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El Valle del Cauca es una de las regiones de Colombia donde se han registrado históricamente las cifras más altas de casos de violencia intrafamiliar y en especial el maltrato contra las mujeres. | Foto: Especial para El País

MINISTERIO DE JUSTICIA

Minjusticia exaltó proyecto sobre violencia de género de la Universidad Javeriana

Iniciativa contra la violencia de género del Consultorio Jurídico del centro educativo caleño fue reconocida con el segundo lugar, entre 84 proyectos de diferentes universidades de Colombia, en reciente concurso del Ministerio de Justicia.

28 de febrero de 2021 Por:  María Camila Rentería, del Semillero de Periodismo UAO- El País

El proyecto especial contra la violencia de género del Consultorio Jurídico de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali ocupó el segundo lugar en el concurso Mejor Experiencia Tejiendo Justicia 2020, convocatoria del Ministerio de Justicia en la que participaron 84 consultorios de universidades a escala nacional.

El jurado calificó el proyecto de la Javeriana con 89,77 puntos de 100 posibles y destacó factores como el tiempo invertido en la realización del protocolo, el apoyo integral ofrecido a los usuarios y la población beneficiada.

María Antonia Oviedo, Alejandro Taborda, Harrison Benavides y Juan Camilo Ortega son los cuatro estudiantes de derecho que, en compañía de la docente Juliana Orozco y la directora del Consultorio, Andrea Sánchez, crearon el protocolo contra la violencia de género.

Las altas cifras de esta forma de violencia que se ha presentado históricamente en Cali y, a su vez, la falta de un papel activo de los consultorios jurídicos en la prevención y atención integral de las víctimas fueron la motivación para crear esta iniciativa.

En 2019 llegó a consulta una usuaria con un caso bastante complejo, pues requería un hogar de acogida porque su vida corría peligro. Después de proporcionarle asesoría jurídica, contactaron a Casa Matria y facilitaron la gestión de la consultante con este centro comunitario, sin embargo, la docente y el estudiante encargados del caso sentían que la ayuda no era suficiente. Esta situación se convirtió en el motor que los llevó a emprender el proyecto. “Sentimos que necesitábamos algo más estructurado, un mayor apoyo, hacer algo más profundo que el servicio jurídico que nosotros prestamos”, narra Juliana Orozco, docente encargada del área de familia.

El protocolo nació con el objetivo de acompañar a las víctimas desde el ámbito jurídico, psicológico, de salud y protección. Además, vieron necesario establecer rutas claras para brindar una mayor efectividad a la hora de orientar cada caso.

Otros estudiantes se unieron al proyecto y empezaron toda una labor investigativa que abarcó desde las cifras oficiales y tipos de violencia de género en Cali, hasta la identificación de las poblaciones más vulnerables y los años con mayores índices en la ciudad.

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También crearon alianzas con entidades como la Fundación W, que les proporcionó datos de algunos centros de acompañamiento a la mujer en Cali. Con ese insumo contactaron las entidades y realizaron una actualización de datos, creando un directorio de atención a las víctimas que incluye información de contacto de centros de salud por comunas, comisarías de familia, casas de justicia, centros de atención a víctimas de violencia familiar y de abuso sexual, ICBF, entes de control y de garantía de derechos humanos y lugares de acogida.

Una mano amiga

El consultorio se ha convertido en una mano amiga para las caleñas que buscan asesoría en casos de violencia. Una de las usuarias es una mujer de 25 años, quien acudió a este lugar después de encontrar información en internet. “Yo solicité apoyo con un abogado porque se había presentado un caso de violencia de parte del papá de mi hijo hacia mí. La respuesta fue inmediata, yo llegué por primera vez, comenté lo que había sucedido y me orientaron sobre lo que tenía que hacer”.

Para Andrea Sánchez, directora del consultorio jurídico, el proyecto ha permitido a los estudiantes generar sensibilidad, habilidad para entrevistar a la persona y darle orientación sin revictimizarla, pues “anteriormente una persona que llegaba al consultorio jurídico era atendida primero por un monitor, después por un estudiante, posiblemente podía pasar a otro estudiante, entonces algo que nos enseñó todo el proceso de formación que hemos tenido con el tema es que esa es una manera de revictimizar a las personas, cuando uno obliga a que la víctima reviva nuevamente toda la historia y tenga que contarla varias veces”.

Los estudiantes que conforman el equipo de Género del consultorio han manifestado su interés por el tema, además de prepararse para enfrentar ese tipo de casos y brindar una atención integral y humanizada a las usuarias.

Alejandro Taborda, estudiante de noveno semestre de derecho, se vinculó al proyecto en julio de 2020 y cuenta que “ha sido satisfactorio saber que algunas personas que han llegado en busca de nuestra ayuda ya han podido instaurar la denuncia ante la Fiscalía y han encontrado algún tipo de apoyo por parte nuestra”.

Con el protocolo, crearon una ruta interna de atención que brinda un paso a paso para asesorar a la víctima y lineamientos para brindar atención a la población sexualmente diversa.

El documento incluye aspectos clave como el interés que debe mostrar el estudiante a la usuaria desde la primera entrevista, la confidencialidad de la información y la importancia de identificarse de forma clara al establecer contacto telefónico. Esto último porque “hay casos muy complejos, mujeres que han sido violentadas de manera reiterativa o que sienten mucho miedo y muchas veces la violencia se les presenta a través de amenazas telefónicas, panfletos que les dejan en sus casas, entonces la verdad, trabajar con ellas resulta un poco denso y hay que tener mucha paciencia”, explica la docente Juliana Orozco.

El estudiante debe informarle a la usuaria los efectos e incidencia de realizar la respectiva denuncia penal y un aspecto esencial es el respeto por la decisión de la víctima. Cuando la persona expresa su deseo de tramitar la denuncia, activan la ruta de atención integral que incluye acompañamiento jurídico, la gestión de atención psicológica y de medidas de protección, el trámite de un hogar de acogida, de ser necesario, y el seguimiento al caso. La ruta abarca otros puntos como la identificación del victimario, la modalidad y el grado de violencia y las evidencias.

El protocolo también plantea pautas específicas para el acercamiento inicial y de urgencia a víctimas de violencia sexual, esto con el fin de que los estudiantes brinden un acompañamiento sensible y efectivo.
Harrison Benavides, estudiante de décimo semestre, destaca la importancia del proyecto para su vida profesional. “Me abrió los ojos, porque realmente estamos encerrados en la normativa, pero ya la realidad es algo muy distinto, hace que uno vea que el derecho es, más que norma, un instrumento para el beneficio de la sociedad”.

Tejiendo justicia

La Red Universitaria por la Igualdad, la Inclusión y la Transparencia, Tejiendo Justicia, fue creada en 2015.

El 9 de diciembre de 2020, en un evento virtual, el Ministerio de Justicia hizo un reconocimiento simbólico de las tres mejores experiencias Tejiendo Justicia 2020.

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El jurado estaba conformado por un equipo interdisciplinario: Raúl Clopatofsky Ghisays, consejero presidencial para la participación
de las

personas con discapacidad; Gheidy Gallo Santos, consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, y Jairo Matallana, de la oficina del programa de la ONU para el desarrollo en Colombia.

Durante el segundo semestre de 2020, el Consultorio Jurídico de la Universidad Javeriana brindó atención a cinco mujeres víctimas de violencia de género.

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