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"Una mala reforma tributaria frenaría en seco la economía": Presidente de la Andi

Bruce Mac Master, presidente de la Andi, afirma que aprobar a ‘pupitrazo’ el proyecto sería irresponsable. Pide al Gobierno reducir más su nivel de gastos.

11 de diciembre de 2016 Por: Alfondo Ospina Torres | Colprensa

Bruce Mac Master, presidente de la Andi, afirma que aprobar a ‘pupitrazo’ el proyecto sería irresponsable. Pide al Gobierno reducir más su nivel de gastos.

El raudo avance de la reforma tributaria en el Congreso de la República no parece haber dejado contento a ningún actor económico. Esta semana, una vez las comisiones terceras del Senado y de la Cámara de Representantes aprobaron el proyecto, renovó sus críticas el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), Bruce Mac Master.

El vocero de los empresarios dice que el texto que salió de los primeros debates no se parece en nada a las recomendaciones que hizo la comisión formada por el Gobierno para proyectar la reforma y, ni siquiera, al proyecto original del Ministerio de Hacienda, con el que tampoco se había mostrado de acuerdo.

Mac Master advierte que la tributaria puede ser un frenazo en seco para la economía nacional, porque acabaría con la posibilidad de hacerla competitiva. Sobre ese proyecto de reforma, sobre la discusión del salario mínimo y sobre sus expectativas para el 2017, el dirigente gremial habló con Colprensa.

Usted asegura que si se aprueba la reforma tributaria como salió del debate en comisiones conjuntas (de Cámara de Representantes y Senado) se afectará gravemente la competitividad del país. ¿Por qué sostiene eso? 

La reforma tributaria trae algunas consideraciones que terminan llevando a que el empresariado colombiano tenga una carga de impuestos significativamente mayor, contrario a lo que originalmente habíamos pensado, de que se iba a reducir la carga tributaria.

Esta reforma es el resultado de un trabajo que inició en el 2014, cuando se le prometió al país que iba a haber una mejora en la competitividad con una reforma estructural. 

Durante todo el 2015 trabajó una comisión que se conformó para ello, que dio algunas recomendaciones y de la que esperábamos tener algunos resultados. Pero lo que tenemos ahora es una propuesta con unos impuestos que han venido creciendo y que son tremendamente peligrosos para el desarrollo empresarial del país y, por lo tanto, peligrosos para el desarrollo social, porque las empresas son las que generan empleo.

¿Cree que hay posibilidades de que el Congreso cambié eso en los próximos debates, con tan poco tiempo que queda para la discusión?

Es que debería haber tiempo, no puedo aceptar esa excusa, porque llevamos dos años esperando esta reforma, pidiendo que se tramitara y que se discutiera de manera seria y advertimos muchísimas veces que esa reforma no podía terminar siendo ‘pupitriada’. El tiempo no debería ser razón para que no se introduzcan las mejoras necesarias en los últimos debates, los de plenarias de Cámara y de Senado. Espero que todo conduzca a que tengamos una reforma mejorada.

Pero incluso ya se citó a extras y uno no ve, con el trabajo que tiene el Congreso, otro camino que la ‘pupitriada’…

No, justamente el Presidente llamó a extras para que haya oportunidad de, al menos, tres o cuatro días de debate, que es lo que merece el país. En mi opinión, cualquier otra cosa sería irresponsable.

¿En esos días de debate, qué cosas deben cambiar en la reforma, de como está hoy?

Tiene que haber una reflexión muy profunda sobre qué debe pasar con las tasas que están pagando las empresas colombianas. Tenemos una tasa de tributación que para el 2017 estará en el 42,5 %, de acuerdo con la normatividad actual. Lo que propone la reforma es que aumente a alrededor del 45 %, cuando uno suma renta más dividendos, eso es absolutamente absurdo. 

Pasa lo mismo para el año 2018 y para el 2019, que es cuando se estabilizaba ya un impuesto del 34 %, tenemos en este momento una propuesta del 33% más un incremento importantísimo de la renta presuntiva, pasando del 3 % al 4 %, más un nuevo impuesto que es el de dividendos, planteado en cerca del 10 %, eso nos da una situación muy poco competitiva y muy preocupante.

¿Quedaría tranquilo si el Congreso regresa al texto original del Gobierno?

