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Rumbear se pondrá caro: así subirán los precios de los licores

Esto de aprobarse la ley de licores que esta semana debatirá el Senado de la República. Productos nacionales e importados costarán más.

12 de junio de 2016 Por: Redacción de El País

Esto de aprobarse la ley de licores que esta semana debatirá el Senado de la República. Productos nacionales e importados costarán más.

[[nid:545267;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/06/734x486-licores.jpg;full;{De aprobarse la ley de licores que esta semana debatirá el Senado de la República, los precios de los licores nacionales e importados en Colombia aumentarán entre 8,6 % y 25 %. La rumba saldrá más cara, pero la salud tendrá mayores ingresos. Gráfico | El País}]]

Los precios de los licores nacionales e importados en Colombia aumentarán entre 8,6 % y 25 %, de aprobarse la ley de licores que esta semana debatirá el Senado de la República.

La rumba les saldría más cara a los colombianos, pero todo por una buena causa, dice el Gobierno Nacional: que los departamentos tengan más ingresos para invertir en la salud. 

 La Federación Nacional de Departamentos estima que los ingresos por impuestos de bebidas alcohólicas suman al año  $1,2 billones y con la nueva ley estos aportes aumentarán en unos $400.000 millones. Esto representa el 16 % de los ingresos totales de los departamentos y 43 % de los ingresos corrientes, “lo que implica que es una renta muy importante”, dice Amilkar Acosta,  director de esta entidad.  

Sin embargo, no todo está tan claro alrededor de la norma, que ya fue avalada en la Cámara de Representantes: las críticas vienen por  el impacto de las alzas en el consumo y en las empresas y, por otro lado, causa polémica lo que será  el futuro del monopolio que tienen los departamentos con el alcohol potable.

Por ejemplo, Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), dice que la ley de licores es inconveniente por dos razones: el aumento desproporcionado de los impuestos, lo que hace que “algunos productos queden prácticamente por fuera del mercado”, no solo los licores de mayor valor, sino los vinos, categoría que considera es la más afectada. 

En segundo lugar, cree que eso generará más  contrabando.  Para el directivo, está probado que cuando los licores tienen menos impuestos se logran mayores ventas y mejores transferencias a la salud.

Los licores nacionales e importados tendrán que pagar un tributo por grado de alcohol, un impuesto del 25 % al valor  y un IVA del 5 %. Este último es descontable para las licoreras.

Isidoro Esquinazi, director de Mercadeo de Domecq, una empresa vallecaucana,  coincide en que  el aumento  de la tasa de impuesto de los licores no implica necesariamente un mayor recaudo. “Precisamente porque se afecta el consumo”.

 Este empresario asegura que son conscientes de la importancia del impuesto de vinos y licores para el país, pero cree que se debe conservar el valor actual del tributo, “de lo contrario podrían sufrir las rentas departamentales”.

Por ejemplo, una botella de vino Casillero que hoy vale $48.650, con la reforma planteada pasaría a  costar $60.845, es decir, su precio final tendría un alza de 25 %.  Acodil, el gremio de los importados dice que las alzas de la carga impositiva propuestas son demasido altas  y  eso afectará las ventas de las empreas, por eso rechazan la iniciativa. 

En defensa del proyecto, el Ministerio de Hacienda argumenta que es falso que el aumento de los impuestos pueda llevar a mayor contrabando y asegura que el impuesto a los licores en los países Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)  es mucho más alto, a la vez que tienen poco contrabando y poco alcohol adulterado.

 Por ejemplo, explican que un whisky de $60.000 paga en un país promedio de la Ocde $42.000 de impuestos. Ese whisky en Colombia hoy paga  $20.080, y con el proyecto de ley pasará a pagar $26.800. Esto sucede porque la reforma plantea un cambio en la estructura impositiva, según Hacienda, para generar equidad entre bebidas nacionales e importados (ver nota anexa).

¿Qué pasará con el monopolio?

Pero quizás uno de los temas más álgidos de la nueva ley es lo que sucederá con el monopolio que, por Constitución, tienen los departamentos para la explotación del alcohol potable.

La propuesta del Gobierno es que los departamentos decidan si  ejercen o no  este monopolio, si lo hacen directamente o a través de terceros, otorgando contratos o permisos. “Los departamentos, a través de las Asambleas,  puede restringir en cualquier momento la introducción de aguardiente nacional o extranjero en sus jurisdicciones ante una amenaza de daño grave a la producción local”, explica el Ministerio de Hacienda.

Pero sobre este punto aún no hay acuerdos y la ponencia que se llevará esta semana al Senado seguía siendo estudiada por la Federación Nacional de Departamentos y el Gobierno. 

En Colombia, el 70 % del consumo de licores corresponde a los productos nacionales y aún sobreviven seis licoreras (Valle, Caldas, Antioquia, Cauca), Santander que terceriza y Meta que Maquila.  

El Gobierno ratificó el viernes en la noche, luego de una reunión con los gobernadores que se respetará el monopolio rentístico de los licores.

“Será discreción de los departamentos dejar entrar licores nacionales o internacionales”, dijo Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle y agregó que “los licores internacionales van a entrar con permiso, con unas especificaciones y unos requisitos fuertes, y en caso de incumplir podremos revocar dicho permiso”, explica  la mandataria regional. 

Según el Ministerio de Hacienda, el Valle podría recibir en el 2017 $22.900 millones más en ingresos por licores  con la reforma.

Sin embargo, para algunos congresistas como el senador Jorge Robledo, este proyecto tiene intereses más allá de lo evidente y es responder a  las presiones de otros países, en especial de  la Ocde que se opone al monopolio de los licores. “La iniciativa tiene inconvenientes: reemplaza la producción licorera nacional, no ataca el contrabando y es inconstitucional”, dice el senador del Polo Democrático.

Lo cierto, es que, de aprobarse esta iniciativa, los impuestos para los licores aumentarán, en cuyo caso quienes quieran seguir disfrutando tanto del aguardiente colombiano como de los importados tendrá que pagar más.

Cambios impositivos Actualmente, los licores pagan dos tipos de tributos, dependiendo del grado de alcohol de la bebida. Los que tienen hasta 20 grados de alcohol deben cancelar el impuesto al consumo que son $306 por cada grado. En este rango están los aperitivos y vinos. Las bebidas con más de 20 grados de alcohol deben cancelar una participación y pagan $306 por cada grado.   Este valor sube hasta los $502 para las bebidas de más de 35 grados. La nueva tarifa, propuesta en la ley  tiene tres componentes. Todos los licores pagarán  $220 por grado de alcohol, pero adicional tendrán un impuesto ad-valorem de 25 % sobre el precio final de venta y un IVA del 5%. Según el Ministerio de Hacienda,  con estos cambios se genera equidad, pues los productos más caros  van a pagan más impuestos. “El IVA de 5 % podrá ser descontado por  los productores locales, , mientras que aumenta la carga fiscal de los productos importados”.

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