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“Vamos a blindar de la corrupción los recursos de la salud”: Alejandro Gaviria

El nuevo ministro de Salud, Alejandro Gaviria, afirma que el proyecto de ley estatutaria no busca acabar las tutelas. Deben quedar la mitad de las EPS, dice.

17 de septiembre de 2012 Por: Alfredo García Sierra, reportero de El Pais

El nuevo ministro de Salud, Alejandro Gaviria, afirma que el proyecto de ley estatutaria no busca acabar las tutelas. Deben quedar la mitad de las EPS, dice.

El sistema de salud en Colombia enfrenta hoy quizás la peor crisis de su historia. Corrupción, malos manejos, deudas, lluvia de tutelas contra las EPS por mala prestación de servicios, y sobrecostos en medicamentos forman parte de esta cadena de problemas.Para enfrentar este complejo panorama, el nuevo ministro de Salud, Alejandro Gaviria, ha prometido duros ajustes, una ley estatutaria y un nuevo flujo de recursos para sanear las entidades del sector. Según los analistas, esa tarea no será nada fácil, aunque Gaviria es un reconocido economista. ¿Qué visión tuvo al llegar hace tres semanas al Ministerio, pues para nadie es un secreto que el sector enfrenta hoy una de sus peores crisis?Hay aspectos complicados y críticos por la persistencia de una crisis, pero que al mismo tiempo plantean la adopción de una serie de medidas tanto de corto como de mediano plazo, que aspiramos resuelvan los problemas más ingentes del sistema. Y que nos muestren un claro norte hacia donde podremos movernos para enfrentar esos problemas estructurales. No serán soluciones definitivas, pero pueden ser efectivas, ojalá prontamente.¿Por qué otro revolcón en el sistema, a pesar de que el país está cansado de reformas y reformas?En el corto plazo hay que resolver un problema de flujo de recursos, de liquidez y de los dineros que tiene atrapados el sistema. Para eso hay que tomar varias medidas. Ya presentamos un proyecto de ley para liberar $1,8 billones de las llamadas cuentas maestras de las entidades territoriales -ojalá en mes y medio, aunque todo depende de la celeridad del Congreso- para aliviar la situación de pagos de gran parte de la red hospitalaria pública del país. Y también estamos adelantando un trámite con el Ministerio de Hacienda para que la segunda parte de un crédito a Caprecom -que son $60.000 millones- permita a esa entidad cumplir sus obligaciones con hospitales y prestadores privados.Igualmente, estamos expidiendo algunos decretos para agilizar el pago de toda la plata del Fosyga (Fondo de Solidaridad y Garantías), que tiene que ver con los recobros del no POS. Algunas de estas medidas son más difíciles, pero serán un alivio a algunos de los problemas más complicados del sistema.¿Qué va a pasar con las deudas morosas por $4 billones que tienen las EPS y otras entidades con la red hospitalaria?Hemos planteado que la red pública hospitalaria necesita un programa de choque; es decir, un plan de saneamiento financiero, el cual adelantaremos conjuntamente con la Dirección de Apoyo Fiscal, DAF. El 42% de los hospitales públicos están en alto riesgo financiero y eso requiere recursos que ya estamos gestionando con el Ministerio de Hacienda. ¿Pero cómo blindar de la corrupción esos millonarios recursos?Es uno de los grandes problemas del sistema. Aquí somos conscientes de ese diagnóstico, pues la corrupción no sólo afecta a los hospitales, sino a las EPS del régimen subsidiado, sobre todo a las públicas. Y corrupción privada que hemos tenido al otro lado también. Es un problema que debemos enfrentar. Blindar los recursos es importante y será nuestra meta. Por ejemplo, el proyecto de ley sobre las cuentas maestras propone un saneamiento fiscal y luego un acompañamiento. En muchas regiones no habrá alternativa distinta a tener operadores idóneos y competentes para los hospitales. Un buen modelo que podría convertirse en un paradigma es el que se aplica en San Andrés, donde luego de un tema complejo de corrupción, la IPS universitaria de Antioquia asumió el control de la salud. ¿Qué va pasar con la estabilidad de un sistema cada vez más amenazado también por la politiquería?Se nos viene un debate parlamentario complejo. Hay cinco o seis proyectos, aunque la cuenta ya se nos perdió, pero vamos a presentar un proyecto de ley estatutaria en dos semanas para tomar ese liderazgo programático. Paralelamente, creo que debe continuar el debate sobre lo que es el ‘futuro del modelo’. He dicho que cualquier alternativa debe sopesar los costos y los beneficios. Es muy fácil criticar lo que se tiene, y les he dicho a quienes proponen una estatización completa del sistema que tengan cuidado frente a lo que ha ocurrido, pues ello significa otorgar