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Reconstrucción post invierno, oportunidad para la economía

Cuando el Gobierno estimó en $10 billones los daños y pérdidas ocasionadas por la actual ola invernal, muchos creyeron que ese cálculo se quedó corto. Pero es ni más ni menos que un impacto del 2% sobre el Producto Interno Bruto, PIB, es decir, unos US$5.300 millones.

26 de diciembre de 2010 Por: Por Alfredo García Sierra I Redacción

Cuando el Gobierno estimó en $10 billones los daños y pérdidas ocasionadas por la actual ola invernal, muchos creyeron que ese cálculo se quedó corto. Pero es ni más ni menos que un impacto del 2% sobre el Producto Interno Bruto, PIB, es decir, unos US$5.300 millones.

Cuando el Gobierno estimó en $10 billones los daños y pérdidas ocasionadas por la actual ola invernal, muchos creyeron que ese cálculo se quedó corto. Pero es ni más ni menos que un impacto del 2% sobre el Producto Interno Bruto, PIB, es decir, unos US$5.300 millones.Sin embargo, a partir de esa cifra es donde podría surgir la oportunidad de ejecutar el más grande y complejo plan de reconstrucción de la infraestructura destruida o deteriorada, tales como carreteras, puentes, diques, jarillones y vías secundarias y terciarias en las zonas rurales.Y de paso para impulsar ambiciosos programas para las 450.000 familias que se vieron forzadas a abandonar sus casas por las inundaciones en la Costa Atlántica, los santanderes, el altiplano cundiboyacense, el Valle del Cauca y Antioquia. Sólo en este campo se necesitarán $1,6 billones para nuevas viviendas y la rehabilitación de otras 295.000 unidades habitacionales en los próximos tres años. Todos esos trabajos de reparación implicarán contratación de mano de obra, más consumo de las familias y una mayor dinámica de la industria y el sector edificador, especialmente en el ramo de las obras civiles.Será casi lo mismo que sucedió luego del terremoto de Armenia y el Eje Cafetero en 1999, y cuya reconstrucción de unas 90.000 viviendas, vías e infraestructura de servicios públicos, tardó tres años. Hoy la capital del Quindío tiene una nueva cara.El reto no es pequeño, porque tras la emergencia invernal se tratará de mantener el crecimiento de la economía en niveles del 4% en el 2011 y el 2012. “Es la oportunidad para que se dinamicen sectores como la construcción, el comercio y la industria. Pese a que hubo muchos daños, las familias volverán a comprar electrodomésticos y bienes para el hogar”, afirma Julio Escobar, jefe de estudios económicos del Banco de la República.Dicho criterio lo comparte, Julián Domíguez, presidente de Confecámaras, al señalar que “será una oportunidad, no solo por la inyección de recursos que se le hará al PIB con la reconstrucción, sino que implicará un aumento en la demanda interna, lo que permitirá mantener la productividad del país, generando a la vez empleo”.Habrá que rehabilitar 254 carreteras y reconstruir 53 que fueron casi borradas de la malla vial por el desbordamiento de los ríos. Según Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, “el desastre invernal desnudó la vulnerabilidad de la infraestructura frente al cambio climático. Será fundamental construir diques, viaductos carreteras mayor resistencia, pero con mejor diseño”.“Para la reconstrucción vial se requerirán $6 billones, un poco más de un punto del PIB”, calcula el ministro del Transporte, Germán Cardona.El agro, otro retoRecuperar 1,2 millones de hectáreas de tierras agrícolas, que hoy están anegadas, no será fácil. De acuerdo con el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, Rafael Mejía, esa rehabilitación podría tardar entre seis y nueve meses para volver a sembrar.En ese sector habrá que invertir un poco más de dos billones de pesos. Será un año duro para los finqueros, pero a su vez un chance para el comercio de semillas, fungicidas y abonos por parte de las empresas fabricantes de insumos. A ello se agregan otros dos billones de pesos para rehabilitar la ganadería de carne y leche. El desafío es la alimentación de 2,1 millones de reses con forrajes, ya que los pastos tardarán seis meses para volver a crecer. ¿De dónde saldrá la plata?El Gobierno alista un billón de pesos vía Presupuesto Nacional para financiar las primeras reparaciones en infraestructura. Y por cuenta de la nueva reforma tributaria el 25% de los recaudos del impuesto del 4 x 1.000 se destinarán a los damnificados. Son unos $600.000 millones anuales por concepto de ese tributo que pagan los colombianos en sus transacciones financieras.El Banco Interamericano de Desarrollo, BID, ya aprobó créditos por US$350 millones para la rehabilitación. “No se trata de hacer que el Gobierno se endeude más, sino de facilitar los fondos necesarios para atender la emergencia”, afirmó el presidente de esa institución, Luis Alberto Moreno. Pese a esa bolsa de dinero, Jaime Alberto Martínez, decano de economía de la Universidad Javeriana de Cali, estima que “esas cuentas no son muy claras todavía, incluyendo las ayudas externas que van a llegar”.También el Gobierno busca vender el 10% de Ecopetrol e Isagen para financiar la reconstrucción, pero nada está definido, e incluso usar los dineros de las regalías para ese fin. El desafío es grande, pero también una nueva oportunidad de progreso.Empleo y mano a las empresasEl invierno dejó a centenares de colombianos sin trabajo en el campo. Muchos han comenzado a emigrar a las zonas urbanas “Allí el Gobierno deberá jugársela en el 2011 para atacar la tasa de desempleo del 11%, al promover el empleo en la recuperación de fincas, jarillones y carreteras secundarias”, dice Julio Cesar Alonso, director del Centro de Investigaciones Económicas de la Universidad Icesi.Y en la Zona Franca del Pacífico el reto es cómo reinstalar las 25 empresas que se anegaron y volver a enganchar a sus 2.500 empleados.

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