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¿Pueden bajar más los precios de los tiquetes aéreos?

Gilberto Salcedo, presidente de Atac, gremio que reúne a las aerolíneas, responde a la pregunta del Gobierno Nacional y los pasajeros.

8 de marzo de 2015 Por: Francy Elena Chagüendo | El País.

Gilberto Salcedo, presidente de Atac, gremio que reúne a las aerolíneas, responde a la pregunta del Gobierno Nacional y los pasajeros.

Casi 31 millones de personas se transportaron el año pasado vía aérea en el país; diez años atrás la cifra llegaba apenas a 11,4 millones de usuarios, de acuerdo con cifras de la Asociación de Transportadores Aéreos de Colombia, Atac. Este dato, según afirma Gilberto Salcedo, presidente ejecutivo de esa agremiación, evidencia cómo la industria aérea y el país han evolucionado, llegando a nuevos nichos de usuarios, a tal punto que, según él, hoy volar no es ningún privilegio.Argumenta el ejecutivo -que lleva 14 meses al frente de la entidad- que la competencia del sector ha llevado a una reducción de las tarifas tal, que en algunos momentos compiten con las del transporte terrestre.Salcedo, quien el año pasado fue elegido por la Revista Dinero como uno de los 50 líderes empresariales en Colombia menor de 40 años, explica por qué es poco viable que, en este momento, los precios de los tiquetes aéreos tiendan a una mayor baja.El Gobierno hizo un llamado a las aerolíneas para que bajen sus tarifas, teniendo en cuenta que el precio del combustible se ha reducido, ¿las tarifas aéreas podrían bajar ?Lo primero que tenemos que decir es que una cosa es el porcentaje en que cae el petróleo y otro el porcentaje en que baja el combustible para el sector aéreo. El primero cayó en los últimos 4 meses del 2014 40 %, y el segundo el 30 %. Este combustible impacta el 32 % de los costos de una aerolínea.Pero este fenómeno no se puede ver de forma aislada sin tener en cuenta la devaluación del peso. Entre septiembre del 2014 y marzo del 2015, la devaluación ha sido del 32 % y entonces cuando uno pone en una balanza los dos componentes: combustible y tasa de cambio, lo que vemos es que la estructura de costos, en vez de abaratarse termina encarecida.Esa es la razón del por qué la caída de los precios de los combustibles no necesariamente tiene una repercusión en la estructura de costos y por ende en el precio de los tiquetes. Es más, es que por efecto de la tasa de cambio se están encareciendo los costos para las aerolíneas.¿Eso quiere decir que no veremos tarifas aéreas más baratas?No obstante lo que estoy comentando, en el país se mantienen altos niveles de competitividad y si bien las tarifas tienen fundamento en los costos de las aerolíneas, el que fija al final los precios es la oferta y la demanda.Hoy en día es posible encontrar un tiquete a Panamá en algo cercano a US$70, es algo que los colombianos nunca habíamos visto, tiquetes a destinos nacionales a $70.000, eso no se conocía y somos incluso, en términos de tarifas, competencia del transporte terrestre. La Ministra de Comercio decía que esperaba que las tarifas fueran más asequibles, pero nadie puede operar por debajo de sus costos y no podemos llegar tampoco a unos niveles en que el país se vuelva poco atractivo. Los márgenes de utilidad de la industria aérea en Colombia son muy bajos y en promedio rodean el 1 %, los esfuerzos ya se hicieron y ahora hay que mantenerlos.¿Qué tanto han bajado los precios de los tiquetes en el país?La información que tenemos es que en los últimos tres años los precios de las tarifas aéreas han caído de manera sostenida entre 10 % y 11 % en el país. Eso nos pone en el panorama regional en una buena posición. En Colombia estamos con un costo por kilómetro de pasajero de 14 centavos por dólar, lo cual nos ubica, después de Brasil, como el país menos costoso de la región. Para nadie es un secreto que el transporte aéreo es competencia del transporte terrestre y cuándo uno compra un tiquete en una aerolínea con un mes de anticipación puede encontrar tarifas más baratas que el mismo servicio terrestre. Esto sin contar con el valor agregado en términos de productividad y tiempo. Yo creo que esto es parte de una política pública coherente y del esfuerzo del sector privado, lo que ha llevado a un crecimiento extraordinario del sector. Por ejemplo, en 2013 la tarifa promedio por tiquete era de $328.126 y en 2014 fue de $285.270. ¿Eso quiere decir que la industria aérea ha tenido buenos resultados?El balance es positivo, con unas tasas de crecimiento en el tráfico de pasajeros que sigue siendo interesante para un país que viene desde hace 10 años con un aumento sostenido del tráfico doméstico con una tasa cercana al 8 % y del tráfico internacional alrededor del 12 %, para un crecimiento del tráfico total del 8 %. Esto viene acompañado de una competencia interesante en Colombia. Hoy en día tenemos tres operadores regionales (empresas con presencia en América Latina y en Colombia), un operador de bajo costo que ha ayudado a dinamizar mucho el mercado, tenemos tres operadores del resorte regional, un poco más pequeños, y aproximadamente 21 compañías internacionales. Por todo esto, el balance del sector es positivo desde el punto de vista de la competencia, de los precios y tal vez la mejor noticia que podemos dar es que en los últimos 10 años Colombia triplicó el número de pasajeros, hoy volar en Colombia no es un privilegio, cada vez estamos imprimiendo un dinamismo importante a la industria aérea con un portafolio de tarifas muy interesante para los diferentes tipos de mercado. Ese es el objetivo en que se han empeñado las aerolíneas que además en los últimos cinco años han renovado sus flotas y le están haciendo un aporte a la conectividad del país, al turismo y a la inversión.