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Cuando Darío Zapata trabajaba en el Central Park, las Kardashian lo invitaron a su programa de TV y las caricaturizó, al igual que al equipo de ‘Fox 5’. | Foto: Especial para El País

El caricaturista del Central Park en EE. UU. que ahora expone sus obras en Cali

La historia de Darío Zapata Camacho, el caleño que dibujaba hasta cien caricaturas diarias en Estados Unidos. Ahora expone su trabajo en Premier Limonar, en Cali.

6 de noviembre de 2017 Por: Isabel Peláez / reportera de El País 

El caleño Darío Zapata Camacho se llegó a ganar hasta US$6.000 mensuales en el Central Park de Nueva York. Y en Universal Studios, en Orlando, Florida, llegó a hacer hasta 100 caricaturas diarias de turistas de todos los países y todas las razas que hacían fila para que los dibujara.
Trabajó además en About Faces Entertainment, que agrupa a caricaturistas en todo Estados Unidos, para cubrir a grados y bodas, y deleitar a los invitados dibujándolos.

Vivió del lápiz durante más de una década en Estados Unidos hasta que el amor lo hizo devolverse a Colombia por su esposa Diana Velásquez, con quien tiene dos hijos Darío Jr. y Santiago Zapata.

Actualmente, Darío expone en el centro comercial Premier Limonar, donde la muestra de sus más de 40 caricaturas sobre personajes de la política, el deporte y la farándula, estaba fijada hasta el 31 de octubre, pero se extendió por tres semanas más, dada la acogida de la misma.

Darío se crió con su abuela en una granja avícola cerca a Cavasa, “así que no había niños con quien jugar. Me crié prácticamente solo desde los nueve meses hasta los 11 años que nos vinimos para Cali. ¡Era de una timidez! Ahora soy temido por las caricaturas. Me agarré a dibujar, sentía una fascinación por los cómics, las revistas del Pato Donald, Pluto y Superman eran para mí un tesoro”, cuenta este hombre de sonrisa fácil.

No fue extraño que se viera abocado a las artes plásticas y no precisamente por la soledad del campo que lo obligaba a desahogarse haciendo trazos a lápiz sobre un papel, sino por las constantes visitas de su mamá a donde su tío, quien era el encargado del Instituto Popular de Cultura en ese tiempo y tenía dibujos y esculturas en casa que capturaban la atención del pequeño aspirante a caricaturista.

Lo que llamó poderosamente la atención del chico Zapata fue una caricatura que tenía su abuela, que le hizo ‘Chalarca’, un famoso dibujante de la época, a un familiar en 1938. “Yo veía esa línea tan perfecta, ese trazo, y el mío todo chueco”, dice Darío, quien comenzó a practicar su trazo con cuanta víctima se le cruzara, llámase abuela, compañeros, profesores. Incluso una profesora de historia que lo tenía en buen concepto le quitó el aprecio por la hazaña de caricaturizarla. Así que tuvo que seguir practicando a escondidas para poder graduarse.

Zapata, quien vivió en Cali en los barrios Benjamín Herrera y Junín —actualmente reside en Pance— soñaba con especializarse en pintura al óleo, la estudió con los maestros Henry Patiño y Enrique Tamayo, en Colombia, y con Homero Aguilar, en París Francia. En los años 90 también dirigió y enseñó en la escuela Valle del Lili, en Cali.

Todo ello antes de partir a Nueva Jersey a visitar a su hermana, que era profesora de español allá. “Por sugerencia de ella, apliqué para enseñar arte allá, y por correo me llegó mi licencia. Debía pasar un examen de conocimientos sobre el arte americano y lo perdí, porque acá estamos más influenciados por el arte europeo. A los seis meses había otra vez cupos para presentar el examen de conocimiento, que después gané, pero antes me dediqué a vivir de la caricatura que era mi fuerte”, relata este mago del dibujo.

Con sus habilidades naturales no tardó en encontrar trabajo en Metro Zoo de Miami como caricaturista. “Allí aprendí técnicas, porque la caricatura se ha desarrollado más en Europa y en Estados Unidos, en Colombia lo que tenemos es caricaturistas de opinión, y muy buenos, pero no está la escuela de la caricatura de souvenir, que no se trata exagerar o ridiculizar al personaje, sino de captar su esencia, su expresión”, explica.

En el parque Universal Studios, en Orlando, Florida, hubo una selección de caricaturistas de la compañía Steve Fasen, que tenía allí su stand, se presentó a la prueba, para la que aplicaba mucha gente, y pese a que no manejaba aún el aerógrafo lo prefirieron a él por su talento. Hacía de 80 a 100 caricaturas diarias para los turistas que se las llevaban como souvenirs.

Dibujó gente de todos los países del mundo en el Central Park de Nueva York con tal éxito —se hacía a diario US$600 — que optó por quedarse en lugar de dedicarse a la docencia en Nueva Jersey. Expuso en Florida, Estados Unidos y fue entrevistado por canales como Fox dado el reconocimiento que logró en su oficio. Tampoco ha sido ajeno a los premios. En 1986 recibió la Honorable Mención de parte de la Sociedad de Mejoras Públicas, de Cali, y en 2004 le otorgaron la Honorable Mention, Brick City, en Ocala, Florida, Estados Unidos.

Su pasión por la escultura lo llevó a especializarse también en dicho arte, con talleres como el que hizo en 2012 de materiales y moldes con el maestro escultor Víctor Hugo Velastegui Modern Foundry Art en NY. Precisamente Zapata realizó una escultura en honor a Mr. Bean, el gracioso personaje de televisión y cine interpretado por el actor británico Rowan Atkinson.

A Zapata no se le escapa en su lápiz ningún personaje público, pero además le apasiona la pintura al óleo. Crea paisajes y obras que combinan escultura y pintura de animales en vía de extinción tridimensionales. Para conocer su trabajo basta acercarse por estos días al centro comercial Limonar Premier, donde están pintados por sus colores en barra, figuras de Colombia y del mundo. “Me piden mucho a Roger Federer, al papa Francisco. Nadie quiere a Santos, Zuluaga o a Trump. Y se me antoja difícil caricaturizar a James Rodríguez, porque no tiene un rasgo físico susceptible de ser un poco exagerado.”

Anthony Echeverry, artista plástico y visual, dice de Zapata que “su arte está en atrapar rasgos imperceptibles y hacerlos visibles. Es un ‘Pirata de la expresión’, porque captura esencias sin que el retratado lo advierta; para aparecer investido de valores objetivos y subjetivos expuestos ante el espejo de la realidad logrando sorprender, apelando al humor en sus creaciones”.

A Darío Zapata Camacho se le puede contactar en el celular 3113129571 o al correo dariozapata@hotmail.com o con su nombre en Facebook

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