el nuevo disco de Bahía Orquesta. Están ensayando voces, escuchando lo grabado. Prometen “un disco más rumbero”. “Estamos apretaditos hasta que encontremos una sede más grande”, cuenta el músico que lleva la marimba hasta de ringtone.Él no tiene la cuenta de los viajes que ha hecho, tampoco de los músicos que perdió en ellos. “La cosa es que cuando hemos ido a Europa se han quedado varios y han vuelto también. Nando (Vanín) vive allá, Juan Epifanio (Bazán) vivió y se regresó, Maki (López) estuvo muchos años en Estados Unidos”... Parte de la fiesta es “haberse podido sostener a pesar de todo”.Pero los reconocimientos siempre llegan y los sencillos hacen más feliz a este músico que oye marimbas celestiales cuando le dicen: “Mi señora dio a luz escuchando ‘Pura Chonta’” y “con ‘Te vengo a cantar’ nos reconciliamos”.