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Hogar. Imagen de referencia. | Foto: Foto: Pixabay

HOGAR

¿Con ganas de remodelar su casa?, consejos para adecuarla ahora que es ideal permanecer en ella

El regreso a los espacios caseros ha despertado nueva conciencia sobre lo mucho que el lugar donde vivimos impacta nuestra vida, emociones, relaciones y economía. Hablan arquitectos y expertos en Feng Shui.

16 de agosto de 2020 Por: Paola Guevara y Susana Serrano, Redacción de El País

La cifra es impactante. Para los expertos en feng shui consultados, el espacio que habitamos influye o determina el 33 % de la vida que llevamos. Y tiene lógica, pues es en casa donde encontramos alimento, nutrición, descanso y sueño, limpieza y cuidado personal, familia y amor, afecto y sexualidad; además de salud, pues es el lugar donde nos refugiamos cuando se debilitan nuestras defensas físicas y mentales.

Como si fuera poco, ahora que la pandemia modificó temporalmente nuestros hábitos de productividad y vida social, la casa pasó -además- a ser un lugar central de estudio y trabajo. “Vivimos un momento óptimo para expandir la conciencia espiritual que se expresa en algo tan material como los espacios y su interacción con los habitantes de la casa”, dice la arquitecta, coach y experta en Feng Shui, Liliana Becerra Ro, quien explica que toda casa tiene nueve cuadrantes que conviene identificar e intervenir: Dinero. Fama y reconocimiento. Relaciones. Familia. Metas e hijos. Conocimiento. Profesión. Benefactores. Salud.

Claudia Roldán, coach y autora de ‘Feng Shui para vivir mejor’, explica en sus manuales que el primer paso es pararse frente a la puerta principal mirando hacia afuera y, brújula en mano (puede ser la del celular), determinar los puntos cardinales de la construcción.

Luego de establecer en un plano dónde quedan el Norte, Sur, Este, Oeste, Noreste, Noroeste, Sureste y Suroeste del apartamento o casa, se superpone una cuadrícula de nueve cuadros, o cuadrícula Lo Shu.

“Con ayuda de esta herramienta se puede saber dónde está ubicada la sala, si al Sur o al Norte; si el comedor esta al Este o al Noroeste; en donde están las habitaciones, la cocina y los baños, explica Roldán.

El norte de la vivienda, para el Feng Shui, representa la profesión, y su elemento es el agua, por lo que se recomiendan fuentes, agua que corre, floreros con agua y colores como azules y negro. 

El elemento madera está en el Este (área de la familia) y en el Sureste (área del dinero), así que allí vienen bien las plantas vivas y los muebles o decoración y talla en madera.

El fuego, que tiene que ver con los hornos, el incienso, las velas, las llamas, está ubicado al Sur (área de la fama). Hay que procurar que el rojo y el fuego tengan presencia allí.

El elemento Tierra -es decir barro, cerámica, vidrio, porcelana, cristal, y los colores terracota, amarillo y café-, influye sobre el Suroeste (área femenina y de las relaciones). También el elemento Tierra es el centro de la casa (área de la salud).

Finalmente el metal, relacionado con lo afilado, el poder, la autoridad y el liderazgo, está representado en materiales como oro, plata, bronce y acero. Rige el Noroeste (área de los benefactores y zona masculina) y el Oeste (área de las metas y los hijos).

La arquitecta Becerra Ro dice que cualquier persona puede hacer Feng Shui orgánico en su casa, porque es algo muy intuitivo y de conexión con el espacio. Recuerda ella que “los colores son un reflejo de los elementos: rojo para fuego, azul para agua, amarillo para tierra, verde para madera y blanco para metal. En términos muy generales”.

Aconseja no excederse en el uso de ningún elemento, porque podría ser energéticamente contraproducente.

Por ejemplo, el blanco, referente al metal, da firmeza pero también genera insensibilidad, “entonces una casa demasiado blanca podría generar que el espacio no transmita nada y empiece a aburrir”.