No, porque ya se habían  hecho una cantidad de observaciones a ese texto original. Lo que tenemos que hacer es construir una verdadera reforma estructural para la competitividad. El proyecto del Gobierno tenía unas tasas con las que pasaba exactamente lo mismo que le estoy diciendo ahora, no era mejor en ese sentido.

Estas críticas suyas surgen luego de  voces que, en sentido inverso, han criticado al empresariado por la influencia que han ejercido ante el Congreso, particularmente para quitar el impuesto que se les iba a poner a las gaseosas…

Es que eso es absolutamente legítimo, cada sector tiene el derecho de defender sus posiciones. Eso no es para nada sorprendente y, además, es la obligación de cada sector defender sus intereses y buscar que las cosas se hagan bien.

Usted cree que si se hacen las modificaciones de las que habla, ¿quedará una reforma satisfactoria para las empresas y a la vez benéfica para los trabajadores, especialmente los de la clase media?

Claro que sí, eso es lo que se debería hacer. Y debería, además, estar acompañada la reforma, de parte del Gobierno, de una drástica reducción del gasto, para que el próximo año las necesidades de recursos sean menores.

Los trabajadores están preocupados por el golpe que podrían sentir con el aumento del IVA y por cambios en el impuesto de renta…

Es que en este momento no pasó nada con la renta de las personas naturales, fue el primer cambio que sucedió en la ponencia, con relación al proyecto original. 

El texto que salió de las comisiones terceras dejó igual el régimen para las personas naturales y sí aumento el IVA. Justamente hacemos el llamado a que en lugar de que haya un cambio importante en el IVA, haya un control fuerte al gasto, que permita que la necesidad de financiamiento sea menor, esa es la discusión.

Pero en el texto original del Gobierno sí se planteaba un aumento del número de colombianos que debían pagar renta. ¿La renegociación que usted plantea incluiría volver a ese punto?

No. En este momento a las personas no las tocan y lo que creo es que, más allá de eso, entre el texto original y el aprobado en las comisiones, se perdió el carácter estructural de la reforma y lo que tenemos ahora es una mezcolanza difícil de digerir, es un ejercicio tremendamente heterogéneo en el que se perdió todo lo que había recomendado la comisión y todo lo que el Gobierno había diseñado.

A finales del año pasado, el Gobierno decía que a la economía la iba a impulsar el Acuerdo de Paz, pero pasó el tiempo sin que el proceso terminara. Ahora que ya se firmó, ¿ese acuerdo con las Farc sí empujará la economía en el 2017?

Es probable, pero en todo caso los beneficios del denominado dividendo por la paz se van a ver en el largo plazo. Por ejemplo, se espera que haya un alto crecimiento de la actividad turística, especialmente en sectores que hoy no la tienen, porque Colombia es un destino de primer nivel que no había podido explotar eso por razón del conflicto armado y ahora sí lo hará, pero eso se va construyendo poco a poco, de manera que no creo que lo alcancemos a vivir en el 2017. Es difícil saber qué efectos económicos de la paz veremos en el primer año.

¿Qué podría pasar, entonces sí no se impulsa de inmediato a la economía?

Pues el gran tema es sin duda la tributaria. Si en la reforma se terminan tomando las decisiones correctas, para hacer de Colombia un país competitivo, atractivo para los inversionistas internacionales, donde se quieran producir los productos para vender al resto del mundo, ese será el gran dinamizador de la economía. Por eso es tan grande la responsabilidad que tenemos en este momento y la que tiene el Congreso de aprobar una reforma que sea competitiva.

¿Está usted de acuerdo en que yo resuma esta entrevista diciendo que la reforma tributaria definirá el futuro de nuestra economía?

Yo mismo le voy a hacer el resumen: una buena tributaria será el gran dinamizador de la economía, una mala tributaria será un freno en seco.

En general, ¿cómo cierran el año los empresarios colombianos?

La economía colombiana definitivamente se desaceleró. Veníamos de crecimientos del 4 % al 5 % en años anteriores y este apenas vamos a llegar al 2 %. Y eso teniendo en cuenta que entró en funcionamiento la refinería (Reficar), que el próximo año crecerá en 14 % y este año lo hizo en 20 %, de manera que el resto del empresariado colombiano ha venido creciendo a niveles muy modestos, lo que probablemente se debe al alto nivel de la tasa de interés, para controlar la inflación. 

Seguimos en una tasa del 7,75%. Vamos a ver si el Emisor la baja en la próxima reunión.

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