a los políticos el manejo de la salud. Dentro de esos cambios, ¿cuántas EPS de los regímenes contributivo y subsidiado deberían liquidarse, o dejarse operando?Hay que dejar menos de la mitad de ellas. Hay que dejar unas cuantas probablemente operando en ambos regímenes. Creo que esa división artificial de que los planes de beneficios están iguales ya no tiene mucho sentido. Me imagino un sistema, si las cosas se consolidan, con cuatro o cinco, no muchas más, operando con solvencia financiera y de manera transparente. Y, por supuesto, cumpliendo con su verdadero objetivo de operadoras de riesgo. ¿Cuánto le costaría ese ajuste del sector salud al Gobierno, pues Fedesarrollo habla que serían entre $3 billones y $8 billones?Hay dineros que están atrapados (en el Fosyga y otras entidades) por ese valor. Si se está hablando de las capitalizaciones de algunas EPS para que sean solventes, la cifra en mi opinión es menor. Uno esperaría que no se necesite una transferencia de recursos públicos, y menos que sea conveniente una operación de salvamento de las EPS. Cuando las reglas de juego queden claras, deben ser las mismas empresas las que se capitalicen y traigan recursos frescos al sistema. Para el 2013 se definió un presupuesto de la Nación por $186 billones. De esta gigantesca suma, ¿cuánto iría a salud?Esa cuenta no es fácil de hacer, porque son recursos de muchas fuentes. Y aún el presupuesto no está sectorizado de esa manera. Son recursos del Sistema General de Participaciones, de inversión y del Fosyga, pero yo diría que los dineros de salud en general son parecidos a los de pensiones; es decir, entre $20 billones y $25 billones. Es una cantidad muy grande de recursos y de allí la importancia de protegerlos y utilizarlos de una manera eficiente para que más colombianos tengan acceso a servicios de calidad en el sistema. A propósito, ¿cómo reforzar el papel de la Superintendencia de Salud, pues su papel de vigilancia fue muy cuestionado en los últimos años?Hay que fortalecerla sin duda. Una Supersalud más fuerte es necesaria para que juegue ese papel, y sobre todo de seguimiento y supervisión. No puede vigilarlo todo, porque su capacidad no llega hasta allá, pero creo que eso forma parte del proceso de consolidación y del conjunto de reformas que estamos comenzando a insinuar. ¿Se liquidará la Comisión de Regulación en Salud, Cres, cuya gestión, se asegura, fue muy pobre?Sí señor. Esa es una medida que no la tomé yo, pues el decreto estaba más o menos listo cuando llegué al Ministerio de Salud. Así se va a proceder. La verdad es que fue una frustración. La Cres se creó bajo la Ley 1122 del 2007 y desde entonces no pudo consolidarse, y por eso vamos a transferir algunas de sus funciones técnicas al Ministerio de Salud, que quiere recuperar ese liderazgo programático.¿En qué consiste el proyecto de ley estatutaria que usted anunció, pues se afirma que su intención es el de frenar las tutelas de los usuarios cuando se les niegan servicios médicos y medicamentos?Nosotros no queremos acabar con la tutela. Queremos que sea un proceso más ordenado, que se respeten las colas y que de alguna manera se acabe esta informalidad y caos que hemos vivido en los últimos años. Ese es uno de los objetivos de la ley. Es decir, no acabar con las tutelas, pero sí regularlas para que cumplan su función, y que de alguna manera el acceso a la salud se dé en condiciones de equidad. En otras palabras, definir qué (servicio o medicamento) está por fuera del POS o no. Hoy en día la tutela es utilizada por las personas de mayores ingresos. Usuarios y analistas coinciden en que la unificación del Plan Obligatorio de Salud, POS, ha sido un verdadero lío. ¿Usted lo ve así, o aún faltan muchos ajustes para que sea una realidad?Allí hay un poco de problemas, y sobre todo asociados a la implementación práctica de las EPS del régimen subsidiado que no funcionan bien, y también existe un desafío fiscal. Y aunque los planes de beneficios se unificaron, todavía la Unidad de Pago por Capitación, UPC, es diferente en ambos regímenes. Allí también hay un asunto por resolver.“Hay que sanear el HUV”¿Qué proyecta para el Hospital Universitario del Valle, una institución en graves líos financieros, corrupción y malos manejos?Conozco esa situación. En algún momento iré a visitarlo. Es un tema complejo, ya que tiene una deuda acumulada cercana a los $178.000 millones. Tal vez es el hospital público que ha recibido más recursos del Estado en los últimos años y que, paradójicamente, no ha contribuido a disminuir la deuda. Es un hospital que tiene que sanearse y llamar la atención sobre lo que ha ocurrido en cuanto a malos manejos.

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