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Se esperan tiempos más duros para la economía colombiana

Este año el Gobierno lograría suplir la falta de recursos para financiar su presupuesto. Pero, según analistas, el ajuste más fuerte se percibirá en 2016 y 2017.

3 de mayo de 2015 Por: Francy Elena Chagüendo A. | Reportera de El País

Este año el Gobierno lograría suplir la falta de recursos para financiar su presupuesto. Pero, según analistas, el ajuste más fuerte se percibirá en 2016 y 2017.

El país ha hecho la tarea y está bien preparado. Esta es la frase que repite en diferentes escenarios el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, para responder a las inquietudes sobre qué pasará con Colombia ahora que la renta petrolera cayó. Sin embargo, aunque el Ministro parece estar tranquilo, algunos analistas aseguran que el país no conoce toda la  realidad sobre las finanzas públicas.

El principal problema es que se cayeron los ingresos petroleros. El sector minero-energético en Colombia llegó a representar el 8 % del Producto Interno Bruto (PIB), generó el  40 % de los ingresos y el 70 % de total de las exportaciones. Ahora, el aporte del sector petrolero podría bajar al 3,2 % del PIB y alcanzó el 49 % de las exportaciones en el 2014.

Eso es como si una familia se  acostumbrara a vivir con un salario de $10.000.000 y de repente solo le ingresaran $2.000.000.   Asimismo, Colombia recibía, según cálculos del Ministerio de Hacienda, $24 billones por renta  petrolera (impuestos que pagan las empresas del sector más pidendos) y ahora  el monto bajará a    $9,5 billones, es decir, al país se le embolatarán   $14,5 billones este año. 

La analista Juana Téllez, jefe de investigaciones del Bbva, confía en los cálculos de Hacienda, “para mí el Gobierno Nacional está diciendo  las cosas como son y está siendo cuidadoso, ya que, por ejemplo,  se postergaron inversiones por $6 billones para 2015”. 

Agrega, que este año la Nación tiene cubierto el déficit con un ajuste en el gasto, más los ingresos que se esperan recibir por concepto de impuestos de la reforma tributaria del 2014, “además tiene espacio para acceder al crédito, el problema real estará en 2016 y 2017 porque los ingresos serán menores”.

 El economista Mauricio Cabrera considera que  la Nación puede estar calculando bien el impacto de la caída del petróleo, pero cuestiona la  falta de cifras oficiales, “a esta altura debería estar publicado el  Plan Financiero del 2015 y no se ha conocido”, dice. 

En la página web del Ministerio de Hacienda tampoco se ha actualizado aún el marco fiscal de mediano plazo. El más reciente plan financiero está a febrero del 2014 y el cierre fiscal figura al primer trimestre del 2014.

Se estima que este año el país  tendrá un déficit fiscal  (cuando los ingresos no alcanzan para cubrir los gastos), de 2,8 % del PIB, lo que equivaldría a unos   $22 billones. Para el 2016, el faltante estaría en   2,4% del PIB, unos $19 billones. Ese año los ingresos por  renta petrolera caerían hasta los $6,5 billones.

Con todo esto, lo que se puede esperar es un menor crecimiento de la economía nacional. El pronóstico inicial del PIB  para el 2015 era de 4,2%, luego  se revisó la cifra y quedó en 3,6 % y es posible que el Banco de la República, en dos semanas, cambie su pronóstico a la baja.

Alejandro Reyes, jefe de investigaciones de Ultrabursátiles, opina que la economía crecerá menos de lo que tiene previsto el país porque aunque el Gobierno tiene  herramientas para tomar decisiones, ponerlas en práctica será complicado. “Esto hace que el problema sea más serio de lo que el Estado ha transmitido”, dice. 

En promedio, los pronósticos de los analistas  indican que el PIB nacional  crecería este año entre  3 % y  3,4 %, dato  que para el Gobierno sería bueno; la desaceleración estará en 1,5  puntos frente al 2014.

Alisten el bolsillo

Se teme que los menores ingresos que este año recibirá el Gobierno por la caída en el precio del petróleo -que el viernes terminó en US$59,15 el barril-, al final tendrán que ser asumidos por los colombianos. 

Leonardo Villar, presidente de Fedesarrollo, dice que inevitablemente el país tiene que aumentar la carga tributaria en 1,5 % del PIB, a partir del 2017 ($12 billones), para evitar que se deterioren las finanzas. Para el 2018 habría que hacer otros ajustes teniendo en cuenta que tributos como la sobretasa del Cree y el 4X1000 desaparecerán. “No es claro ahora cómo se sustituirían esos impuestos, el problema es grande y aunque actuar es doloroso, entre más pronto se haga será mejor”. 

Asimismo, el director del Centro de Investigaciones de Economía y Finanzas del Icesi, Julio César Alonso, coincide en que más colombianos van a tener que pagar impuestos, ya sea IVA o Renta, pues el país se metió en un tren de gastos grande y algunos,  como las casas gratis que valen $1,2 billones, no los van a parar; los compromisos con el agro  exigen recursos similares, el posconflicto y ahora nuevas demandas como la de los profesores. “No hay plata para tanto gasto y lo que tiene que ocurrir son recortes e impuestos porque lo más preocupante de la finanzas viene en los años 2016 y  2017”.

Otra opción, dice el investigador Alejandro Reyes, es que se aumente el endeudamiento, pero “esto no sería aconsejable en la actual coyuntura porque crecería el déficit, por otro lado  reducir gastos también podría castigar la economía”.

Aunque el Gobierno dice que la devaluación del peso le ayudará a menguar su déficit, porque se está exportando menos petróleo, pero están entrando más pesos al país, y  miembros del Banco de la República consideran que el ajuste “ha sido muy ordenado”, se teme que la alternativa más factible sea aumentar  los ingresos por concepto de impuestos. Un monto que estaría por definirse y que seguramente tocará a todos los colombianos. 

 Otro modelo 

Giovanni Reyes, profesor de Ciencias de la Administración de la Universidad del Rosario, considera que el problema del país es el modelo económico, pues Colombia se concentró en las ventas de hidrocarburos y dejó de lado la industria. “En el  2003, del total de  exportaciones las  agrícolas eran el 10 %, las de la industria  el 50 % y las mineras 40 %.  Ahora   las ventas  agrícolas son el 5%,  las de la industria el 20 % y las mineras el 75 %. Se creció en exportaciones, pero en monto, no en productos y cantidades”, aseguró. 

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas reconoce esta situación y dijo que el  país tiene que hacer un cambio de mentalidad de un modelo impulsado por el petróleo, a uno donde predomine  la industria, el agro y el turismo, “la batuta cambia de manos y ahora le cae a un sector empresarial donde está el empleo”, afirmó.

Según cálculos de Reyes, la deuda externa del país pasó de US$38.000 en el 2003  a $94.000 millones, en la actualidad.

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