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Cali es más salsera que antes

Alex Zuluaga es el hombre detrás de la Fundación Nuestra Cosa Latina y de un evento que se toma el Parque de los Estudiantes el primer sábado de cada mes, que ya es marca registrada de la ciudad: Salsa al Parque.

13 de agosto de 2013 Por: Redacción de GACETA

Alex Zuluaga es el hombre detrás de la Fundación Nuestra Cosa Latina y de un evento que se toma el Parque de los Estudiantes el primer sábado de cada mes, que ya es marca registrada de la ciudad: Salsa al Parque.

¿Cómo nace Salsa al Parque? Desde hace 15 años lidero iniciativas culturales sobre salsa. Inicié en El Poblado II, donde trabajé con una ONG por muchos años. Tras caminar por muchos barrios en los que hacía encuentros y audiciones salseras, en 2005 se conformó la Fundación Nuestra Cosa Latina. En los primeros años realicé audiciones en el parque de La Floresta, pero hace dos buscamos un lugar más central para agrupar muchísimos más amantes del género y llegar a un nuevo público, no solo coleccionistas y melómanos. Y nació Salsa al Parque...Sí, la idea ya no era poner música para descrestar sino para que el público disfrutara de buena melodía. Un espacio en el Parque de los Estudiantes donde confluyeran los actores del movimiento salsero: discjoqueis, blogueros, bailarines, músicos para formar público. Iniciamos con 50 personas y hoy, en audiciones especiales, como la que se hizo a propósito del estreno del documental ‘Te están buscando, Héctor’, sobre la vida de Lavoe en Cali, reunimos mil personas. En los Juegos Mundiales la cifra llegó a 1.500. Y eso que solo se anuncia por redes sociales...Más que todo en Facebook donde está el grupo ‘Salsa al parque, encuentro de salsómanos’ y anunciamos nuestra programación. ¿Por qué apostar por audiciones temáticas en las que suena un mismo artista toda la noche?Porque las emisoras no muestran toda la riqueza musical del artista. Este es un ejercicio de pedagogía pues quien se para en tarima a poner una canción, hace alusión no solo al título, sino a su compositor, al intérprete, el año en que fue grabada y una anécdota curiosa ligada a ella. Es una oferta cultural permanente, de ciudad, que ha sabido mantenerse en tantos años y que también les da espacio a los asistentes: si, de golpe, alguien del público quiere poner un tema, le buscamos su espacio. Ya llevamos 27 audiciones. ¿Cómo eligen la temática de cada sábado?En la fundación trabaja un grupo integrado por coleccionistas, locutores, gestores culturales, comunicadores. Nos une un gusto grande por la salsa y el deseo de crear espacios de encuentro para el disfrute ciudadano. Al iniciar el año se hace la programación, buscamos que sea variada. ¿Qué otros proyectos nuevos hay alrededor de Salsa al Parque?Estamos trabajando en el proyecto ‘Cine Jam Sesion’ para recrear la memoria musical de Cali desde lo audiovisual. Hemos recuperado documentales del programa Rostros y Rastros, entre ellos ‘A nosotros no nos ha descubierto nadie’, sobre importantes puntos de encuentro para bailar salsa en Cali. En este proyecto tendrán cabida el jazz y la salsa, pero en su vertiente de improvisación. La cita será en El Habanero, de Alameda. ¿Qué espacio tienen en Salsa al Parque nuevas agrupaciones?Ojalá pudiéramos tener una orquesta cada sábado. Hemos contado con la participación de músicos que quieren recuperar el sonido de la salsa de los 70. La idea es también incorporar a los bailadores, no para hacer un concurso, sino porque el baile hace parte de la memoria musical de esta ciudad. ¿Cali sigue siendo ciudad salsera?Cali hoy es más salsera que antes. Lo que pasa es que ha diversificado sus gustos. Y eso no está mal: no somos la misma Cali de los años 70. Hoy hay más de 10 emisoras virtuales que se emiten desde Cali y desde el exterior con discjoqueis caleños. Incluso, en algunas emisoras comerciales están volviendo a retomar espacios especializados de salsa. Eso es una buena señal.Y si no es en Salsa al Parque, dónde más se puede disfrutar de la buena salsa?Existen espacios que están cogiendo mucha fuerza y en los que participan los coleccionistas como Salsa Infierno y Salsa Magistral. Y, además de las salsotecas tradicionales, ya existen otras como Mundo Latino, La Diferente, La Fuente, La Topa Trolondra, Mayoral y un lugar muy particular que está cogiendo fuerza en el barrio San Marino, frente a Alfonso López: El lavadero.

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