El rojo, referente al fuego, tiene impacto energético en las personas, pero en exceso puede llevarlos al caos; el azul del agua permite la fluidez, pero puede conducir a la inestabilidad; el verde de la madera atrae seguridad, pero si es excesivo puede estancar a la persona y finalmente el amarillo de la tierra genera un espacio cálido y acogedor, pero demasiado podría generar un lugar pesado. Manos a la obra.

Consejos de expertos

Orden y felicidad

1. No tenga nada roto, dañado, o cosas acumuladas que ya no usa y que podrían hacer feliz a alguien que las necesita. Done, libere, sea generoso, abra espacio para que llegue lo nuevo.

2. Para la monja budista Kankio Tannier, autora de ‘La magia del silencio’, no hay que tener cuadros en todas las paredes. Dejar espacios vacíos, incluso paredes o secciones enteras, permite meditar mejor, proyectar, descansar la mente, pensar y visualizar sus sueños. No tenga miedo al vacío ni al silencio, pues estos dos equilibran su sistema.

3. Para la famosa coach del orden Marie Kondo, autora del bestseller ‘La felicidad después del orden’, hay que entrenarse en el desapego, una habilidad que los occidentales solemos tener atrofiadas, y en caso de duda revise sus cajones y clósets. Los extractos de las tarjetas de crédito “en la mayoría de los casos no son sino informes sobre lo mucho que hemos gastado. Una vez hayamos anotado todo en nuestras cuentas domésticas ya habrán cumplido su misión”, dice Kondo.

4. Alerta para acumuladores de documentos, recibos, fotocopias y manuales de instrucciones de electrodomésticos: “El primer paso para ordenar los papeles es reunir todos los documentos
y papeles de los que uno es personalmente responsable. ¿Mi regla de oro? Deshacerse de todo”, dice Marie Kondo en ‘La felicidad después del orden’.

5. Los latinos sentimos que la vida social transcurre afuera, y eso dificulta la conciencia del espacio habitacional, pero para la cultura danesa (los daneses ocupan el puesto 1 en felicidad) es prioritario el ‘hygge’ (ese bienestar sencillo e inefable de prender velas y beber chocolate mientras se lee un buen libro en el sofá más querido). “Los daneses adoran el diseño. Entrar en muchos hogares daneses puede ser como entrar en las páginas de una revista de interiorismo. La razón de la obsesión de los daneses con el diseño de interiores es que nuestras casas son la sede del hygge. El hogar es el centro de la vida social en Dinamarca. Mientras que otros países tienen una cultura de la vida social que se desarrolla de forma predominante en bares, restaurantes y cafeterías, los daneses prefieren el ‘hjemmehygge’ (hygge hogareño)”, dice Meik Wiking, autor de ‘La felicidad en las pequeñas cosas’ y director del Instituto de Investigación sobre la Felicidad, en Copenhague.

Una casa energéticamente positiva

Cuarto
Según Romina Wi, asesora de feng shui, el cuarto es el espacio de la pareja y el ser y no debe ser manejado como la oficina de trabajo, ya que ahí las personas buscan relajarse, descansar y activar el romance. Los expertos recomiendan no tener espejos en el cuarto, para evitar que drenen o amplifiquen la energía. También el uso de imágenes de amor y objetos en pares (ángeles, mariposas y fotos de la pareja).

Sala

“Cuando hablamos de la sala estamos hablando de la vida social y las relaciones públicas”, aclara la arquitecta Becerra Ro. Por lo tanto, “si en la pandemia decidimos trabajar desde la sala, se activarían la vida social y las relaciones con los demás”.

Comedor

Para Romina Wi este es uno de los espacios más importantes de la casa. Recomienda tener una mesa redonda y de madera, para que la comunicación fluya mejor; un espejo que refleje el espacio, para multiplicar la prosperidad; una buena iluminación y una vista agradable, puede ser el paisaje, cuadros o fotos que traigan felicidad.

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