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Artistas colombianos llevaron su arte a París

Cuatro artistas colombianos, entre ellos Oscar Muñoz, expusieron en el Museo Quai de Branly, de París, en la exposición ‘Nocturnos de Colombia’. Una muestra más del prestigio que gozan nuestros artistas en el exterior.

20 de febrero de 2014 Por: Gerardo Otero* | Especial para GACETA

Cuatro artistas colombianos, entre ellos Oscar Muñoz, expusieron en el Museo Quai de Branly, de París, en la exposición ‘Nocturnos de Colombia’. Una muestra más del prestigio que gozan nuestros artistas en el exterior.

El Museo de Artes y Civilizaciones Quai de Branly, situado a pocas cuadras de la Torre Eiffel y al frente del río Sena, es uno de los museos más recientes de París. Inaugurado en el año 2006 por el presidente Jacques Chirac, el museo reúne las colecciones del Museo del Hombre y el Museo de Artes de África y de Oceanía. Este museo fue diseñado por el arquitecto Jean Nouvel. El paisajista Gilles Clément construyó un jardín de más de 18000 metros cuadrados y la fachada principal, creada por el botanista Patrick Blanc está constituida por un ‘muro vegetal’ de 800 metros cuadrados. El museo consagra 30.000 metros cuadrados a la exposición permanente de la Artes y Culturas de África, América y Oceanía. En este espacio mágico y poético, expusieron su obras cuatro artistas colombianos: Juan Manuel Echavarría (Medellín, 1947), José Alejandro Restrepo (Bogotá, 1959), Miguel Ángel Rojas (Bogotá, 1946), y Oscar Muñoz (Popayán, 1951).Estuvimos conversando con Christine Barthe, responsable de las colecciones fotográficas del museo Quai de Branly y curadora de la exposición: ‘Nocturnes de Colombie’.¿Nos podría explicar qué es Photoquai? ¿Cómo funciona?Photoquai es una Bienal de Fotografía que lanzamos en el 2007. La idea es dar una mejor visibilidad a las diferentes prácticas de la fotografía en el mundo haciendo énfasis en los cuatro continentes que abarca el museo: África, Asia, América y Oceanía. Hemos tenido cuatro manifestaciones desde el año 2007 al año 2013. Tenemos un director artístico diferente en cada edición. Él organiza una red internacional de curadores con gran experiencia que trabajan en los museos y son ellos quienes proponen los diferentes fotógrafos. Cada director artístico organiza una manifestación global de fotógrafos provenientes de los cuatro continentes. Esta manifestación se lleva a cabo al aire libre, en la avenida, al frente del museo. Tenemos una estructura y una escenografía particulares, lo que nos permite crear un espacio específico adaptado al exterior del museo. Esto permite que la gente pueda venir libre y gratuitamente durante los dos meses que dura la exposición, entre el mes de septiembre y el mes de noviembre.¿La exposición ‘Nocturnos de Colombia’ se presenta en el marco de la Bienal Photoquai 2013?En la edición Photoquai 2013, propuse hacer una exposición dentro del museo, para mostrar de una parte obras originales y de otra parte, artistas arraigados con una práctica pictórica desde hace mucho tiempo. Ellos son reconocidos en Colombia, en América Latina, pero muy poco conocidos en Francia. Es un complemento a Photoquai, que presenta más bien artistas o fotógrafos jóvenes. Es un contrapunto interesante y complementario.¿Por qué escogió Colombia?No escogí un país. Yo trabajo e investigo sobre los cuatro continentes. Trato de ver lo que pasa en cada continente, a través de los festivales y leo diferentes artículos publicados para tener una mayor información sobre el tema.Las investigaciones realizadas desde el año 2007, las he orientado específicamente hacia América Latina. Constaté que hay pocas fuentes disponibles en Francia y poco conocimiento sobre la práctica de la imagen y de la fotografía en este continente. Hace algunos años, en varias exposiciones en Londres, vi diferentes trabajos de Oscar Muñoz y de Juan Manuel Echavarría. Comencé a mirar sus obras y me llamó la atención, sobre todo el trabajo de Oscar Muñoz. Entonces, investigué, leí, me documenté y pensé que había cosas muy interesantes en Colombia. Viajé a Colombia en el año 2011 pero en ese momento no tenía el proyecto de montar una exposición. Fui solamente para ver, estaba muy intrigada. Visité Bogotá y Cali donde me encontré con Oscar