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Tecnoquímicas proyecta nuevas inversiones en Ecuador y Centroamérica

El 7 % de las ventas de Tecnoquímicas (TQ) provienen de las exportaciones. La empresa continúa su plan de expansión en el exterior y estudia futuras compras en países de la región.

21 de julio de 2015 Por: Redacción de El País

El 7 % de las ventas de Tecnoquímicas (TQ) provienen de las exportaciones. La empresa continúa su plan de expansión en el exterior y estudia futuras compras en países de la región.

Tecnoquímicas (TQ) avanza en su proceso de internacionalización. Por un lado, buscando mercado para nuevas líneas de su portafolio, y por otro lado, analizando opciones de presencia directa en algunos territorios.

Emilio Sardi, vicepresidente de la compañía, aseguró que la empresa desarrolla en estos momentos varios proyectos para lanzar nuevos productos farmacéuticos en Centroamérica.

¿A qué mercados llega hoy TQ y con qué productos?

Llegamos a 19 países de América, principalmente con exportaciones de productos farmacéuticos. También es importante nuestra venta externa de adhesivos, como curitas. Los principales destinos son Ecuador y Centroamérica.

¿Qué tan importante es el mercado externo para la compañía?

En 2014 la venta internacional representó el 7% de los ingresos operacionales del grupo.

¿Qué obstáculos tienen para  llegar a más países?

Nuestra estrategia de internacionalización avanza progresivamente. En el campo farmacéutico hay países que adoptan normas técnicas, jurídicas o de otros tipos, que en ocasiones imponen obstáculos al comercio y al acceso de productos importados.

Esto es usual en el sector y el reto para empresas como la nuestra es tener la capacidad de respuesta y adaptación para ser competitivos en los mercados a los que llegamos.

¿Tecnoquímicas tiene presencia directa en otros países, en dónde y cómo participan de esos mercados?

Por fuera de Colombia tenemos tres plantas, en dos sedes productivas, en El Salvador, principalmente destinadas al mercado centroamericano. También contamos desde hace 21 años con una importante presencia propia en Ecuador para la comercialización de nuestros productos. 

Además, tenemos operaciones comerciales directas en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. En todos estos países que le menciono, TQ genera 470 empleos.

¿Qué nuevos planes de inversión tiene la compañía en el exterior?

Estamos desarrollando varios proyectos para lanzar nuevos productos farmacéuticos en Centroamérica. También, seguimos analizando posibles adquisiciones en esa región para consolidar allí nuestra capacidad productiva. Y hace algún tiempo estamos contemplando la posibilidad de invertir en una planta en Ecuador, lo que está todavía en proceso de definición.

¿Cuál es su gran apuesta?

Seguir ampliando nuestras líneas farmacéuticas en los mercados externos, tanto con productos de prescripción como de venta libre. También contemplamos incluir en la internacionalización al negocio de pañales. En pañales para bebé, vale la pena anotar que Winny es líder del mercado colombiano, a pesar de que no existen aquí aranceles ni barreras a la entrada de los importados, lo que demuestra la gran competitividad en precio y calidad de nuestros productos.

“Tenemos fortalezas para competir en los mercados latinoamericanos, siempre que existan en el país políticas que favorezcan y no limiten nuestra competitividad”.

¿Qué ventajas tiene para el Valle que más empresas se atrevan a exportar?

Cuando los mercados nacionales comienzan a frenarse en su crecimiento, ya sea por el auge de importaciones alimentadas por los TLC o por los frenazos de una economía tan dependiente del petróleo, las exportaciones se convierten en una forma de diversificar las oportunidades de crecimiento de las compañías.

¿El Valle ha avanzado en la creación de entajas competitivas?

Somos una región con fortalezas: tenemos tradición e infraestructura industrial; una ubicación privilegiada, cercana a países andinos y al Pacífico; universidades que siguen fortaleciendo su calidad. Las debilidades están en  temas como la inseguridad, la falta de confianza en las instituciones y la dificultad de construir redes intersectoriales por propósitos comunes.

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