¿Qué ha influido en este avance?El crecimiento se lo adjudico a un momento económico del país muy interesante. La noticia más destacada de la última década es cómo hemos venido cerrando las brechas de pobreza en el país. En el 2000 teníamos un 60 % de la población en pobreza y en 2014 bajó a 29 %, el cual sigue siendo alto, pero se han logrado avances. Hemos llevado en Colombia hacia las clases medias alrededor de 9 millones de colombianos y eso acompañado además un ingreso per cápita al alza que ha beneficiado a una gran parte de la población, la cual tiene un nivel de vida mejor, con acceso a ciertos servicios como el aéreo.¿Qué expectativas hay para este año, teniendo en cuenta que el país no tendrá el mismo crecimiento?Tenemos confianza en lo que viene para este año, si bien los expertos dicen que no se crecerá como en años anteriores, la proyección promedio es del 3,5 % para el PIB del 2015.Normalmente, el sector aéreo crece dos o tres veces por encima de lo que crece la economía, entonces las perspectivas para nosotros son alentadoras y lo que si queremos subrayar es que el país debe generar mayores condiciones de competitividad, especialmente en el tema de costos de la industria aérea para sostener esta evolución que ha tenido el sector en Colombia.¿Como cuáles condiciones? Lo que nosotros estamos pidiendo de manera reiterada es que el Gobierno nos ayude sobre todo en el tema de las concesiones de los aeropuertos del país, por ejemplo, que se haga monitoreo y vigilancia a aquellos servicios que prestan los concesionarios y que no tienen una regulación específica, lo cual se puede prestar para abuso de posición de dominio y con ello se hace perder competitividad a la industria. ¿Qué casos específicos?Por ejemplo, en Bogotá se hizo una obra para suministrar combustible desde una tubería al ala del avión que costó US$75 millones. Hoy en día las aerolíneas pagan esto vía una tarifa que prácticamente duplicó el valor de esa obra en El Dorado. Lo que le hemos dicho al Gobierno es que revise, vigile si ese es efectivamente el costo y exploremos opciones para que esto no termine encareciendo la operación aérea, porque al final ese tipo de cosas son las que terminan definiendo si una empresa opera en Bogotá o si llega o no a Colombia.Sí estamos buscando más turismo, más negocios, evidentemente ese modelo debe estar alineado con las condiciones competitivas de los aeropuertos y eso es lo que hemos venido solicitando al Gobierno Nacional.¿Se espera la llegada de nuevas aerolíneas al país?Eso depende mucho de las condiciones de competitividad. Se debe dar un ambiente de costo/eficiencia y ahí le cabe una mayor responsabilidad al Estado de ir generando esas condiciones, evitar sobrecostos en los aeropuertos, que es uno de los fenómenos que nos preocupa, pues esto es clave para que el país sea realmente atractivo para más aerolíneas y se siga profundizando el proceso de democratización del servicio aéreo. Para este mes se espera el inicio de operaciones de KLM, y esta es una buena noticia para ciudades como Cali porque la aerolínea tendrán un vuelo desde Frankfort hacia Bogotá y luego viajará a Cali y de ahí despega para Europa. El incumplimiento en los itinerarios es una de las quejas frecuentes de los usuarios ¿qué avances se han hecho en temas de servicio al cliente?Tenemos que decir varias cosas y es que hay que dimensionar nuestro mercado que ha venido creciendo bastante, son 31 millones de pasajeros al año y en Colombia estamos hablando de tres quejas por diez mil usuarios.En el 2014, entre enero y septiembre, los montos de las multas o sanciones por temas de servicios fueron del orden de los $2000 millones, mientras que las compensaciones, lo que la aerolínea le ofrece al pasajero sumó $23.000 millones, en el mismo periodo. Estamos hablando de una cifra 12 veces superior por vía de compensaciones al de las sanciones. Eso evidencia que hay un esfuerzo de las aerolíneas con inversiones en tecnología, atención al cliente, capacitación al personal, por aliviar los problemas que se presenten, pero hay que entender que el sector aéreo tiene una operación compleja que depende de muchas variables y que nadie está exento de una demora. ¿Generalmente por qué presentan esas compensaciones? Todas están reglamentadas por la Aerocivil y se dan por la cancelación de vuelos, demoras en itinerarios. A los usuarios se les ofrecen refrigerios, almuerzos, hospedajes, según sea el caso. El pasajero está en su derecho de exigir este tipo de compensaciones y sabemos que tenemos oportunidades de mejora, nadie en el sector aéreo se va a poner a alegar infalibilidad en la prestación del servicio. Pero hay que decir que el esfuerzo ha sido grande, no todo es perfecto, sobre todo, cuando no solo se depende de la aerolínea, sino también de la agencia de viajes, la aeronáutica que presta la navegación aérea, los que prestan servicios en tierra, el clima, etc.

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