Muñoz y con algunas personas que me dieron más información. Algunos meses después, cuando discutimos sobre la estrategia global en el museo, expliqué que era interesante poder presentar en Francia estos artistas reconocidos en su país.Cuando digo que no escogí un país, quiero decir que primero escogí los artistas, antes de escoger el país. Todos son colombianos, lo que constituye una unidad. No es una exposición que pretende decir o escribir algo muy completo sobre Colombia. ¿Porqué escogió artistas plásticos y no fotógrafos?Son los trabajos que más me interesaron, que más me interpelaron. La escogencia se hace sobre el gusto, sobre la manera como son expuestos. También es interesante hablar de la fotografía en un sentido más amplio. Ahora en el siglo XXI, en cuanto a los materiales utilizados, la fotografía análoga ha evolucionado.Lo que más me impactó cuando estuve en Colombia, es que no hay o se ven menos las fronteras - al menos como se ven aquí - entre la gente que practica únicamente la fotografía y la gente que hace solamente pintura o que hace solamente vídeo. Me pareció interesante cómo estos artistas trabajan la fotografía. Esto dice mucho sobre la fotografía, incluso si no muestran únicamente fotos, ellos utilizan todos los medios.¿Podría hablarnos un poco sobre el trabajo de la escenografía?La escenografía es una manera de componer con lo que se quiere decir y con las características del lugar. Trabajamos con Gaëlle Seltzer. El problema era el espacio del museo, en relación con el techo, la iluminación, los pasajes impuestos, los pasillos en curva. Pero es un espacio interesante porque podemos construir volúmenes diferenciados.Me gusta trabajar con alguien que hace propuestas interesantes. Lo más interesante de cuando se monta un proyecto es lo que tenemos en la cabeza, las obras que vimos más o menos en ciertas condiciones. Mientras que aquí queríamos darle al visitante nuestra idea de organizar el recorrido, la manera de circular en los espacios, la manera de mirar, que el espectador comprenda. Todo esto supone una buena coordinación. Después hay que escoger. Yo le propuse a Gaëlle Seltzer hacer cuatro espacios diferentes, uno para cada artista y esto era un azar o una solución de facilidad ya que cada uno tiene una práctica diferente y lo que los une es la imagen. Deseo que el público ‘entre’ en el trabajo de cada uno.Para usted, ¿cuáles serían los puntos de ‘encuentro’ entre estos cuatro artistas?Yo hablaría más bien de ecos. A mi modo de ver, hay ecos interesantes que se forman al nivel del lenguaje, de la palabra. Cuando vemos los trabajos de Juan Manuel Echavarría (escritor antes de ser fotógrafo), vemos cómo las letras, las cifras, aparecen en las primeras imágenes, por ejemplo, en la serie ‘Corte de florero’. Hay también el vocabulario, hay palabras que él inventa, los títulos son muy significativos, como en el caso de los loros, que hablan en oposición a los animales mudos. Aquí hay un eco con la obra de José Alejandro Restrepo, con el político que hace un gran discurso y oímos solamente el golpe de la mano que machaca sobre el escritorio. Restrepo hace eco con la obra de Miguel Ángel Rojas que tiene un vídeo mudo. Como también hacen eco con las imágenes de Oscar Muñoz que se mueven y que son mudas. A mi juicio, hay algo que los une, que se descompone entre los diferentes artistas sobre la cuestión del lenguaje, las letras y las imágenes. Otra cuestión es la relación con la historia. Cómo se cuenta la historia. Esto es muy importante en la obra de Echavarría, Restrepo y Muñoz. En el caso de Rojas, es un poco diferente, porque pasa por el filtro de su propia historia. Al mismo tiempo la cuestión de hablar de uno mismo: ya sea por la forma del autorretrato directo o por la forma desfasada. Esto también los une a todos ellos.La figura del ‘testigo’ es un motivo que se repite varias veces en los trabajos de unos y otros artistas. La exposición comienza en la primera sala con los trabajos de Echavarría, con las imágenes de la escuela y la imagen frontal del animal que se llama ‘El Testigo’. Y este mismo título lo vamos a encontrar al final de la exposición en la obra de Oscar Muñoz de la serie ‘Impresiones débiles’.*Documentalista caleño radicado en París

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