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César Acevedo expone en Cannes su primera mirada como cineasta

El caleño vuelve a Cannes con su cortometraje ‘Los pasos del agua’, en el que cuenta la historia de dos pescadores que encuentran un cadáver en el río Cauca; la historia, también, de su primera mirada como cineasta.

1 de mayo de 2016 Por: Santiago Cruz Hoyos | Periodista de GACETA

El caleño vuelve a Cannes con su cortometraje ‘Los pasos del agua’, en el que cuenta la historia de dos pescadores que encuentran un cadáver en el río Cauca; la historia, también, de su primera mirada como cineasta.

Es la historia de un muerto. Un muerto enredado en la atarraya de dos pescadores, Tito y Colorado. El muerto está ahora a orillas del río Cauca, en un caserío olvidado, así que no hay manera de dar aviso a las autoridades para hacer el respectivo levantamiento. 

Tito y Colorado deciden enterrarlo por su cuenta. Hubieran podido seguir de largo, dejar el cadáver ahí, descomponiéndose al sol y al agua,  pero no. Lo entierran como un acto de generosidad, como una manera de borrar esa barbarie  común; son tan frecuentes los cadáveres que flotan en el río Cauca,  que se  volvió  ‘normal’. Una noticia tan cotidiana que con el tiempo nos dejó de importar. 

El autor de la historia, que en realidad es un cortometraje llamado ‘Los pasos del agua’, es el director de cine César Acevedo. César era apenas un estudiante de último semestre en la universidad con afán de contar historias, así que reunió un millón de pesos, cinco amigos, y viajó hasta el corregimiento de Robles, Valle del Cauca,  para contar un trozo de la vida de los campesinos que se encargan de  sacar cadáveres del agua. “Fue mi primera mirada como cineasta”. 

El corto acaba de ser seleccionado para participar en la Semana de la Crítica del Festival de Cine de Cannes, donde hace apenas un año César logró lo que ningún realizador colombiano había logrado: ganar la Cámara de Oro por la película ‘La tierra y la sombra’. Es un galardón otorgado a la mejor ópera prima estrenada en el Festival.

La Semana de la Crítica, en cambio, es una sección paralela  al certamen, organizada desde 1961 por la Asociación Francesa de Críticos de Cine. Allí,  los directores jóvenes  comienzan a mostrar su trabajo, esa primera mirada. Antes de hacer las maletas de nuevo (la Semana de la Crítica de Cannes se realizará entre el 12 y el 20 de mayo)  César  conversó con GACETA.

¿Cómo nació ‘Los pasos del agua’?

Fue un corto que hice terminando la universidad. Y nació por pensar en lo que es vivir en uno de los países más violentos del mundo. Eso de cierta manera lo insensibiliza a uno hacia la violencia, hacia el otro, entonces lo que quise fue tratar de hacer una historia que me ayudara a dejar de lado esa indiferencia, ese cinismo,  y en cambio  rescatar las cosas valiosas que aún pasan en medio de esta tragedia: los campesinos que sacan los cadáveres de los ríos. Hay algo muy humano que veo en ellos.

¿Cómo se dio el proceso para contar esta historia?

El corto lo grabamos en Robles, corregimiento de Jamundí. Yo no tenía ayuda de nadie, pero quería grabar algo, quería hacer mi primer corto, mirar por primera vez. Entonces conseguí un millón de pesos. Ese fue el presupuesto. Y fuimos con cinco amigos y grabamos la historia. Era 2012. 

La idea era volver  para seguir grabando, contar lo que yo quería contar. Sin embargo no conseguí el dinero que requería. Entonces seguimos trabajando con lo que teníamos en el tema del montaje, la postproducción, hasta que lo terminamos finalmente. Fueron muchos años de lucha para este corto que, a pesar de ser una producción muy pequeña, habla de cosas que nos importaban y que no queríamos dejar olvidar. 

¿El corto que se va  a ver en Cannes es, básicamente, el mismo que realizaste en la universidad?

Sí. Porque cuando volví a Robles alguna vez, los personajes se habían desaparecido y no había forma de contactarlos. En ese momento sentía que no podía terminar lo que quería, pero decidí que, con el material que teníamos, debíamos seguir trabajando.  Y bueno, solo hasta ahora pudimos cerrar el proceso. Para cualquier director de cine y su equipo de trabajo  es muy importante  hacer las cosas, así no se tenga dinero.

En el corto participan actores naturales, de hecho.

Así es,  gente de la región. Yo ya había trabajado en esa zona haciendo algunos documentales y cuando decidí hacer el corto había pensado en trabajar cerca de Robles. Fui a  buscar la locación, a hablar con la gente, y todo se dio muy rápido. Había una necesidad muy grande de contar esta historia.

