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El conflicto bajo el lente de Mograbi

Considerado el documentalista más importante de Israel y una voz fundamental en el conflicto del medio oriente, Avi Mograbi es uno de los invitados al Festival Internacional de Cine de Cali que se inicia el 29 de octubre.

25 de octubre de 2015 Por: Por Redacción de GACETA

Considerado el documentalista más importante de Israel y una voz fundamental en el conflicto del medio oriente, Avi Mograbi es uno de los invitados al Festival Internacional de Cine de Cali que se inicia el 29 de octubre.

Corría el año de 1995 en plena campaña electoral israelí cuando el director de cine Avi Mograbi decidió hacer un curioso experimento: ¿qué pasaría si él,  que llevaba años militando en la izquierda, siguiera con su cámara a Ariel Sharon, líder de la derecha de su país, para hacer un documental sobre la campaña electoral en Israel? 

Muchos, claro, pensaron que estaba loco. Pero haciendo caso omiso del radicalismo que existe en su país, emprendió ese periplo por distintas ciudades y regiones de Israel, para concluir un trabajo que lleva como nombre ‘Cómo aprendí a vencer el miedo y a amar a Ariel Sharon’ y que hoy es referente en el universo del documental político, por la supuesta relación o acercamiento que se da con “el enemigo”. 

Hoy, casi 20 años después de haber sido filmada, Mograbi asegura con cierta decepción que esta película fue una especie de fracaso porque muchos de los espectadores no entendieron la ironía que estaba presente en la película. “Creían que era un documental en todo el sentido de la palabra y que al final yo me había convertido en un seguidor de Ariel Sharon; que había olvidado mis ideales, lo cual no es cierto”.

Esto se debe a que, haciendo gala un estilo muy particular en el que Avi  aparece en cámara, en close-ups, y  le habla al espectador sobre su intento de hacer el documental y, poco a poco, mientras Sharon lo deja aproximarse, confiesa que se siente en confianza con el líder. Tanto parece haberlo seducido Sharon que  su esposa decide dejarlo. Eso confiesa Mograbi frente a la cámara.  

“Es curioso, pero la gente en mi país no lo entendió. Mi esposa, de hecho, nunca me dejó, ella juega ese rol porque esa es la ficción en la película”, dice Mograbi para explicar esos linderos aún difusos sobre el uso de la ficción en un documental. Al final, dice, “la idea era contar una historia que pudiera parecer verdadera, pero que no lo era y que buscaba discutir algo más universal, que es la naturaleza de la derecha israelí”.

Avi Mograbi nació en Israel en 1956, en el seno de una familia de ideas políticas de derecha, dueña del famoso Teatro Mograbi. Siendo un niño fue un admirador del ejército israelí y disfrutó, como tantos de su generación, al recibir libros y álbumes de los héroes militares como regalo de cumpleaños o de Bar Mitzvah. 

Sería solo en su adolescencia que Avi revaluaría las ideas políticas familiares y se inclinaría por la militancia en la izquierda radical. Mograbi estudió entonces filosofía y artes, y  empezó a trabajar desde muy joven como asistente de dirección en películas locales y extranjeras hasta que decidió lanzarse al ruedo con el trabajo sobre Sharon. 

Desde entonces, su línea de trabajo ha sido muy clara: intentar mostrar una realidad que no se ve sobre el conflicto en Israel. Y eso es justamente lo que ha seducido a millones de espectadores alrededor del mundo que han visto su trabajo. Para la directora asistente del Festival Internacional de Cine de Cali, Sofía Suárez, una de sus características más importantes es que “siendo un director israelí, en sus propuestas propone la otra mirada del conflicto que es la presencia palestina, donde se resignifica al ‘malo’, en este caso a los palestinos. Esto genera un quiebre importante al imponer una voz disidente”, explica. 

Y ha sido justamente su propuesta política la que lo llevó a hacer parte de  la organización Breaking the Silence, donde exsoldados dan testimonio de su servicio en los territorios ocupados para darlos a conocer públicamente tanto en Israel como en el resto del mundo. De escucharlos contar sus historias surgió ‘Z32’ uno de sus documentales más impactantes. Se trata de la narración de un soldado israelí que es confrontado por su novia sobre el acto de matar. “Lo considero un testimonio muy fuerte porque él habla de una operación de venganza, que es algo que un estado democrático no debe hacer. Es cierto que gente inocente muere en operaciones militares, pero la idea de enviar unidades militares para matar gente inocente me parecía algo que debía ser abordado”, afirma Mograbi. Así mismo, asegura que le interesaba reflejar qué motiva a una persona a convertirse  en soldado. “En 2005, mi propio hijo, el mayor, debía enlistarse al ejército, pero él se rehusó a hacerlo por razones ideológicas y fue puesto en prisión. Así que el tema me era muy cercano. ¿Qué lleva a  estos muchachos a convertirse en “buenos soldados” con todo lo que eso implica. Es más, ¿qué significa ser un buen soldado?”, se pregunta.  ‘Z 32’, que será proyectado en Cali, recibió en el 2008 el premio a mejor película en el Festival Internacional de Cine de Yamagata, Japón.   Sobre la situación actual que se vive en Medio Oriente Mograbi no es optimista. “Ahora mismo en el televisor veo imágenes de nuevos ataques palestinos en la estación central en el sur del país. En las últimas tres semanas hemos visto  la violencia recrudecerse y tomar nuevas formas. Todo parece deteriorarse cada vez más. No puedo ser optimista”.   Otra de las características que ponderan los especialistas sobre el trabajo de Mograbi es su apuesta artística. Según Sofía Suárez, él logra hacer una ruptura entre el documental y el video arte. “Es muy claro su trabajo documental, con la autoreferencia, pues suele aparecer ante la cámara y hablarle al espectador. Pero por otro lado, tiene unos trabajos artísticos en donde usa imágenes de los documentales yuxtapuestas en ocho pantallas. Eso es muy interesante pues genera otro tipo de narrativas y no la voz única del documental en donde se muestra un punto de vista del autor”, añade.  Se trata de un trabajo que también se verá en Cali el domingo 1 y lunes 2 de noviembre en el Museo de Arte Moderno La Tertulia, a las 7:00 p.m.

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