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Juan Manuel Correa, conocido como ‘Papuchis’, vivió una experiencia que lo llevó a replantearse su manera de asumir las cosas. Y escribió ‘La escalera al cielo’.

6 de enero de 2015 Por: Redacción de El País

Juan Manuel Correa, conocido como ‘Papuchis’, vivió una experiencia que lo llevó a replantearse su manera de asumir las cosas. Y escribió ‘La escalera al cielo’.

Juan Manuel Correal, más conocido en el medio radial y televisivo como ‘Papuchis’, logró sobreponerse a un derrame cerebral que amenazó su vida y su habla.Su personaje de ‘Papuchis’, un peculiar comentarista, refrescó los micrófonos y captó audiencia joven en los años 90 en programas como ‘El zoológico de la mañana’ de 88.9 y ‘La locomotora’ de Radioactiva. Hace seis años, el estrés y el cáncer de su padre llevaron a Correal a sufrir un accidente cerebrovascular que estuvo a punto de hacerle perder el habla. Luego de pasar un año tratando de recuperarla y acomodándose a un nuevo ritmo desacelerado de vida, escribió su historia de autosuperación ‘Sonría, todo está bien’, y ahora acaba de lanzar ‘La Escalera al Cielo’, otro libro para ayudar a la gente a liberarse del ritmo frenético, que según él, amenaza con acabar con sus vidas. Correal asegura que vivimos presas del estrés, la angustia, la preocupación, la ansiedad, la prisa. Todos ellos son enemigos que nos tienen atrapados y estamos convencidos de que esa es la única manera de vivir.Él mismo cuenta que cuando sufrió el accidente cerebrovascular, se encontraba en una carrera contra el tiempo, compitiendo consigo mismo y cumpliendo las exigencias del ego. A eso se le sumó enterarse de que su padre tenía cáncer y creyó que tendría que ocuparse de que se curara. “Me pasó lo que le pasa alguien que va por una carretera a 280 kilómetros por hora”, dice.‘Papuchis’ describe que conoció un lugar que no sabe dónde está, ni cómo se llega a él, ni cuánto dura el viaje. “Sé que existe porque en ese momento entre la vida y la muerte, cuando ocurrió en mí el derrame cerebral (2001), logré experimentar una sensación indescriptible de paz, armonía y cantos celestiales con una voz que de pronto retumbaba dentro de mí diciéndome: ‘Sonríe, todo está bien’”. Dice que el cielo que él vio era “como un sueño profundo de felicidad”.Para ‘Papuchis’, los escalones de esa que él llama escalera al cielo son valores, virtudes y principios de vida. Cuenta que cada mañana, al amanecer, cuando terminaba su meditación diaria, durante noventa días escogió una palabra cada día sobre la cual reflexionar. Y fue su hija María José, estudiante de comunicación social, quien le sugirió incluir la palabra cielo como la última del listado. Argumenta que seleccionó 90 palabras durante 90 días porque el nueve es un número que simboliza “idealismo y sabiduría al servicio de la humanidad”. Aquí presentamos algunas de las palabras que, según ‘Papuchis’, conforman la escalera al cielo.ReflexiónEn una buena reflexión se examinan nuestros actos de ayer y las causas que nos llevaron a determinaciones que hoy afectan nuestra culpa. No debe ser un ejercicio de flagelación hacia nuestro interior con juzgamientos propios enviados por pensamientos y sentimientos encontrados.LuzEn medio de cualquier circunstancia negativa debemos procurar encontrar la luz, que acabará con esa oscuridad de temor, miedo o duda, identificando el sentimiento que nos embarga y confunde.ConcienciaSer conscientes de nuestros actos es estar alineados en mente, cuerpo y espíritu para vivir en frecuencia despierta, alerta a las acechanzas del mal con las trampas tendidas por la vanidad y el ego.EspiritualidadEs un proceso que se siente viviendo en armonía y alimentando el alma con acciones de gratitud, bondad, generosidad, perdón, conciliación, desapego, desprendimiento y alegría.AlegríaEs un estado que se consigue con la voluntad de ser feliz sin restricciones ni condiciones. Es una decisión vivir alegre construyendo cada día ese modo de vida a pesar de las circunstancias. La alegría debe ser una actitud y llevarla puesta aún en momentos de dolor.VerdadPor medio de la verdad armamos un proyecto de vida basado en anhelos y sueños, donde prime la honestidad, honradez, respeto, bondad y servicio, entre otros.

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