Pero pasaron muchos años para concretarse, incluso siendo un corto. El cine, definitivamente, es para gente muy paciente.

No solo hay que ser paciente para dedicarse al cine. También hay que ser consiente de que  estos procesos requieren mucho trabajo, no se hacen de un día para otro. Hay que preparar muy bien la historia, lo que uno quiere decir y bueno, la financiación siempre será difícil, siempre va a retrasar las cosas. Pero para mí lo más importante es  realmente tener la pasión y la fe de que las cosas van a salir adelante. 

¿Qué hace que un director decida que una historia puede ser un corto en vez de un largometraje? ¿Cómo determinarlo?

Son muchos los factores que hay que tener en cuenta.  A veces las mismas historias te lo dicen. Hay historias que simplemente tienen el alcance para un cortometraje, cuentan un momento pequeño en la vida de unos personajes. Los largometrajes son más complejos,  abarcan muchas más cosas, aunque eso no quiere decir que un género sea más valioso que otro. 

El mercado  prefiere el largo que el corto, sin embargo… 

Es cierto. Los cortometrajes por lo general no tienen muchas ventanas de exhibición. Y uno con esto no va a ganar dinero. Sin embargo lo importante de los cortos es la mirada. Con ellos uno empieza a construir  su mirada, empieza a enfrentarse por primera vez a lo que implica un rodaje, construir por medio de imágenes y sonido una historia. Los cortos son muy necesarios y valiosos en la formación de cualquier cineasta. 

En Colombia, sin embargo, no hay muchos espacios para verlos. En televisión  nunca ves un corto, las salas de cine comerciales están obligadas a pasar uno pero la calidad de lo que pasan no es siempre la mejor, en fin. 

Pese a ello en el país se hacen muchísimos cortometrajes muy valiosos. Y aunque no hay dónde exhibirlos, hay que seguir trabajando, seguir haciendo cortos, por la importancia que tienen para nuestra formación, poder decir cosas, reflejarnos a través de esas historias.

Además en el resto del mundo sí hay festivales muy importantes de cortometrajes. También hay países cuyos canales de televisión destinan  espacios para la exhibición de estos cortos y también hay distribuidores que los compran, hacen dvds, los llevan a las salas, apoyan este tipo de producciones. En Colombia a duras penas dan espacio para exhibir las películas, mucho menos lo van a hacer para exhibir cortometrajes. 

Entonces, ¿cuándo se verá ‘Los pasos del agua’ en Colombia? ¿Sí se verá?

Espero que se vea. El estreno será en el Festival de Cannes y ya miraremos en qué otros escenarios lo exhibimos. En el país hay un festival muy importante: ‘Bogoshorts’. Y en Cali no sé. Imagino que podríamos tener un espacio en el Festival de Cine, en universidades, donde se pueda. Lo importante es que estos trabajos se vean.  Vale la pena compartir estas miradas.

¿Cómo llegó el corto a Cannes?

Bueno, pues yo tengo dos cortometrajes, incluido ‘Los pasos del agua’. Lo terminé hace un mes. Y los de la Semana de la Crítica quisieron verlos. Yo no los había mostrado nunca porque sentía que no estaban listos. Pero ellos los vieron y les gustó mucho este, lo seleccionaron. La idea es ir a compartir nuevamente  con la gente del Festival. Es un apoyo muy grande por parte de Cannes, un reconocimiento al trabajo de todo el equipo.

¿De dónde el título, ‘Los pasos del agua’?

Hay un poema que, aunque habla de otras cosas distintas a la violencia, hace relación a lo que trata la historia del corto. Es un título que de cierta manera nos hace imaginar, nos hace  pensar cosas a través de ese cuerpo que baja por las aguas de un río y que en el recorrido va  borrando el acto de violencia en sí pero también va borrando su nombre, su identidad, su historia. Me gustó esa relación. 

Para finalizar, una curiosidad:  después del éxito de ‘La tierra y la sombra’, ¿le es más fácil a César Acevedo hacer cine?

Con la película nos fue muy bien, pudimos compartirla en muchos países, ganamos, creo,  19 premios en festivales muy importantes, y hasta hace  un mes estuve  trabajando en ella porque  lo que generó fue muy grande. Pero eso no implica que sea más fácil hacer películas.  Ahora estoy escribiendo, trabajando en nuevos proyectos, para ver si algún día logro hacer otra. Pero el éxito de ‘La tierra y la sombra’ no me abrió ninguna puerta a nivel laboral, ni nada parecido. Hay que seguir luchando. La vida no cambia mucho después del éxito.

 

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