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Para que haya un rendimiento académico óptimo y se alcancen los objetivos propuestos hay que tener en cuenta una serie de factores que pueden hacer la diferencia en el aprendizaje en casa | Foto: Imagen: IStock

EDUCACIÓN

Cinco consejos para que el aprendizaje 'on line' no lo deje desconectado

Que los estudiantes rindan desde casa depende de qué tan organizados sean. Respetar horarios de sueño y crear acuerdos en familia es vital.

4 de junio de 2020 Por: Redacción de El País 

El estudio virtual al que han tenido que enfrentarse miles de estudiantes universitarios de todo el país durante la cuarentena generada por la llegada del Covid-19 ha llevado a que estos jóvenes hayan tenido que migrar a nuevas formas de aprendizaje que exigen una mentalidad abierta a la transformación. Pero hacer este cambio de la educación presencial hacia la formación a distancia no es nada fácil.

Por eso, para que haya un rendimiento académico óptimo y se alcancen los objetivos propuestos hay que tener en cuenta una serie de factores que pueden hacer la diferencia en el aprendizaje en casa y que tienen que ver con el establecimiento de rutinas.

De acuerdo con el psicólogo Samuel Vivas, magíster en Seguridad y Salud en el Trabajo y docente en las universidades Cooperativa de Colombia, Libre y Minuto de Dios, “la educación virtual es un colectivo en el que conviene establecer horarios y responsabilidades”.

Además, “para tener buenos resultados, especialmente en la educación superior que forma a las personas para su vida laboral, es necesario que exista una disposición no solo del estudiante, sino de su núcleo familiar y de la institución. Asimismo, en la medida de lo posible, es conveniente crear rutinas que ayuden a establecer las prioridades y a responder a los compromisos”, explica el profesional.

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Sin embargo, la psicóloga y docente de la Universidad Libre, Carolina Piragauta, aclara que no siempre es fácil establecer rutinas, teniendo en cuenta las condiciones particulares de cada estudiante, “pero sí existen algunas actividades generales que deberían ser incluidas en el día a día de quienes se forman desde casa, más ahora que los hábitos de vida se están transformando, como consecuencia de las restricciones asociadas a la pandemia, y que pueden desencadenar en problemas físicos y emocionales como irritabilidad, ansiedad y conflictos familiares ante el exceso de quehaceres”, explica Piragauta.

Por eso, Vivas y Piragauta, junto al psicólogo de Bienestar Universitario de la Icesi, Álvaro Salazar, y Jorge Rivas, integrante del área de Desarrollo Humano y Salud Integral, de la Fundación Centro Colombiano de Estudios Profesionales (Fcecep), comparten cinco recomendaciones para que los procesos de educación virtual sean adecuados a las nuevas condiciones sociales, en las que padres e hijos trabajan y estudian en un mismo entorno.

  1. Haga una lista de prioridades

Tratar de responder con todas las actividades académicas al mismo tiempo lleva a que se asuma el riesgo de no realizarlas con la calidad necesaria o en el momento oportuno. Por esto es importante plantear metas a corto plazo que ayuden en conjunto a cumplir un objetivo más grande.

Una forma práctica es escribir un recordatorio en un lugar visible, que puede ser un tablero, planeador o incluso, el celular, anotando las actividades de mayor relevancia durante la semana, la fecha de entrega y los criterios solicitados.

Igualmente, hay que revisar periódicamente los correos, plataformas y demás recursos para evitar que se pasen por alto indicaciones compartidas por los docentes. En efecto, este seguimiento podría llevar a que se modifiquen las prioridades. Así se evitarán momentos de angustia.

 2. Comodidad y descanso

En la medida de lo posible conviene contar con un espacio de trabajo ordenado, ventilado e iluminado en el que el estudiante se pueda concentrar durante la jornada de estudio. Esto ayuda a que, al culminar el día, el agotamiento físico y mental sea menor.

No es recomendable permanecer todo el día acostado, revisando las redes sociales, viendo televisión o haciendo tareas en la cama, pues esto afecta la concentración y puede generar molestias musculares.

El estudiante debe destinar una zona especial para el descanso y otra para el estudio, de tal manera que al cumplir con las tareas diarias pueda disponer de un sitio cómodo para tomar una siesta o relajarse. También es importante dormir lo suficiente y en óptimas condiciones, no trasnochar innecesariamente y evitar el uso de pantallas antes de acostarse. Así los ojos estarán más relajados y se podrá tener un sueño más placentero.

3. Aliméntese de forma adecuada

Ante los quehaceres cotidianos y el confinamiento, los jóvenes suelen estresarse y adoptan malos hábitos alimenticios, con los consiguientes problemas de sobrepeso, cefalea, ansiedad, irritabilidad y falta de concentración. Por eso, es vital respetar los horarios de las comidas, ingerir refrigerios de fácil digestión, que proporcionen saciedad y deben tomar abundante agua.

4. Saque tiempo para el esparcimiento

No olvide que el deporte favorece el rendimiento académico. Así que asuma una postura flexible frente a los quehaceres, sin que esto implique el incumpliendo de las obligaciones. Puede incluir pausas activas, estiramientos para evitar la contención muscular y ejercicios cardiovasculares. En los tiempos de descanso, las manualidades pueden estimular la creatividad.

5. Cumpla con los horarios de clase

Levantarse temprano, ducharse y vestirse con algo cómodo es importante para el rendimiento. También conviene respetar los horarios de clase, fijarse objetivos claros y asumir cada tarea con compromiso, dedicación y disciplina. De esta forma, cuando se retome la educación tradicional será más fácil continuar con las rutinas diarias.

La familia también cuenta

Los psicólogos sugieren que los padres deben generar espacios de diálogo con sus hijos para entender cómo están viviendo la experiencia de la educación virtual. Deben, además, evitar invadir la privacidad de los jóvenes o crear situaciones complejas que limiten su concentración.

El estudiante debe disponer del tiempo necesario y las condiciones propicias para las clases y para realizar sus tareas. Por ejemplo, se debe pedir a la familia que no congestione la red, porque si todos los miembros del hogar están utilizando internet, es probable que el estudiante tenga más problemas para sostener la clase de manera virtual o participar en las conferencias y foros establecidos por el profesor.

De ser necesario, habrá que restablecer las rutinas en la casa de mutuo acuerdo.

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